El balance que efectúa la ciudadanía española en tres de los temas que han predominado en la discusión pública a lo largo de este año que ahora concluye puede ser etiquetado como ideológicamente dividido en el caso de la petición de rescate a Europa, como receloso y firme en el tema de las pensiones y como sencillamente demoledor en lo que respecta a la ayuda a bancos y cajas en apuros.
Otra cosa —al margen de cuestiones más técnicas— es la razón por la que el Gobierno no ha pedido aún el rescate, y aquí el componente ideológico se hace más evidente: la amplia mayoría de los votantes del PSOE (70 %) lo atribuyen a la indecisión de Rajoy, que no sabe qué hacer; y dos de cada tres votantes del PP (62 %) lo interpretan como una decisión consciente que obedece a un plan del Presidente. Dos opiniones diferenciadas que se van polarizando cada vez más según pasa el tiempo: hace solo un mes estos porcentajes eran el 59 % entre los socialistas (11 puntos menos) y el 54 % entre los populares (ocho puntos menos).
En cuanto a la situación de nuestro sistema de pensiones, la ciudadanía tiende a pensar que es una exageración decir que podría acabar quebrando si no se toman ya medidas correctoras. Y esta idea es predominante tanto entre los votantes del PP como —en alguna mayor medida incluso— entre los del PSOE. La ausencia (o, en todo caso, la ineficacia) de explicaciones claras y convincentes a este respecto de nuestros responsables públicos (los de antes y los de ahora) resulta así clamorosa: los españoles no acaban de creerse que la cosa sea para tanto. Y, en consecuencia, se declaran en contra de las principales medidas correctoras del sistema que se han ido proponiendo (y tanto los votantes socialistas como —con diferencias solo de intensidad o de matiz— los populares).
Un tercer gran tema del año (la ayuda pública a entidades financieras en apuros) suscita una unanimidad crítica estrepitosa: el 92 % de todos los españoles cree que hay culpables concretos, con nombres y apellidos, de lo ocurrido en esas entidades; al mismo tiempo, un porcentaje similar (90 %) afirma —sin duda desde la que cabe imaginar cada vez más indignada perplejidad— que hasta ahora nadie les ha exigido responsabilidad alguna por sus actos. Y hay un tercer dato especialmente destacable: siete de cada diez españoles (64 % entre los votantes del PP, 79 % entre los del PSOE) declara que, por doloroso que pueda resultar para los pequeños accionistas de esas entidades financieras y por dañino que pudiera ser para la imagen exterior de nuestra economía, es preferible dejar que los bancos o cajas mal gestionados quiebren antes que utilizar para salvarlos dinero público que podría dedicarse a educación o sanidad. La ciudadanía española empieza a dar muestras cada vez más claras e intensas de rechazo y hartazgo ante un política de austeridad presupuestaria que nadie parece haberle explicado de forma convincente. En última instancia, el razonamiento ciudadano básico (que de forma clara trasluce tras todo este conjunto de datos) puede ser considerado, si se quiere, tan simplista e incluso demagógico como, a la vez, difícilmente rebatible: ¿por qué endeudar y empobrecer —quizá por decenios— al país para salvar a entidades concretas, víctimas de gestores tan incompetentes (cuando no corruptos) como, hasta ahora al menos, impunes y no, en cambio, para mantener un sistema educativo, sanitario y de pensiones percibido, de forma generalizada, como un motivo de orgullo nacional?
El texto es una adaptación algo más extensa del análisis publicado en la edición en papel de EL PAÍS el domingo 16 de diciembre de 2012 firmado por José Pablo Ferrándiz y José Juan Toharia.
En twitter @JPFerrandiz
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Hay 6 Comentarios
Estimado José Pablo: Ha hecho una evaluación real y humana de la situación actual que rige en España. Donde se han perdido los valores humanos y se imponen los valores poco éticos, protegiendo y no penalizando a los culpables de la ruina de España.
Ha reflejado la verdadera situación en este país.
Publicado por: Chantal Chamorro | 27/12/2012 20:27:10
pero hay alguien que apoye a Rajoy en este pais, ahora?
Publicado por: manhuel | 20/12/2012 7:19:53
Esto es como una pesadilla. Aún estamos a tiempo de intentar retomar la situación. Ni un céntimo mas para la banca en quiebra. Es imprescindible emplear recursos en la economía productiva a través de una banca pública. A quien pretendemos seguir engañando con la manida frase de que "como mal menor hay que salvar el sistema bancario". Si no hay dinero, no lo hay. Pero no es posible que no haya dinero para crear empleo, manteniendo sanidad y educación, y si lo haya para los bancos mal gestores, que han ido a la ruina.
http://fraesma.blogspot.com
Publicado por: FRAESMA | 19/12/2012 0:31:25
Si sabemos que hipotecar una vivienda es la ruina de la familia , es facil hacerse una idea si hipotecamos todo el país. La única diferencia es que el que hipoteca una vivienda ya no levanta cabeza en su vida y el que hipoteca un pais seguramente nos arruinara la vida a la clase obrera , pero el y sus secuaces los banqueros se harán más ricos y poderosos a costa nuestra, los hambrientos .
http://www.antoniolarrosa.com
Publicado por: ANTONIO LARROSA | 17/12/2012 20:26:47
EN DEFENSA DE LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS: http://iniciativadeclase.blogspot.com.es/2012/12/en-defensa-de-las-libertades.html
ALFON LIBERTAD:
http://iniciativadeclase.blogspot.com.es/2012/12/alfon-libertad.html
Publicado por: Iniciativa de Clase | 17/12/2012 19:45:23
Pese a quien pese hay que adelgazar la administración y el número de funcionarios "a dedo". Todos y cada uno de los partidos políticos se han dedicado a meter personas en cada una de las administraciones tanto del estado, como autonómicas como locales .... es completamente inasumible esta carga gracias a los partidos políticos que han arruinado el pais. descubre las novias de futbolistas más ardientes en http://www.alprimertoke.com
Publicado por: Fútbol, chicas y quinielas aqui | 17/12/2012 12:47:40