El pasado día 2 de febrero se firmó el acuerdo económico y social que, entre otras medidas, permite la reforma del sistema de pensiones y las políticas activas de empleo. Un pacto que en un primer momento era visto como necesario por todos los actores sociales y políticos implicados, sin embargo, una vez plasmado en un documento, no ha complacido a todos por igual. Sus firmantes (el Gobierno, los sindicatos y la patronal) subrayaron sus aspectos positivos: el Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a compararlos con los Pactos de la Moncloa firmados en 1977 durante la presidencia de Adolfo Suárez; el líder de UGT, Cándido Méndez, habló de “un remedio eficaz” contra la crisis; y el recién elegido presidente de la CEOE, Juan Rosell, dijo: “No solo es un titular, sino que tiene un contenido”. Pero los sectores sociales a los que representan cada uno de estos actores institucionales firmantes del pacto, esto es, el conjunto de la ciudadanía en el caso del Gobierno, los trabajadores en el caso de los sindicatos y los empresarios en el de la patronal, muestran una común y mayoritaria disconformidad con dicho acuerdo.
La causa principal de este deficitario respaldo hacia el pacto social se debe fundamentalmente al rechazo generalizado de los términos básicos del mismo: amplias mayorías de las tres partes representadas —ciudadanía, trabajadores y empresarios— están en desacuerdo con la ampliación de la edad de jubilación de 65 a 67 años, con el incremento del periodo de cotización y con la modificación del plazo mínimo de cotización para el cálculo de la prestación. Tan solo los aspectos relativos al fomento de la conciliación de la vida laboral y familiar y a la contabilización de la cotización de los becarios en este nuevo modelo de jubilación obtienen un apoyo mayoritario. La crítica se radicaliza al evaluar la actuación para la consecución del pacto de cada una de las partes firmantes: todas son calificadas con puntuaciones muy por debajo del valor medio de la escala de 0 a 10 puntos. Este claro paralelismo de opiniones se produce también respecto al negativo diagnóstico de la situación económica de España y sobre su evolución a corto plazo.
Los empresarios son algo más críticos que los ciudadanos y los trabajadores en su evaluación sobre la situación economía actual y en su percepción sobre el final de la crisis española. Sin embargo, perciben cierta mejora en otras zonas del mundo que, según los organismos económicos internacionales, ya han retomado la senda del crecimiento económico. En este sentido, ha aumentado en el último mes el número de empresarios españoles que ven cada vez más cerca el final de la crisis mundial. Este presagio, sin duda, debe tenerse en cuenta, ya que el empresariado patrio ha demostrado ser el mejor, y prácticamente el único, predictor económico fiable: recuérdese que, solo unos meses antes del inicio de la gran recesión, el empresariado auguró una fuerte caída de la economía a corto plazo, tal y como detectó la oleada de abril de 2007 del Barómetro de Clima Empresarial elaborado por Metroscopia.
En todo caso, quizá, lo más relevante de estos datos no sea tanto el grado de acuerdo existente entre la opinión de los ciudadanos en su conjunto, de los trabajadores y de los empresarios españoles en lo que respecta a la situación económica actual y a la firma del pacto social y económico, como la constatación de lo que podría denominarse un déficit de representatividad institucional. Los ciudadanos, los trabajadores y los empresarios mantienen unas opiniones coincidentes entre sí pero radicalmente diferentes de las que sostienen quienes, al menos en teoría, representan y defienden sus intereses.
¿Cómo explicar este divorcio entre representantes y representados? Probablemente guarde una estrecha relación con la duración de la crisis, que va camino de su cuarto año consecutivo. Es en momentos como este cuando los conflictos tienden a agudizarse y cuando se escenifican las tensiones hasta entonces latentes. En el caso del Gobierno de España, los datos que mensualmente arroja el Barómetro de Clima Social que Metroscopia realiza para El País no dejan lugar a la duda: es ya evidente su divorcio no solo con el conjunto de la ciudadanía sino, incluso, con su propio electorado. Los sindicatos, por su parte, no han sabido canalizar el descontento de los trabajadores, como quedó patente en su limitada capacidad movilizadora con motivo de la huelga general que ellos mismos convocaron el pasado 29 de septiembre. Tampoco la patronal se ha librado de sus propias disputas internas, y en el mes de diciembre de 2010, la confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) tuvo que convocar elecciones anticipadas tras la crisis de dirección consecuencia de los problemas económicos de su anterior presidente, Gerardo Díaz Ferrán, y al que el propio presidente de la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme), Jesús Bárcenas, acusó de no representar a los empresarios.
Parece, así, que será la evolución de la economía ligada al desarrollo de este pacto social y económico firmado por el Gobierno, los sindicatos y la patronal, la que, probablemente, determine si esta disparidad de opiniones y este alejamiento entre representantes y representados es el inicio de una crisis de mayor calado que termine por dañar incluso la legitimidad de los primeros, o bien no pase de un simple desencuentro coyuntural y pasajero.
Este artículo ha sido escrito por José Pablo Ferrándiz y Silvia Bravo
Hay 3 Comentarios
Para eso estamos los ciudadanos, para cortar de raíz la toma de decisiones que consideramos ajenas a nuestros anhelos e intereses. Lo que ocurre es que nos estamos acostumbrando que nos pateen el culo por ambas nalgas, en lugar de buscar acomodo y respuesta en otros ámbitos, en otras realidades.
http://pocoquedecir.wordpress.com/2011/04/05/una-banca-publica-para-una-recuperacion-colectiva/
Publicado por: Tinejo | 06/04/2011 15:41:26
¿que entien por legitima reclamacion? ¿por la misma razón, pues, habrá que recoger firmas para traer el acueducto de Segovia de vuelta a Roma?
Publicado por: perPerePete | 06/04/2011 14:30:53
Se han recogido mas de 9.500 firmas para traer el cuadro “Guernica” de Picasso a Gernika.
Pedimos tu adhesión a la que creemos legítima reclamación de trasladar definitivamente el cuadro, “Guernica-Gernikara”.
http://www.guernicagernikara.net/home/?page_id=80
Publicado por: Guernica Gernikara | 06/04/2011 11:51:23