Autor: Ignacio Urquizu
La estimación de una encuesta es el resultado de un puzzle donde cada una de las piezas (preguntas) debe encajar. En el barómetro de enero del CIS, su predicción anticipa una victoria del Partido Popular (27,3%), seguido de Podemos (23,9%) y el PSOE (22,2%). Pero en esta estimación hay algunas piezas que no encajan.
La primera de ellas tiene que ver con la intención directa de voto. Según el barómetro de enero, Podemos aparece como primera fuerza en intención directa, seguido a bastante distancia de PP y de PSOE, quienes estarían empatados. ¿Cómo es posible tal variación entre voto declarado y estimación? La “cocina” de una encuesta tiene dos ingredientes fundamentales: la imputación y la ponderación. En el primero de estos ingredientes se asigna un partido político a aquellos que no declaran de forma directa a quien votarían. Generalmente se utiliza la pregunta de simpatía (pregunta 19a). Si vamos a los datos del barómetro, vemos que en voto más simpatía la distancia entre Podemos y los dos partidos tradicionales se reduce ligeramente. Además se cambia el orden de la intención directa, siendo ahora el Partido Popular la tercera fuerza política.
El segundo de los ingredientes es la ponderación por el recuerdo de voto. Básicamente consiste en ajustar lo que declaran los encuestados sobre lo que votaron en las últimas elecciones y lo que sucedió en la realidad. Como viene sucediendo a lo largo de esta legislatura, los exvotantes del PSOE recuerdan de forma exacta haberle apoyado. En cambio, los exvotantes del PP está “amnésicos” respecto a 2011. Sólo el 30,4% de lo que votaron recuerda haberles apoyado cuando en realidad obtuvieron el 44,63% de los votos emitidos. Es en esta diferencia entre realidad y dato demoscópico como podemos explicar que el PP pase de tercera fuerza en intención más simpatía a primera fuerza en la estimación.
Pero en este segundo ingrediente hay una pieza que no encaja. Según los datos de Metroscopia, los votantes del PP perdieron su memoria respecto a 2011, pero recuerdan muy bien haber votado a esta formación en las europeas de 2014. Es por ello que el CIS debería empezar a analizar qué está pasando en los votantes del PP, no sea que se hayan pasado con este “condimento”.
La segunda pieza que no encaja tiene que ver con el votante de centro. En España, siempre el partido que gana entre los moderados, acaba siendo la primera fuerza política en las elecciones. El siguiente gráfico muestra la intención directa de voto en el centro ideológico. Vemos que Podemos se posiciona como primer partido con más del 16%, seguido del PSOE (10%) y el PP (6%). ¿Cómo es posible que un partido que sólo obtiene el 6% entre los ciudadanos moderados pueda ganar unas elecciones? Sería un hito que rompería con una de las pocas leyes universales en ciencias sociales de nuestra democracia. Algunos pueden anticipar que la gran fractura que se está produciendo en la izquierda puede explicar este resultado. Pero para ello el PP necesitaría una alta fidelidad entre los votantes de derecha y centro-derecha, algo que en estos momentos no se está produciendo. Según el barómetro del CIS, sólo el 29% de los ciudadanos de centro-derecha declara apoyar ahora al Partido Popular, 25 puntos menos que en 2011. En la derecha, su intención directa de voto (7 y 8 en la escala ideológica del CIS) es del 62%, 18 puntos menos que en 2011.
En definitiva, en la estimación del CIS hay algunas piezas que no encajan. La información que da la encuesta contradice el resultado final. Los ingredientes utilizados producen un plato un tanto agridulce. Es como si se hubieran pasado con la sal y la pimienta. La única forma de eliminar toda especulación es que el CIS hiciera público qué ingredientes contiene su cocina. No es nada complicado. Podría publicar qué pasos ha seguido para realizar la estimación y, a ser posible, publicar la sintaxis empleado por el programa informático. Así, muchos científicos sociales y ciudadanos sabríamos cómo obtienen el plato final. Siendo el CIS un organismo público financiado con el dinero de los españoles, estaría bien que también cumpliera con los máximos principios de transparencia.
Ignacio Urquizu es profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid y coordinador del seminario de análisis político de Metroscopia
Hay 5 Comentarios
En cualquier caso, hay un trasvase evidente de votos desde el PP al PsoE y desde éste a Podemos. En las Europeas, la sorpresa saltó por la gran cantidad de votos recibidos por un partido sin historia y en las próximas generales puede volver a suceder, máxime cuando el PsoE ha abandonado definitivamente su posicionamiento de izquierdas para optar al oportunismo electora con el que se está suicidando. http://wp.me/p2v1L3-F0
Publicado por: Verbarte | 04/02/2015 20:22:26
A mí una cosa que me parece de aurora boreal es que en la encuesta que hace un organismo público no se incluya entre los líderes a valorar al Secretario General del partido que va primero en intención directa de voto y ahora segundo en estimación de voto. Y no preguntan por Pablo Iglesias porque no es diputado. Tampoco aparece Rivera. Y ni siquiera Garzón (candidato de IU y que sí es diputado). Que una institucion que pagamos todos los ciudadanos no nos informe sobre la valoración del líder político que ha juntado a decenas de miles de personas en Madrid y puede ser próximo Presidente del Gobierno, pero que sí se pregunte por la valoración de Alvarez Sostres, Joan Baldobí o Carlos Salvador es una broma.
En fin.
Publicado por: JAHT | 04/02/2015 20:14:32
No hay que olvidar que en la encuesta del CIS, al no ser los líderes en el momento de las anteriores elecciones, ni Alberto Garzón ni Pablo Iglesias están valorados, así como el nivel tan apabullante de voto directo a favor de Podemos certifica que se han pasado de sal en la cocina.
http://casaquerida.com/2015/02/03/partido-politico-revisable/
Publicado por: Tinejo | 04/02/2015 18:54:46
El señor Urquiuo también debería de explicar que hay un porcentaje de más del 20% entre los indecisos de centro y que puede que de ahí le venga el voto al PP en la estimación...
Publicado por: SPC | 04/02/2015 17:38:26
Quizá tengan datos del "voto oculto". Que el PP haya bajado 18 puntos entre los votantes claramente de derechas puede deberse al cabreo por el tema del aborto, ¿pero van a permitir que gobiernen sus peores enemigos, los que ellos denominan "comunistas"? Lo dudo, son tontos pero no tanto como los de la izquierda, que dan mayoría absoluta al PP para castigar al PSOE... Por otra parte está la incongruencia (que de ser verdad pondría los pelos de punta) de que los que se consideran moderados de centro se decanten por Podemos (algo así como si hace 40 años el centro ideológico apareciera con mayoría de votantes del PC... prochino). Es como si en el "plato" que se ha querido "cocinar" el "chef" hubiera deseado que resaltaran dos ingredientes importantes: El ingrediente PP debe sobresalir, porque así le gusta al dueño del restaurante, y era necesario que un segundo ingrediente resaltara para darle picante e interés a un plato pasado de cocción: el ingrediente Podemos. Y no creo que sea difícil, sobre todo si no vemos como es la receta: un poco menos de salsa aquí, un poco mas de sal allí, una buena dosis de picante... y listo.
Publicado por: DSJ | 04/02/2015 16:51:21