Gráficos y Cuadros de datos del sondeo de Metroscopia para EL PAÍS llevado a cabo tras la decisión del Tribunal Constitucional de admitir a trámite los recursos del Gobierno contra la ley de consultas, aprobada por el Parlamento catalán el pasado día 19, y el decreto de convocatoria del referéndum de soberanía del 9 de noviembre de 2014.
INTENCIÓN DIRECTA DE VOTO
La intención directa de voto equivale a la voz de la calle. Es lo que, en este caso, los catalanes responden de forma directa y espontánea cuando se les pregunta por su comportamiento electoral más probable. Es un dato clave para captar el estado de opinión predominante, pero debe ser interpretado con cautela pues no siempre refleja todo lo que los electores piensan, sino sólo lo que deciden revelar al ser preguntados. Distintos factores de coacción ambiental hacen que la verbalización de las distintas opciones ideológicas (su probabilidad de ser expresadas de forma espontánea y natural) no sea siempre la misma. La intención directa de voto (IDV) es, así, sometida a una serie de procesos de ajuste (a partir, fundamentalmente, del recuerdo de voto, de la fidelidad de voto, de la tasa de participación estimada, de la valoración por cada grupo de votantes de la gestión de cada partido y de sus líderes y de otros datos complementarios proporcionados por el sondeo sobre el estado de ánimo general de las personas entrevistadas) que permitan estimar cuál es, en esas circunstancias, el resultado más probablemente esperable. Obviamente, a partir de una misma IDV sería posible, utilizando otros criterios analíticos e interpretativos, obtener estimaciones de resultado electoral no necesariamente coincidentes con la que aquí se ofrece. La estimación de voto probable, por tanto, no es ya un dato directamente conseguido de la ciudadanía, sino una interpretación de sus declaraciones realizada a partir de unos supuestos determinados (lo que se conoce como “cocina electoral”). Aunque con frecuencia, por un uso descuidado, se confunda intención directa de voto y voto probable estimado, en realidad son cosas distintas. Una intención directa de voto muy elevada puede terminar, tras ser procesada, en una estimación de voto probable más reducida, o a la inversa. La IDV se compara con el resultado real que cada partido obtuvo sobre el Censo de residentes. Por su parte, los datos de voto estimado se comparan con el resultado real de cada partido sobre el total de votos válidos.
En este sondeo de octubre de 2014 la intención directa de voto es la siguiente:
Ficha Técnica: sondeo de METROSCOPIA, efectuado mediante entrevistas telefónicas, a una muestra de 1.000 residentes en Cataluña mayores de 18 años, con distribución proporcional entre los diferentes niveles de hábitat, con cuotas de sexo y edad para la última unidad muestral (persona entrevistada). Partiendo de los criterios del muestreo aleatorio simple, para un nivel de confianza del 95.5 % (que es el habitualmente adoptado) y asumiendo los principios del muestreo aleatorio simple, en la hipótesis más desfavorable de máxima indeterminación (p=q=50%), el error de muestreo que corresponde a los datos referidos al total de la muestra es ± 3.2 puntos. El estudio se realizó entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre 2014.
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