Pocos fueron los españoles que siguieron el enfrentamiento entre el Presidente del Gobierno y el principal líder de la oposición en el debate del estado de la nación, según los datos de audiencia que han trascendido, pero la sensación mayoritaria (43%) entre aquellos ciudadanos que han visto, han escuchado o han leído algo acerca del debate es que no hubo un claro ganador. Este es el segundo año consecutivo en el que se da esta circunstancia. El porcentaje de españoles que no se decantaban por uno u otro líder a la hora de adjudicar la victoria (un 39%) predominaba también sobre cualquier otro en el sondeo de Metroscopia del año pasado.
Esta aparente igualdad en el debate no es producto, sin embargo, de una lucha de titanes políticos cuya capacidad para la oratoria, la convicción o la comunicación dificulte a los ciudadanos su decisión sobre quién ha sido el vencedor. No. En las dos ocasiones, 2010 y 2011, la pelea es por abajo. En el enfrentamiento de este año, la mayoría de los españoles cree que ni Zapatero (53%) ni Rajoy (52%) han dado la sensación de estar a la altura de lo que en las actuales circunstancias cabía esperar de un líder político. El año pasado, uno de cada tres españoles pensaba que ni Zapatero ni Rajoy sabían claramente cuál era la situación del país y qué se podía hacer para remediarla, y una proporción similar consideraba que ninguno de los dos líderes estaba preparado para gobernar España en aquellos momentos. En definitiva, la percepción ciudadana era y sigue siendo de una clara falta de liderazgo político por ambos lados.
Entre aquellos que piensan que sí ha habido un ganador, el 31% señala a Mariano Rajoy (32% el año pasado). La diferencia con respecto a Zapatero ha pasado de tres a cinco puntos.
La ventaja de Rajoy en ambos debates se sustenta en un mismo hecho: el líder popular convence más a sus votantes que Zapatero a los suyos. En el debate de este año, un 75% del electorado popular distingue a Rajoy como ganador, frente a 42% del electorado socialista que se queda con Zapatero. Estos porcentajes, el año pasado, favorecían también al líder popular: 66% frente a 60%. Es decir, Rajoy cada vez convence más a sus votantes y Zapatero menos a los suyos. La cuestión que queda por dilucidar es si en el tiempo que queda para las elecciones, Rajoy será capaz de mantener o incluso aumentar este apoyo y si Rubalcaba va a heredar o no este desapego del electorado socialista con el líder del PSOE.