Estado de ánimo de la ciudadanía catalana en la semana previa a la Diada 2014

          

1. El futuro: más preocupación que ilusión.

Actualmente coexisten una Cataluña preocupada por su futuro junto a otra ilusionada por lo que espera de este. La preocupación está más extendida (dice sentirla un ampliamente mayoritario 67% de los catalanes), y es prácticamente masiva entre los potenciales votantes de ICV (71%), Podemos (74%), Ciutadans (81%), PSC (83%) y PPC (83%); la ilusión (que dice sentir el 43% de la ciudadanía) predomina con claridad únicamente entre los posibles futuros votantes de CiU (65%) y, sobre todo, de ERC (76%).

2.   ¿Será posible la independencia? 

Solo entre los votantes de ERC predominan claramente quienes creen posible la independencia en un futuro no lejano. Entre los propios votantes de CiU las opiniones se dividen casi por mitades. En el resto de los electorados la opinión inequívocamente dominante es que la independencia tiene muy pocas, o nulas, probabilidades de llegar a ser realidad. Y, en este septiembre, entre el conjunto de los catalanes, la opinión escéptico-pesimista pasa a ser expresada por un porcentaje que es 7 puntos superior al de hace solo dos meses (60% frente a 53%).

3.   ¿Quién marca ahora el ritmo político en Cataluña?

Los catalanes lo tienen claro: Junqueras y ERC.  Lo piensa así el 55% (porcentaje que sube al 61% entre los votantes de ERC y al 74% entre los de PSC, PPC y Ciutadans). Tan solo entre los potenciales votantes de CiU predomina (55% frente a 38%) la idea de que son Artur Mas y CiU quienes controlan los mandos.

4.   El caso Pujol y el movimiento soberanista

Solo entre los votantes de ERC son algo más numerosos (48% frente a 35%) quienes piensan que el “caso Pujol” no tendrá efecto negativo alguno sobre el proceso soberanista. Entre los votantes de CiU las opiniones se dividen. En el resto de los electorados predomina ampliamente la idea de que este asunto tendrá efectos negativos para el actual proceso hacia la independencia.

5.     La consulta del 9-N

Si, como cabe presumir, el Gobierno de España recurre ante el Tribunal Constitucional (TC) la convocatoria de la consulta prevista para el próximo 9 de noviembre y este suspende su celebración, ¿qué debería hacerse? Los catalanes tienen las ideas muy claras:

• La opinión predominante (que la expresa un 45%) es que se debe acatar la decisión del TC y proceder a negociar una nueva consulta que se ajuste a la legalidad constitucional.

• La segunda opción más mencionada (25%) es la búsqueda de una salida a la actual situación que no requiera una consulta. No deja de ser relevante que hasta un 24% de potenciales votantes de CiU opten por esta alternativa.

• Tan solo un 23% (que sube hasta el 55% entre los futuros votantes de ERC, y al 43% entre los de CiU) se inclina por ignorar al TC y celebrar de todos modos la consulta.

6.     La “tercera vía”

Lo que se presenta como posible “tercera vía” (“que Cataluña siga formando parte de España pero con nuevas y blindadas competencias en exclusiva”) es la alternativa preferida: se pronuncia ahora por ella un 42% de los catalanes (cuatro puntos más que hace dos meses), frente a un 27% que seguirían prefiriendo la independencia y un 19% que desearía que las cosas siguieran como ahora están. Tan solo entre los votantes de ERC y —en menor medida— entre los de CiU son mayoría clara quienes no consideran otra alternativa que la independencia.

7.   ¿Elecciones “soberanistas”?

• De no poderse, finalmente, celebrar la consulta anunciada para el 9-N, dos de cada tres catalanes (67%), y ahora como en el pasado mes de mayo, consideran que lo procedente sería anticipar las elecciones autonómicas. En esto coinciden, llamativamente, todos los electorados.

• Ahora bien, tan solo entre los votantes de CiU y de ERC predominan (y por un reducido margen) los partidarios de que esta anticipadas elecciones tengan carácter plebiscitario. En el conjunto de la ciudadanía predominan, por el contrario, claramente (en proporción de dos a uno: 61% frente a 29%) quienes piensan que deberán ser elecciones normales, en que cada partido se presente por separado, sin frentismos de ningún tipo.

 

 

 

 

 

 

 

 Fotografía de Toni Hermos Pulido

Comments

[Publicado por: Pinnacle Minds]

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[Publicado por: Olite]

No es una fiesta, que luego de pasada solo nos queda la resaca, y a otra cosa.
La propuesta son palabras mayores que van más allá de los rife rafes consabidos.
El socorrido: ...Y tú más. Pero que al día siguiente todo el mundo sigue en lo suyo, hablando del fútbol o del trabajo, o de las vacaciones.
El punto y aparte planteado al calor de la epopeya de un pasado, no puede oscurecer lo que significa tomar una decisión de esta envergadura en este presente.
Salvo que sea un órdago.
Para reclamar mayor miramiento y seriedad en el tratamiento de la honra, del honor, y de los números de la cocina que es donde vamos a pedir el pan diario.
Para que no se nos siga mirando por encima del hombro, como si tal cosa.
Eso se entendería, aun el riesgo de empujar a los morlacos contra la cerca y que esta ceda y se rompa, siendo luego el trabajo de meter otra vez en el cercado al ganado descarriado.
Pagando el doble del gasto, y aun contentos, como ya ocurrió en otra época de funesto recuerdo.
pues no es lo mismo navegar en barco grande que en pequeño, sobre todo si nos hemos de adentrar en el mar abierto, donde soplan todo tipo de borrascas.