
En conjunto, el paquete de medidas anunciado hoy en el Congreso por el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para hacer frente a la actual situación económica es desaprobado por un 62% de los españoles y aprobado por un 21%. Una desaprobación que es mayoritaria en el caso de los votantes socialistas (89%), pero que también expresa un 30% de votantes populares (frente a un 47% que la aprueba). Al mismo tiempo, la abrumadora mayoría de los ciudadanos (76%) considera que estas medidas son insuficientes para sacar a nuestro país de la actual crisis que atraviesa. Una opinión que es compartida, además, por la mayoría de votantes del PSOE (81%) y también del PP (66%).

Tras la negativa evaluación de conjunto ampliamente mayoritaria parece estar pesando fundamentalmente la generalizada sensación de insuficiencia de los remedios propuestos más que un rechazo a los mismos. O por lo menos a todos: las medidas que tienen como destinatario el aparataje políticoinstitucional —esto es, los políticos, los partidos, los sindicatos y, en algún caso, los funcionarios— concitan el aplauso ciudadano, pero aquellas que inciden más directamente sobre amplios sectores ciudadanos —si no sobre todos, como es el caso del IVA— obtienen la desaprobación de la mayoría de los españoles.
Nueve de cada diez españoles (90%) aprueba la reducción de un 30% de los concejales, ocho de cada diez (85%) la reducción de un 20% de los subsidios a partidos y sindicatos; una proporción idéntica (79%) la fijación por parte del Gobierno de las retribuciones de alcaldes y ediles en función del tamaño de la localidad; y —en un porcentaje sustancialmente inferior— la reducción de los días libres que tienen ahora a su disposición los funcionarios (57%). Solo en esta última medida no hay coincidencia en las opiniones expresadas por los dos principales electorados: entre los votantes socialistas predominan (52%) quienes la desaprueban y entre los populares quienes, por el contrario, la aprueban (77%).
Las medidas que, en cambio, mayor rechazo suscitan son la subida del IVA general y del reducido (83%); la reducción de la prestación a los nuevos parados a partir del sexto mes (80%); la eliminación de la paga extraordinaria para todos los empleados públicos (77%); y la supresión de la deducción por la compra de vivienda (63%).

Al mismo tiempo, la idea ampliamente dominante (la expresa el 62% de la ciudadanía: 83% de los votantes socialistas y 32% de los populares) es que las medidas propuestas no van en la buena dirección para que España salga de la crisis. Unas medidas que, además, para un 74% de los ciudadanos (70% entre los votantes del PSOE y 69% entre los del PP) responden más a presiones externas sobre el Gobierno que a una decisión meditada y autónoma de este.
Los resultados de esta encuesta coinciden prácticamente con los del sondeo que EL PAÍS llevó a cabo el 13 de mayo de 2010, un día después de que José Luis Rodríguez Zapatero —presidente del Gobierno en aquellos momentos— presentara su propio paquete de medidas para hacer frente a la crisis. También hace dos años, y como ocurre hoy, la mayoría de los ciudadanos desaprobaba las medidas en su conjunto (46%), las consideraba insuficientes (74%) y pensaba que respondían a presiones externas (67%).
La diferencia más notable entre 2010 y 2012 es que si hace dos años la amplia mayoría de los ciudadanos (68%) consideraba que el partido de la oposición debía apoyar las medidas propuestas por el Gobierno, ahora la opinión está dividida: un 49% cree que debe apoyarlas frente a un 45% que piensa que no.

@JPFerrandiz