El descubrimiento del enorme desfase en las cuentas de Bankia ha sido como el trueno que avisa de una violenta tormenta. Vuelve España a la primera página de los periódicos franceses en plena campaña electoral, donde ya se había hecho un hueco en las semanas que precedieron a la elección de François Hollande como presidente de la República, sobre todo de la mano de su adversario, Nicolas Sarkozy, que no dejó de esgrimir el caso español como ejemplo de mala gestión (socialista). Pese a sus esfuerzos para ilustrar a los electores respecto a los males que les esperaban si se les ocurría elegir a Hollande, lo hicieron. Ahora, con las legislativas a la vuelta de la esquina, la colosal crisis de Bankia lleva metida en los medios de comunicación franceses desde el fin de semana.
Hoy, un despliegue informativo de Le Monde culmina con editorial en portada, en el que se aconseja al presidente español que no se empecine en actuar solo. No se trata de altruismo, por supuesto, sino de intereses: un error español en este asunto podría arrastrar a toda la zona euro.
"Donquijotesco", a juicio de ese diario, Rajoy repite que España no necesita ningún rescate exterior y que saldrá por si misma de la crisis, que se agrava tras el proceso de fusiones entre las antiguas cajas de ahorros. El Gobierno español se esfuerza en separarse de las situaciones de Portugal o de Irlanda, no digamos de Grecia. Pero en plena tormenta sobre los mercados ibéricos, se observa una creciente desconfianza. A pesar de que España aún puede financiarse en los mercados, de las reformas estructurales abordadas y del drástico programa de austeridad presupuestaria, la zona euro se ve fragilizada.
A los socialistas franceses, confortados por un primer sondeo que sitúa a la izquierda en buena posición para ganar las legislativas, pero sin mayoría absoluta, no les viene bien que resurja el fantasma del contagio en plena campaña. Su baza es que Hollande y el nuevo primer ministro, Jean-Marc Ayrault, han iniciado sus mandatos con altos niveles de popularidad: el 61% de los franceses tienen una buena opinión del presidente de la República, y aún mejor (65%) del primer ministro, según un sondeo del instituto BVA. Fue Hollande el que se vio secamente replicado por Rajoy a los pocos días de su elección, cuando aquel sugirió a España que pida ayuda en caso necesario. El jefe del Gobierno español, mucho más partidario de la intervención del Banco Central Europeo (BCE), volvió a rechazar el lunes el rescate de España, que le haría pasar por las condiciones estrictas que se le impongan a cambio de recapitalizar los bancos españoles con dinero europeo.
A todo esto, seguro que saben aquello de los 14 millones de euros que Bankia le debe a un exdirectivo de Bancaja. Pues bien, hay un caso tan interesante como actual en el país vecino. El ex director general de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, tiene pendiente de cobro 400.000 euros, de un total de 1,4 millones de euros de indemnización por dejar el cargo (como la del español, pero con una coma de por medio). Pues bien, los nuevos ministros Pierre Moscovici (Economía) y Arnaud Montebourg (Reconstrucción Productiva) han dado instrucciones al representante del Estado de que no se le pague la cantidad pendiente, porque esas indemnizaciones "no van en el sentido de las reglas de moderación salarial y de decencia" anunciadas por Hollande. El Estado es aún accionista de Air France, a la altura del 15%, y la compañía aérea ha preparado un importante plan de despidos. ¿Oponerse a que le paguen al ex director general es un gesto que no durará más allá de la campaña electoral o una rectificación política en toda regla? Pronto lo sabremos.
En todo caso, el gran problema de fondo permanece: enloquecimiento de los mercados, contracción de la economía y una pregunta reiterada entre los expertos y los periódicos en Francia: si el Gobierno español se obstina en no pedir el rescate, y además tiene pendiente la mutualización de las emisiones de deuda de las comunidades autónomas, ¿de dónde van a salir los más de 23.000 millones necesarios para sacar a flote al cuarto grupo bancario español?