"Sí a la austeridad presupuestaria, no a la austeridad de por vida". Lo dice François Hollande, aspirante socialista a la presidencia de Francia, en una entrevista con el canal de televisión privado TF1. Desfilan las promesas: 60.000 puestos nuevos en la Educación Nacional, invertir la curva del paro, aplicar la ayuda a los dependientes, jubilarse a los 60 años cuando se llevan 40 cotizados. "No prometo nada que no sea capaz de mantener, yo no haré como Sarkozy, que había anunciado que el paro caería por debajo del 5% y deja un país con un 10% de parados". Los periodistas insisten, ¿y cómo se financia todo eso? Hollande menciona el aumento de los impuestos, el fin de la austeridad a toda costa y la renegociación del pacto fiscal europeo con Angela Merkel.
Palabras interesantes, sí, mas palabras electorales. Los expertos avizoran a los mercados amenazando los tobillos del futuro jefe del Estado. Quienquiera que gane, Hollande o Nicolas Sarkozy, tendrá que enfrentarse a las agencias de calificación de riesgos. Una de las tres más importantes, Standard & Poor´s, ya rebajó la calidad de la deuda de Francia hace cuatro meses, haciéndole perder la tan preciada Triple A. Se atribuye a Sarkozy haber dicho que eso le iba a costar la reelección presidencial, pero la lógica impone que las otras dos agencias saludaren de la misma forma al mandatario electo. Sobre todo si es el socialista: lo sugiere el expresidente Valéry Giscard d´Estaing, para quien la victoria de Hollande expondría a su país "a las maniobras de la especulación internacional".
Ninguno de los dos candidatos cuestiona el euro. Mientras Sarkozy quiere inscribir en la Constitución la regla del déficit cero, Hollande se niega a hacerlo. Sin embargo, ambos defienden la reducción del déficit hasta alcanzar el equilibrio de las cuentas públicas en 2017, según el proyecto de Hollande, o un año antes, en la versión de Sarkozy. De nuevo estamos ante palabras electorales, con el valor relativo que debe dárselas. Eso sí, durante el mandato del presidente-candidato, la deuda pública de Francia creció 20 puntos, hasta situarse en el 86% del PIB.
La ventaja de Francia es su peso político en la zona euro, para tratar de cambiar el curso de los acontecimientos. Por eso Hollande insiste en el relanzamiento económico y en la rectificación de las misiones del Banco Central Europeo (BCE). "La señora Merkel lo sabe", advierte en la entrevista citada, "y si los franceses me dan la responsabilidad, mi primer viaje será para confirmarle el voto de los franceses". Con la hipotética ayuda futura de Mario Monti y de Rajoy, los tres podrían plantarse ante Merkel y renegociar las reglas de funcionamiento en la zona euro.
El riesgo inmediato es que los mercados muerdan desde el principio. Y la sociedad francesa no es como la española: sería muy improbable la aceptación de una reforma laboral y demás hachazos sacrificiales de Mariano Rajoy en el altar de los mercados, en unas cuantas semanas. Los extremos del arco político, el Frente Nacional de Le Pen y el Frente de Izquierdas de Mélenchon, disponen de una base importante, sobre todo el primero. Sumando sus votos a los de otros candidatos euroescépticos se alcanza casi un tercio del total, más de 11 millones de personas, que no van a aceptar resignadamente lo que les echen. Un contexto malo para el futuro presidente, entre las fuertes desconfianzas internas y la impaciencia de los inversores, pero es también el momento en que las frustraciones o el miedo a los sacrificios deben expresarse "de la manera más sabia posible: por la vía política e institucional", subraya Sylvie Kauffmann, ex directora de la redacción de "Le Monde".
El antieuropeísmo ha crecido tanto que, parajódicamente, Europa aparece en esta campaña como la solución, a los ojos de las corrientes centrales de la política. Y el aspirante socialista a El Elíseo se muestra firme al descartar la "vía alemana" de la austeridad a toda costa. Otros muchos europeos, más angustiados aún, se aprietan en el balcón a ver qué pasa en la plaza pública de Francia al día siguiente de la elección presidencial.
Hay 2 Comentarios
Leo un diez por ciento de paro em Francia... y !24 por ciento en España!. Tranquilo, Mariano, que todo va estupendo. Tu sigue recortando...
Publicado por: heraclio | 27/04/2012 13:14:48
pués yo creo que no lo tenemos nada fácil para dejar de ser austeros para siempre...
Publicado por: emleada de banca (ex-caja) | 26/04/2012 23:55:34