25 febrero, 2008 - 21:45
Cada cual atiende a su juego
El txoko electoral se ha convertido en el recitado de monólogos simultáneos, que parecen dirigidos a mundos diferentes, sin espacios en común. Se deriva de nuestra fragmentación ideológica. Los partidos vascos no dan respuestas dispares a una misma problemática, sino que definen problemas distintos. ¿Diálogo de sordos? Además, un ejercicio de afirmación estratégica y doctrinal.
Se ha visto estos días. PNV, en voz del lehendakari, ayer en el Kursaal: “lo que divide a la sociedad vasca no es el derecho a decidir, sino que se niegue a la sociedad vasca ese derecho”, el axioma-slogan desde hace tiempo. Es como si el discurso de autoafirmación no requiriera adaptación a las circunstancias.
Otro tanto puede decirse del PP, para el que Mayor Oreja, también en San Sebastián, repitió sus aforismos. Si gana ZP “habrá una segunda negociación del Gobierno con ETA”, todos los nacionalistas “asumen los mismos planteamientos políticos de ETA, la autodeterminación”. Son los reduccionismos tremendistas de toda la legislatura. Contrasta con la moderación verbal del PP de estas semanas.
El PSE no entra al trapo. Va a lo suyo, que nada se asemeja a lo de los demás. Clama contra la abstención, propósito loable, pero por la idea de que con mucho voto gana el socialismo, otro axioma a demostrar. En este gremio ha aparecido una rara novedad, la insistencia de Madina en la redistribución y la igualdad, que venían saliendo sólo de refilón en las proclamas socialistas. Ya veremos si cala y aguanta en el discurso. Así, también el PSE construye un juego propio, dentro del “dónde vas manzanas traigo” característico de la política vasca.
EA repite autoafirmación: “ya no sirve el actual marco jurídico”. Lo dice
desde hace una década, su axioma tampoco es novedad. También deambula por sus
fueros EB, augurando
La política vasca se forja sobre los esquemas mentales de Antón Pirulero, “cada cual que atienda a su juego y el que no lo atienda pagará una prenda”. Es una canción infantil.