• El 79% de los españoles (diez puntos menos que en enero de 2014) piensa que, en conjunto, la situación económica de España sigue siendo mala. Lo afirma incluso el 51% de los votantes del PP. Pese a ello, el 64% (cifra superior en 6 puntos a la de enero de 2014) encara el nuevo año con optimismo.
• En líneas generales, los datos referidos a la situación económica y social española registran por primera vez una inflexión, moderada pero clara, en sentido positivo: aumentan quienes creen que en el nuevo año les irá mejor que en el anterior, los que definen como buena su situación económica familiar, los que creen que en adelante esta mejorará y, sobre todo, los que piensan que la situación económica del país va a ir a mejor.
• Este incipiente menor pesimismo es menos claramente perceptible en el caso del paro: un 63% (frente al 65% en enero de 2014) sigue pensando que va a seguir igual de alto que hasta ahora, o incluso más.
• En el terreno político, la ausencia de liderazgos claros sigue siendo clamorosa, lo que realza aún más el grado de aprobación que merece el rey Felipe VI. Este consigue un saldo evaluativo positivo (+57) que supone un récord histórico y que contrasta fuertemente con la clara censura ciudadana a la práctica totalidad de la clase política. El Rey obtiene un saldo evaluativo positivo en todos los electorados: +8 entre los futuros votantes de IU, +31 entre los de Podemos, +75 entre los del PSOE, +76 entre los de UPyD, +85 entre los de Ciudadanos y +88 entre los del PP.
• En estos momentos, entre las principales figuras de la vida política nacional, tan solo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, obtiene un saldo evaluativo positivo (+5), y es además el que recibe una mejor evaluación de sus potenciales votantes (un llamativo +92; véase Cuadro 3). Pablo Iglesias, que en noviembre de 2014 fuera la única figura política que no suspendió (con un saldo evaluativo mínimamente positivo: +1) registra ahora un saldo de -13 (que, entre sus potenciales votantes, pasa a ser de +72: cifra 20 puntos inferior a la que consigue Rivera entre los suyos). El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con un saldo negativo de -50 (que, entre quienes dicen que volverán a votarle es de +70) sigue siendo la figura pública peor evaluada por el conjunto de la ciudadanía. En el caso del PP y del PSOE ha de tenerse en cuenta que la opinión recogida es la que expresan quienes dicen que van a seguir votando a esos partidos, no la de quienes les votaron en 2011: es decir, se trata de los respectivos “núcleos duros” de votantes, los especialmente fieles e identificados con tales siglas.
INTENCIÓN DIRECTA DE VOTO Y VOTO PROBABLE DECLARADO (VOTO + SIMPATÍA)
La Intención directa de voto (IDV) es la respuesta más inmediata y espontánea expresada por los entrevistados al preguntarles a quien votarían en unas elecciones generales que tuviesen lugar mañana. A quienes no mencionan partido alguno se les pregunta por el partido con el que sienten más afinidad o con el que identifican en mayor medida: estas respuestas constituye la “Simpatía” que, en la segunda columna, aparece sumada a la IDV.
Por voto probable declarado se entiende aquí la suma de dos conjuntos de respuesta: por un lado, las intenciones directas de voto que, en este sondeo manifiesta, en total, el 66.5% de los españoles; y, por otro, la mayor preferencia, simpatía o cercanía por algún partido que declara un 9% adicional de electores que dicen estar dispuestos a votar en una elección que fuese inminente, pero no tienen totalmente decidido si, finalmente, acabarían haciéndolo y, en ese caso, por quién. Se trata, por tanto, de un dato que combina intenciones e identificaciones partidarias de muy distinta intensidad, lo que hace que su solidez como predictor del posible comportamiento final sea solo aproximada. Debe además tenerse presente que no se trata en todo caso de un voto estimado, pues los datos no han sido sometidos a tratamiento de depuración y refinamiento alguno. Es decir, no estamos ante una estimación de los alineamientos electorales en que, en el supuesto real —y no meramente hipotético— de una elección inminente, podrían finalmente cristalizar las intenciones ahora declaradas. Los datos de este Cuadro reflejan, sencillamente, lo que cabe considerar como “la voz de la calle”, es decir, el estado de ánimo, en el terreno electoral, que parece predominar, y que con más facilidad y prontitud aflora, en este concreto momento. Los datos de esta oleada del Clima Social de Enero corresponden al 75.5% de la ciudadanía (porcentaje, por cierto, superior al de votantes —sobre censo— en 2011: 71.7%).
TRANSFERENCIA DE VOTO
En el cuadro de transferencia de voto se puede observar el grado de fidelidad de los votantes de cada partido. La fidelidad de voto se refiere al porcentaje de electores que votaron por un partido en unas elecciones y vuelven a hacerlo en las siguientes. Es un dato que alude, por tanto, a la capacidad que tienen los partidos para retener a sus votantes de una elección a otra y estudia, en definitiva, el cambio neto en los apoyos electorales de los distintos partidos en las sucesivas elecciones.
En twitter:
@metroscopia
Web: www.metroscopia.es
Fotografía: Election night crowd, Wellington, 1931. William Hall Raine. Photographic Archive, Alexander Turnbull Library