Campeones de Europa en Tercera

Por: | 09 de marzo de 2014

El 28 de octubre de 1970, salta una noticia chocante: un grupo de grandes jugadores retirados va a fichar por el Toluca, un desconocido equipo de Santander. Se habla de Marquitos, de Mateos, de Atienza, de Pantaleón, de Peiró, de Collar, de Pachín, de Félix Ruiz, de Casado… ¿Cómo era eso posible? ¿Qué era eso del Toluca?

El Toluca era un modestísimo club santanderino, cuyo nombre de origen había sido Paredón Vista Alegre, rebautizado como Toluca por un santanderino que entrenó al club de aquella ciudad mexicana y los hermanó. El Toluca había aparecido esa temporada en Tercera División. Era su primera experiencia en categoría nacional, y había llegado un poco de rebote, por renuncia del Balmaseda. En ocho jornadas había perdido ocho partidos. Marquitos, santanderino de pro, había decidido salir al rescate. Marquitos, Marcos Alonso Imaz, había sido uno de los grandes protagonistas de las cinco Copas de Europa del Madrid de Di Stéfano (paradójicamente, su hijo triunfaría en el Atlético y en el Barça). Mateos también perteneció a aquella gloriosa generación, como Atienza, aunque este participó menos. Pachín había enlazado la quinta copa, la del 7-3 al Eintracht, con la sexta, la de los ye-yés. Félix Ruiz había sido jugador destacado del Madrid en los sesenta, aunque las lesiones le frenaron algo. Peiró y Collar habían formado el ala infernal del Atlético. Collar fue protagonista de la mejor época del club, y Peiró, de la primera mitad de ella, hasta que se fue a Italia por un dineral.

Así que aquella noticia conmovió al mundillo del fútbol, que miró con simpatía el asunto. Finalmente, no se apuntan todos los que Marquitos tanteó, pero sí un grupo muy consistente: Marquitos, Mateos, Pachín, Pantaleón y Atienza, a los que a veces se agregan Félix Ruiz y Casado. Todos ellos andaban más cerca de los cuarenta que de los treinta y su intento les hizo ser vistos rodeados de un halo romántico. Algo así como si ahora La Quinta del Buitre se apuntara al rescate de un club menor en apuros. Sólo que más. Estamos hablando del Madrid de las primeras cinco Copas de Europa…

De repente, todo pareció iluminarse en torno al Toluca. Cada día una noticia: todos los miembros del Circo Atlas, de los célebres Hermanos Tonetti, se hacen socios de golpe. Se habla de Juan Julio Priso, un guineano de 21 años del que se dice que es un Pelé. Y de un panameño llamado Iván Simón, con un marcón en 100 metros lisos. Se apunta Vicedo, joven prodigio en el Barça a mediados de los cincuenta al que las lesiones frenaron. Otro día sale que la categoría es amateur, que es que ellos no van a cobrar, que hay un límite de edad para jugar como aficionado...

Toluca1De pie, con el Toluca, Marquitos, Pachín, Pantaleón. Agachados, Atienza y Mateos./ as

Al fin llega el día del debut de los refuerzos, en Barreda. Allí aparecen Pantaleón, Marquitos, Pachín, Atienza y Mateos. Entre todos reúnen 13 Copas de Europa con el Madrid. La expectación es tremenda. El Toluca empata, 1-1, es su primer punto, y ese empate se convierte en noticia nacional.

Pronto llegan los problemas. Marquitos declara que ayudan al Toluca porque el Racing no lo hace y en el Racing eso sienta mal. Tienen un acuerdo con el Toluca para disponer de sus juveniles a cambio de dejarles el campo para determinados partidos, y se rompe. Ante la visita de la Ponferradina no le dejan al Toluca El Sardinero. Entonces llega la oferta del campo del Regimiento Valencia, por amistad de Marquitos con el Coronel. Se instalan gradas supletorias, hay locura por ver el partido. La Ponferradina protesta antes del choque, considera irregular la presencia de los ex en el Toluca. Salen a relucir párrafos contradictorios de la legislación federativa. Al final, juegan. El partido acaba en tablas, y ese nuevo empate sabe bien. Pero mejor sabrá la primera victoria, cuatro semanas después, ante el Lugo, por 4-0. El Lugo era entonces el tercero del grupo.

La aventura sigue, con un halo entre rebelde, canalla y romántico. Viven en Madrid, viajan en el día, en un par de coches, y vuelven a dormir a casa. Pachín lee durante el viaje novelas de Lafuente Estefanía que luego utiliza como espinilleras. El mundo federativo está en contra, lo encuentran todo una transgresión, un absurdo. Marquitos hace unas declaraciones muy inspiradas:

—Somos demasiado viejos para ser jóvenes, pero demasiado jóvenes para sentirnos viejos.

Caen bien. En Madrid se pregunta cada noche de domingo qué ha hecho el Toluca. Circulan noticias infamantes contra la iniciativa. Se desliza que cuando llegan a un campo exigen dinero al presidente del club local:

—Esto está lleno porque jugamos nosotros. O nos da la mitad de la taquilla o no salimos.

Eso se aseguraba en círculos federativos. Incluso decían que iban más allá:

—Está bien. Nos conformamos con un cuarto de la taquilla. Pero si nos da la mitad nos dejamos ganar.

Y que luego intentaban ganar. Si ganaban o empataban, decían que les había podido el corazón y cobraban sólo la cuarta parte de la taquilla. Si perdían, cobraban la mitad.

Eso corrió y probablemente era mentira, porque a la vista de ello decidieron acudir sólo a los partidos de casa, al campo del Regimiento Valencia, en Santander, donde la concurrencia siempre fue alta. Iban sacando puntos hasta que todo se fue al traste el 28 de marzo, a ocho jornadas del final. Para entonces habían ganado ya siete partidos y empatado cuatro. No estaba mal si pensamos que llegaron con cero puntos. Era la jornada treinta, a ocho del final, y estaban cuartos por la cola, empatados con el Barreda. Bajaban cuatro. Estaban en línea de salvación. Ese día les visitó la Cultural Leonesa, el líder, cuyo ataque dirigía el fenomenal Marianín, El Jabalí del Bierzo, un gran goleador que quizá merecería más recuerdo y reconocimiento del que tiene.

En el minuto 56, con 0-1, sobreviene la catástrofe. Pachín reclama un penalti al árbitro, el guipuzcoano Anasagasti. Este le expulsa. Entra en acción Marquitos, que también es expulsado. Se niega a irse, se pone de rodillas, el público se pone de su lado, hay una interrupción de veinte minutos. Al final se lo lleva la Guardia Civil. Hay conato de invasión de campo. Para entonces estaba muy extendida la impresión de que los arbitrajes tendían a ser adversos al Toluca. Por fin se reanuda el partido. Lo ganará la Cultural, 0-2, ambos goles de Marianín. El acta de Anasagasti es durísima.

A Pachín le caen seis partidos: tres por insultos al árbitro y tres por blasfemar. A Marquitos, trece: cuatro por insultos al árbitro, dos por desacato a órdenes, dos por provocar al público y cinco por amenazas al árbitro. Son sanciones desusadas, dejan la impresión de que el Comité ha ido a degüello. Eran los dos grandes animadores de la iniciativa. Huérfano de ellos, el Toluca se deshincha, pierde el difícil impulso adquirido y acaba penúltimo, descendido, mientras Marquitos y Pachín se comen los puños de rabia. El Toluca sobrevive como puede en Regional unos años y acaba por desaparecer.
Mucho tiempo más tarde, cuando vi Space Cowboys, aquella película de los astronautas cincuentones que interpretaron Clint Eastwood, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland y James Garner, recordé aquella aventura. Eran gente que se negaba a dejarse ganar por el tiempo.

Sólo que la película, claro, acabó bien.

Hay 6 Comentarios

Que alegría volver a leer el nombre del Toluca!. Sus crónicas que espero cada lunes ,me devuelven los comentarios de mi padre, que se veía hasta los partidos de los equipos playeros. Me encanta leerle
Un saludo afectuoso

La alineacion: Moncalean, Pantaleon, Marquitos, Pachin, Joselin (hermano de Marquitos), Atienza, Samos, Debran, Mateos, Alvarez y Felix Ruiz.

Que grandes como ayudaron a un equipo de barrio, sin pedir nada a cambio, como se llenaba el campo del regimiento hasta arriba no habia entradas, y todo por el cariño que Marquitos tenia a su barrio Vista Alegre.

El portero de aquel Toluca era un jovencísimo José Ramón Moncaleán, que luego ficharía por el Granada. Aquí cuenta un poco detalles de aquella época y aquel equipo modesto repleto de campeones de Europa. http://issuu.com/redactordxt/docs/dxt_14

Creo que a dia de hoy eso seria mas complicado porque en el futbol prima el físico .

Hablando de sanciones, no se pierdan las sanciones a la carta en el fútbol español: http://xurl.es/4nu55

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Sobre el blog

Este blog pretende rescatar la memoria vivida en el deporte.

Sobre el autor

Alfredo Relaño

es director de AS y antes de ello fue sucesivamente responsable de los deportes en El País, la SER y Canal +. No vio nacer el cine, como Alberti, pero sí llegó al mundo a tiempo de ver jugar a Di Stéfano y Kubala, escalar montañas a Bahamontes y ganar sus primeras carreras a Nieto. ¡Y ya no se morirá sin ver a España campeona del mundo de fútbol!

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