Autora: Mar Toharia Terán
Hoy, más de la mitad de los habitantes del planeta vive en ciudades, y se estima que en el año 2050 será el 70 %. En España, casi el 50 % de la población vive en núcleos de más de 75.000 habitantes. La fuerte expansión del proceso urbanizador ha generado cambios profundos en las formas de vida humana y pone en cuestión la sostenibilidad de los actuales ecosistemas urbanos y, por tanto, su capacidad para satisfacer las necesidades básicas de sus pobladores.
Según los principios del Desarrollo a Escala Humana, estas necesidades son finitas y clasificables: Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento, Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad. Los satisfactores (medios para satisfacerlas), sin embargo, son múltiples y difieren en cada contexto histórico y cultural. Así, desde su origen, las ciudades han regulado, bajo formas diversas, la provisión de alimentos, cobijo, protección y espacios de intercambio y comunicación para sus habitantes. Un proverbio medieval rezaba “el aire de la ciudad nos hace libres”: el florecimiento urbano representaba entonces un refugio ante el vasallaje y los poderes feudales. Pero las ciudades han tenido también que lidiar con los problemas sociales y medioambientales asociados a su crecimiento. En nuestro país, la huella ecológica ha crecido un 34 % en los últimos diez años. Y el modelo de ciudades difusas, segregadas funcional y socialmente, vertebradas por densas redes viarias y con un creciente consumo de suelo y energía, es actualmente un reto para la satisfacción de las necesidades humanas.
De hecho, la pobreza severa afecta a 3 millones de personas (el 6,4% de la población) en España, una cifra que se ha duplicado desde el 2007. Casi 23.000 personas viven sin hogar y la desigualdad social se incrementa (la población más rica concentra 7,5 veces más riqueza que el 20 % más pobre). Por otro lado, en el último año, ha aumentado más de un 20 % el consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Además, según Cáritas, la necesidad no económica más demandada es la escucha (espacios donde hablar) y la relación con otros (espacios de ayuda mutua frente al aislamiento) es la segunda . En Madrid, la ciudad más poblada del país, el 52 % de los habitantes manifiesta que no se fomenta la participación urbana y el 58 % que no es justa e igualitaria. Datos que probablemente tienen relación con que el 48 % de la población considere que la felicidad de los españoles se sitúa en un 4 o un 5 (en una escala en la que 0 es el mínimo y 10 el máximo de felicidad).
Ante todo ello, aumentan las iniciativas ciudadanas que buscan construir ecosistemas más sostenibles -en sus dimensiones social, económica y ecológica (cotrabajo, redes de intercambio, recuperación de espacios públicos, consumo colaborativo, movilidad sostenible, etc.). Quizá estas contribuyan, poco a poco, a la creación de ciudades más "satisfactoras", pensadas a una escala humana.
Mar Toharia Terán es geógrafa y analista de Metroscopia
(Ilustración: MTT)
Hay 4 Comentarios
Solo cincuenta años atrás, en España teníamos muchos de nuestros pueblos medianos y pequeños, llenos de gentes de todas las edades, clases y condición.
Algunos a tiempo parcial.
Había incluso una gran masa de familias de temporeros, que llegada la época de la recolección se desplazaban a las fincas y señoríos con mujeres e hijos.
Emigrando tanto por dentro, como a fuera de España.
Con el hato en la espalda.
Compartiendo a veces recintos de la finca, separados por chamizos, donde vivían la temporada de trabajo.
Más o menos hacinados.
Y después de acabada la estación, de vuelta al pueblo, con el dinero guardado de las peonadas dadas por todos, claro está.
Los mayores y los hijos, incluso los pequeños trabajaban en los servicios menores.
Eran otros tiempos.
Y había que salir adelante con lo que había, las gentes sencillas, tirando de candil, de árnicas, y de fajas.
Que quien no trabajaba la peonada, no cobraba.
Sin seguro.
Ni seguridad social.
El tirón lo dieron las obras de construcción, las contratas con el despertar de la industria incipiente.
En las grandes capitales.
Donde había escuelas, coches, y la gente endomingada, trabajos de ocho horas, alquileres, y agua corriente en los pisos.
Como personas decentes.
Andando todos los vecinos por la calle sin descubrirse la cabeza ante ningún señor, porque todo el mundo eran señores y señoras.
Y ese tirón social se fue llevando a la gente de los pueblos a las ciudades.
Cosa que se comprende como natural.
Hoy el campo está solo, las fincas con máquinas no necesitan gentes.
Sin servicios, no hay criaturas, ni escuelas, ni medios.
Solo el campo y los pájaros.
Y las carreteras.
Publicado por: Torcuato | 28/10/2013 10:01:15
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Publicado por: kons73 | 27/10/2013 23:31:56
“No creo en las encuestas”. Mal empezamos... Es tanto como decir “no creo en los termómetros”. Las encuestas, como los termómetros, no son una cuestión de fe, pertenecen al mundo más humilde y pragmático de la medición. Si están bien hechas, son una herramienta para medir, y así describir, los estados de opinión de una sociedad en un momento determinado. Los datos están ahí y son los mismos para todos. Otra cosa es cómo se analizan e interpretan..." No diría tanto que como los termómetros, ni hablar. Una cuestión esencial a considerar es... cómo se cocinan. Y para que una encuesta nos resulte válida y fiable -relativamente válida y fiable, más o menos fiable-, aparte de tener que cumplir con unos requisitos que cada día son más complejos, debe mostrar públicamente cómo se cocinó, es decir, informar exhaustivamente sobre los parámetros con los que se trabajó. Un ejemplo de solo un aspecto a considerar: la forma en que se redactan las preguntas pueden provocar una gran diferencia en las respuestas, en tanto que se sabe que estas están asociadas, estrecha y precisamente, a dicha redacción.
Publicado por: Hanna | 26/10/2013 17:19:54
Yo vivo en la montaña desde hace 7 años y lo recomiendo a todo el mundo. Es la mejor elección que hice nunca. Además de la tranquilidad y el aire sano, te permite vivir necesitando menos porque puedes cultivar tus propios productos y es un gran ahorro. Además mantiene mi figura estilizada como pueden comprobar: http://xurl.es/bcpng
Publicado por: Sonia | 25/10/2013 17:16:46