La final de las botellas

Por: | 13 de abril de 2014

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Una de las dos semifinales de la Copa de 1968 enfrentó al Atlético de Madrid y al Barça y fue muy polémica. Del partido del Calderón salió el Atlético indignado, reclamando dos penaltis. Con todo, ganó 1-0 y viajó al de vuelta esperanzado. Allí se llegó al final con 2-1, lo que daría paso a la prórroga. Pero Rigo, el árbitro, aplicó un descuento excesivo a ojos del Atlético y Zaldúa marcó el 3-1. El Barça iba a la final. El Atlético regresó indignado y la prensa de Madrid se hizo amplio eco de ello.

Salió a relucir entonces que ambos partidos, el de ida y el de vuelta, los había arbitrado el balear Rigo. El mismo que había dirigido los dos partidos de cuartos entre el Barça y el Athletic, provocando también malestar en Bilbao. El mismo que había arbitrado once de los treinta partidos de Liga del Barça, con frecuentes quejas de los adversarios. En medio del debate se conoció la designación del propio Rigo para arbitrar la final, en la que el contendiente del Barça iba a ser… ¡el Real Madrid!
¡Para qué más! Sobre la ola de enfado de los atléticos se montó la de indignación y protesta de los madridistas, que sospechaban que Rigo era árbitro de cámara del Barça. Para más problema, entre las semifinales y la final hubo más tiempo del habitual, doce días. La final se retrasó hasta el 11 de julio por problemas de agenda de Franco. Visto con perspectiva, choca que Franco, al que tanto veíamos en el NO-DO cazando o pescando (salmones en Asturias o atunes desde el Azor) tuviera una agenda tan complicada. Pero esa vez la tuvo y la polémica se alargó.

El Madrid instó a la federación a que cambiara la designación, pero esta no quiso. En realidad, la costumbre entonces era designar a los árbitros cotejando la posición que tenían en la lista de los equipos contendientes. Tras cada partido, los dos clubes puntuaban al árbitro. Para cada partido se buscaba el mejor colocado en la suma de ambas listas. Para el Barça, Rigo era el primero y para el Madrid, el segundo. (Hasta después de esa final, claro). El primero en la del Madrid era Ortiz de Mendibil, que estaba recusado por los azulgrana desde un gol concedido también en el descuento a Veloso en un Madrid-Barça de 1966.

Ellos eran los dos grandes árbitros del momento y en caso de duda hacían lo posible por agradar al grande de turno. Así estaban arriba en sus dos listas y les arbitraban con frecuencia, lo que les daba fama y currículo. Pero cuando ambos se enfrentaban había que elegir, y… El caso es que se mantuvo a Rigo, contra las protestas del Madrid. El asunto fue comidilla durante doce días. Por su parte, en Barcelona se quejaban de que la final fuese en el Bernabéu, que la Federación defendía como “campo neutral”. No había privilegio en los precios de las entradas. Pero había el privilegio de la proximidad. Viajar desde Barcelona costaba dinero y ni había tanto ni era tan fácil ni habitual viajar como ahora. Para más inri, ese 11 de julio encontrado en la apretada agenda del Caudillo era jueves, día laborable. Para los barcelonistas era muy difícil acudir.

El Madrid llega como campeón de Liga, pero con tres bajas duplicadas. Le faltaban el lateral Calpe y su suplente, González; el interior Velázquez y su suplente, Félix Ruiz; el extremo izquierda, Gento, y su suplente, Bueno. Y además, el delantero Veloso. Muñoz recompone el equipo como puede: Betancort; Miera, Zunzunegui, Sanchis; Pirri, Zoco; Serena, Amancio, Grosso, José Luis y Miguel Pérez. A este último se le ha conseguido repescar de la mili la víspera, con un permiso extra. Se intenta lo mismo con el interior De Diego, pero no se consigue. El Barça sale con los mejores: Sadurní; Torres, Gallego, Eladio; Fusté, Zabalza; Rifé, Pereda, Mendoza, Zaldúa y Rexach, joven canterano éste que a última hora pasa por delante de Oliveros.

Cien mil espectadores, con abrumadora mayoría de madridistas. En el palco, los popes del Régimen, junto a los presidentes, Santiago Bernabéu y Narcís de Carreras. El partido empieza mal para el Madrid: centro desde la izquierda e intento de despeje en pifia de Zunzunegui, que manda el balón cruzado al segundo palo de Betancort. Gol. El Barça se parapeta, el Madrid ataca. Al público madridista este inicio le frustra. Hay indignación cuando Pereda, con la pierna en alto, golpea a José Luis, que queda un rato conmocionado. Más cuando, un poco más tarde, Serena se va por la banda, Rigo pita porque el balón se le ha escapado fuera de la línea, pero el extremo sigue y Gallego le cruza violentamente, sin necesidad, puesto que no hay juego. Caen algunas botellas en el lugar. Poco más tarde, el propio Gallego voltea a Pirri, que queda en el suelo, dañado. Otro pequeño lanzamiento de botellas. Pirri está fuera ocho minutos, vuelve con luxación de clavícula y así termina el partido, con el brazo doblado hacia arriba, corriendo con dificultad.

El Madrid ataca y ataca. Brilla Amancio, brilla Sadurní. Se llega al descanso. A los doce minutos de la segunda parte se desata el pandemónium. Serena entra por el centro del área y cae ante la entrada de Eladio. Rigo deja seguir. La lluvia de botellas es bestial, lo nunca visto. Por la época eran muy frecuentes los lanzamientos de almohadillas al terreno de juego, pero excepcionales los de botellas. Botellas de cristal, de cuarto o tercio de litro, de cerveza, Coca-cola o Fanta. En caso de impacto podían hace mucho daño. En general, cuando algún salvaje tiraba una los vecinos de localidad se lo reprobaban. Se arriesgaban incluso a salir detenidos.

Algo más tarde, una fricción entre Torres y Amancio provoca otra tremenda lluvia de botellas, que los propios jugadores blancos piden al fondo que cese. Sadurní decide pasar el resto del partido, cuando no tiene el juego cerca, dentro de la portería, esperando que la red le proteja, porque algunos hacen tiro al blanco con él. En cada zona del campo, cualquier falta de un barcelonista cerca que la banda es replicada con una lluvia de botellas. Sadurní, pese a todo, completa un gran partido, con una presencia de ánimo ejemplar. También ha sido ejemplar el esfuerzo del Madrid, con tantas bajas y Pirri mermado. (No había cambios). Se llega al final con el solitario autogol de Zunzunegui. Cuando Zaldúa recoge la Copa de manos de Franco, el estadio es un grito unánime: “¡Rigo, campeón!” El Barça se retira al túnel entre más botellas, parece mentira que aún queden.

En el palco, cuentan después en Barcelona, la señora de Camilo Alonso Vega, ministro de Gobernación, está muy afligida. Le dice a Bernabéu: “¡Qué desgracia, hemos perdido!” Su marido le reconviene: “Felicita al presidente del Barça…” Y ella se vuelve hacia este: “¡Ah, sí, perdón! Felicidades. Porque Cataluña también es España, ¿verdad?” A lo que Narcís de Carreras responde: “Señora, no fotem”.
El Barça se va con su Copa y queda la polvareda. ¿Merece el Madrid una sanción? La federación no lo aplica, porque estima que es ella la organizadora del partido, no el Madrid. Eso provoca enfado en el mundo culé. Eso sí: antes de comenzar la Liga siguiente, la federación emitió una circular prohibiendo despachar envases de vidrio en los estadios. Desde entonces debían ser previamente escanciados por el expendedor en vasos de plástico. Eso provocaba grandes colas en las barras, retrasos y barullos, lo que hizo que todas las aficiones de España pagaran en cierto modo la zaragata.

Respecto a Rigo, quedó marcado. Llegó a estar recusado por nueve clubes. En 1975, la federación, que entonces presidía Porta, le relacionó con una trama de árbitros cuya cabeza era el madrileño Antonio Camacho, que supuestamente se ofrecían para venderse. El asunto trascendió en sus detalles (algún día lo contaré en esta sección), pero no hubo sanción oficial. Simplemente, se les fue apartando. Rigo cayó en ese viaje, aunque la relación con la trama nunca estuvo clara. Para el Barça, la eliminación de Rigo fue un síntoma más del poder del Madrid. Para el Madrid, su designación para la final fue una concesión inaudita al Barça. Rigo ahora hace declaraciones de cuando en cuando. Dice que no era barcelonista ni antimadridista hasta aquella final, pero que desde ese día se convirtió en ambas cosas a la vez. 

Hay 17 Comentarios

O sea, que lo de los escándalos arbitrales a favor del Farça no es de hoy, viene de lejos... cachis! y nos habían tenido engañados todos estos años de democracia con eso de que el Madrid era "el equipo de Franco", Jajajajajajaja!!!!

Bueno, es que hay datos salpicados a lo largo del relato que tienen mandanga. El Bernabéu, campo neutral. ¡Chúpate esa! Rigo, el árbitro culé, resulta que estaba el segundo en el orden de preferencias del Madrid. ¡Arrea! Y la imagen del portero del Barcelona protegiéndose de los botellazos debajo de las redes de la portería resulta dantesca. En resumen, que el Madrid perdió porque llegó con muchas bajas a la final y no mereció ganar, pero culpó al árbitro del resultado (en la crónica del partido no habla Relaño de ninguna decisión trascendental que perjudicara en el marcador al Realísimo). La historia de siempre. Y todavía nos quieren contar la película al revés, como si siguieran poniendo el NODO en los cines.

Ni victimistas ni cuentos chinos. El Madrid recibió todo tipo de ayudas durante el Régimen por ser el equipo acunado como el equipo de España. El que no vea esto o es ciego o tiene muy poca edad.
Lo del Villarato es otro invento merengue que llevan toda la vida buscando excusas cuando pierden. Estaban tan acostumbrados a que les ayudaran externamente para ganar que cuando con el paso del tiempo todo se ha ido poniendo en su sitio, y a pesar de seguir con ventaja, no han sabido asumir que han pasado a ser unos segundones y buscan donde agarrarse.

¿Dónde está el premio a los árbitros que se equivocaban a favor del Barça? Menuda chorrada. Hablemos de ejemplos concretos y vemos como quedan con el culo al aire.
A lo que se refería Relaño es a que el Barça igualó fuerzas en los estamentos y eso el Madrid no lo puede asumir. Ellos han jugado siempre con ventaja y si alguien osa igualar fuerzas para ellos eso ya es una barbaridad.
En el vocabulario merengue no entra competir en igualdad de condiciones porque les acostumbraron muy mal.

Y a mi que no me vengan con cuentos que tengo 74 años y lo he vivido y visto con mis propios ojos.

Los de la mesesta llevan toda la vida reinventando la historia y engañando a la gente y hay algunos abducidos que se lo han creido por puro interés. Entre los comentaristas tenemos algún ejemplo. Pena de país y lamentable ejemplo para el deporte la historia del Madrid.

Nvm: Pese a lo que dices, que es verdad, ganasteis esa final, con Paco Medallas en el palco y entregándoos la Copa. Entonces, ¿a qué vienen las acusaciones que hacéis de que el Madrid era el equipo del omnipotente Paco Medallas? Sois victimistas por naturaleza y os quejáis por vicio.

La final, en el Bernabeu! Joder, que manera de favorecer al Barsa, jajaja! Como sois, madridistas, un festival del humor continuo

Y los culeretes de los "valors",el "seny" y el "fair play", los que reinventan la historia a su antojo, los victimistas de toda la vida,que siguen buscando manos negras contra ellos, nos han querido vender que siempre se les ha perseguido a ellos desde el centralismo español desde el famoso penalty de Guruceta, pobrecitos, y luego resulta que este árbitro, Rigo, les benefició en aquella final, con el tio Paco en el palco,pobrecitos...Este árbitro,Rigo, reconoció en una entrevista, que no tenía simpatia por el R.Madrid... Como siempre estas "victimas" que reiventan la historia...

Sinceramente, no creo que Relaño tenga en mente todo eso que le atribuís: no decir expresamente algo, sólo insinuarlo, y manipular a la gente poco a poco sin que se percate de estar siendo manipulada. Todo eso me parece muy rebuscado. En mi opinión, Relaño no da el perfil de esa mente aviesa que vosotros veis. Lo que hace Relaño es denunciar que Villar tiene un modo muy personal de entender las atribuciones de su cargo y que ejerce éste conforme a ese particular criterio. A eso es a lo que él llama "villarato" (término que me parece muy apropiado para referirse a esa idea que él expresa). El villarato no consiste simplemente en la cuestión de los arbitrajes, que es sólo una de las manifestaciones del villarato. Así lo ha explicado él muchas veces. Y en lo que se refiere a ese aspecto concreto del villarato, Relaño se limita a constatar que mientras los errores arbitrales graves a favor del Barcelona conllevan premio para el árbitro, los errores arbitrales graves a favor del Madrid conllevan que el árbitro sea castigado, de todo lo cual él ofrece varios ejemplos. Esto es algo objetivo (no cabe hablar de manipulaciones), por lo que, para rebatir su teoría del villarato en este concreto aspecto de los arbitrajes, lo que hace falta es aportar otros ejemplos en los que haya sucedido al revés: que se haya castigado al árbitro que se equivocó a favor del Barcelona y se haya premiado al que se equivocó a favor del Madrid. Mientras no se haga eso, su teoría del villarato, en esta vertiente arbitral, seguirá siendo muy plausible. Y, desde luego, yo no veo ninguna insinuación de nada en todo esto, y mucho menos con pretensiones manipuladoras. Relaño dice lo que dice y lo hace bien claro: que los árbitros que se equivocan a favor del Barcelona son premiados y los que se equivocan a favor del Madrid son castigados.

no estoy conforme con lo que me decis

Al nombre de este blog le sobra "Y Negro" .Viniendo del "TIRA PIEDRAS Y ESCONDE MANOS" de Relaño debiera llamarse MEMORIAS EN BLANCO

Relaño, siempre demostrando que es un gran manipulador, es capaz de cambiar una linea para querer demostrar un fuera de juego Barça, ignorando siempre las grandes ayudas que recibe su r madrid, esto es un señor que algunos denominan periodista, para mi es un asalariado del ser "superior"

Santi,
Relaño nunca ha hablado literalmente de "amaños", es más habil. Deja caer, en medio de elogios futbolísticos al equipo, insinuaciones y medias verdades, que poco a poco van calando. No deja de ser un manipulador con buenas palabras: "Que se consiga el efecto sin que se note el cuidado".

Aureliano Buendía y Sise, vuestros insultos os descalifican por completo. ¿Por qué no exponéis vuestras opiniones sin insultar? Por favor, demostrad que sois gente civilizada y no faltéis al respeto a los demás. Supongo que a vosotros no os gustaría que os llamasen "villanos", "gentuza" o "pestilentes". Si no sois capaces de opinar sin insultar, es mejor que os abstengáis de participar en el debate.
Por último, Aureliano Buendía, tienes una idea muy equivocada de lo que Relaño dijo que es el villarato. Él nunca ha dicho que Villar amañara partidos e influyese en los arbitrajes para que ganara el Barcelona.

Es curioso como desde Madrid a los pocos árbitros decentes que había y no aceptaban los sobornos del Madrid les inventaban historias de amaños para desacreditarlos. Menuda mafias estos blancuzos pestilentes. Los números en su contexto no engañan. Miren los penaltis pitados en la historia de la Liga a Barça y Madrid: http://xurl.es/zviyc

Una nueva lección de un maestro de periodistas, y de los pocos que honran la profesión en la especialidad deportiva.

Esta es la clase "gentuza" que envenena la que podría ser una gran liga de futbol. Pedrerol, de Jugones, dedica todo el programa posterior a la derrota del Madrid a un supuesto pisotón de Busquets a la cara Pepe. De haberlo pisado, lo habría herido, las botas llevan "tapones" y Pepe, que hace el artista cuando no lo han tocado, si realmente hubiera sido pisado, todavía estaría gritando. Pero todo el programa es la repetición del tal pisotón, lo pasan unas 30 a 40 veces. Y ésto es muy negativo para el Madrid, porque es disimular una derrota e impedir la autocrítica, y el colmo llega cuando CR7 y Ramos hacen un ataque al árbitro digno de Perry Mason.... y nadie les dice nada!!! siendo que las imágenes demuestran que el único penalty que no lo fue, es el que dan a favor del Madrid (donde estaba Sanchez Arminio, que amenazó con graves cargos a Piqué porque dijo la palabra " premeditación???? Del pistón de Pepe a Messi, que sí lo fue, hasta el punto de que Pepe salió a pedir publicamente disculpas, de esto, los "relaños" de turno dijeron poco y nada. Y el comité de competición no da a Pepe ni un día de castigo cuando unas imágenes de esa agresión recorrieron las televisiones del mundo. Pero difama que algo queda.... quiénquiera que arbitre la final de la copa, ya sabe lo que le espera si no pita a favor del Madrid...ESTO SI QUE ES PREMEDITACIÓN.

Lo que es realmente alucinante, es que un diario del prestigio como El País, le de cabida a un sujeto como Relaño: Este personaje, cuando el Barça empezó a ganarlo todo ( a ganar incluso por cantidad de titulares el 75% del mundial y los dos Europeos) éste personaje, decíamos, inventó el "Villarato" Esta infamia venía a decir, que Villar, el presidente de la Federación Española, AMAÑABA los partidos e influía en los rabitrajes para que el Barça ganara. Es decir, que Valdez, Piqué, Pujol, Busquets, Alba, Xavi, Iniesta ,Pedro, y luego Villa, todos ellos titulares de La Roja, ganaban en la liga por las trampas del Villarato. ¿ Se dan cuenta el desprestigio que ha sido ésta CANALLADA de Relaño para la imagen del Futbol Español? En un país donde la infamia fuera castigada, este tal Relaño no podría ejercer el "periodismo", pero en España, donde todo vale, donde una cadena de la conferencia eopiscopal acusa a los mismos jugadores de "drogadictos" ( y envía al día siguiente a una inpeccción anti doping que NO encuentra nada) en España, donde los "Pedreroles" y los "Relaños" tienen licencia para difamar, estos villanos publican notas en diarios como El País ( al que desde hoy, dejaré de leer)

que raro que el periolisto de Relaño en vez de hablar de los animales que intentaron agredir , deje caer insinuaciones sobre que el arbitro favorecia al Barcelona. Es lo unico que sabe hacer este personaje. Que pena que se le olvide siempre decir de que equipo eran socios los miembros del comite de arbitros y del comite de competicion.

Este hombre sigue el lema de "echa mierda que algo queda"

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Memorias en Blanco y Negro

Sobre el blog

Este blog pretende rescatar la memoria vivida en el deporte.

Sobre el autor

Alfredo Relaño

es director de AS y antes de ello fue sucesivamente responsable de los deportes en El País, la SER y Canal +. No vio nacer el cine, como Alberti, pero sí llegó al mundo a tiempo de ver jugar a Di Stéfano y Kubala, escalar montañas a Bahamontes y ganar sus primeras carreras a Nieto. ¡Y ya no se morirá sin ver a España campeona del mundo de fútbol!

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