Estamos peor que antes pero vamos a mejorar. Esto es lo que los españoles opinamos acerca de nuestras condiciones de vida. Venimos a decir que nos encontramos en una situación de estancamiento: hace cinco años nuestras condiciones posibles de vida eran sustancialmente mejores que las de ahora, pero creemos que dentro de cinco años serán mejores que las actuales, aunque sin llegar a ser tan buenas como hace un lustro.
Los españoles nos situamos ahora, en promedio, en un 5.6 (dentro de una escala de 0 a 10, en la que el 0 representa las peores condiciones de vida posibles y el 10 las mejores posibles) y consideramos que hace cinco años —es decir, en el 2006, año en el que la situación económica de España no preocupaba y la única crisis, quizá, fuera la de los fumadores al entrar en vigor la primera “Ley antitabaco”— nos colocábamos en el 7.3. Una caída de casi dos puntos en cinco años. Ahora bien, aun en momentos tan críticos como los actuales, los ciudadanos tiramos de optimismo y nos vemos dentro de cinco años en el 6.1: mejor que ahora aunque sin llegar a los niveles de 2006.
La situación actual de estancamiento difiere de la que estaba presente en la sociedad española tanto a finales de la década de los 60 como a comienzos de los años 80 del siglo pasado.
En el año 1967 —en pleno período del denominado desarrollismo durante la dictadura de Franco—, los españoles sentíamos que nuestras condiciones de vida se encontraban, en ese momento, en plena evolución ascendente: veníamos de una situación peor cinco años antes (4.6 frente al 5.7 en el que nos ubicábamos en ese momento) y preveíamos que cinco años después íbamos a estar mejor (en el 6.8).
En 1981, los españoles nos situábamos, en promedio, en el 6.6: el mismo punto en el que entendíamos que estábamos cinco años atrás —es decir, en 1976, al poco de iniciarse la transición a la democracia— y 1.1 punto por debajo de donde nos esperábamos hallar un lustro después.
La gran diferencia entre estas tres fechas es, sobre todo, el actual menor optimismo con vistas al futuro cercano: tanto en 1967 como en 1981 la sociedad española pensaba que iba a estar sustancialmente mejor que en el pasado. Los españoles en 2011 confiamos en prosperar, pero parecemos resignados a afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor.