El último Clima Social y Político de Metroscopia estima un cuádruple empate de Podemos, PP, PSOE y Ciudadanos en unas inmediatas Elecciones Generales. Sin embargo, cabría preguntarse si este pronóstico del mes de marzo podría tener cierta solidez de cara al futuro dado el terreno de arenas movedizas en el que se apoya —basta con ver el ritmo de crecimiento de Ciudadanos—. Una de las razones que podría apoyar la hipótesis actual de un cambio de época frente a una época de cambio es un análisis en perspectiva temporal del centro ideológico, el que ha otorgado de forma incondicional las llaves de la Moncloa. Hasta ahora.
La cuestión del centro (el 5, en la escala ideológica 0-10) ha sido bien analizada en las últimas semanas. Entre enero y febrero ya se advertía un centro pluriocupado, disputado y con nuevos dueños, una fragmentación suficiente para suponer que se avecina un nuevo sistema de partidos. Lo que en marzo se observa es que, efectivamente, el centro está más concurrido que nunca, pero es Ciudadanos el partido que más se distancia del resto con un 17.9 % de potenciales votantes en este punto de la escala. Aun así, PP, Podemos y PSOE se encuentran entre el 11.6 % y el 12.7 %, por lo que el liderazgo de la formación naranja no es dominante. Por ello, la presencia en el centro parece convertirse en una condición necesaria pero no suficiente para ganar las elecciones.
En perspectiva, si se observan las tendencias de PP y PSOE desde 1986 a 2011 a partir de los estudios del CIS, quien ganaba el centro siempre ganaba las elecciones —una regla que se mantuvo incluso en las reñidas elecciones de 1996—. Sin embargo, la lógica del bipartidismo se truncaría en unas hipotéticas elecciones generales que se celebraran hoy. Como se observa en el gráfico —casi autoexplicativo—, el pronóstico de 2015 no significaría una época de cambio sino, más bien, un cambio de época y con nuevas reglas aún por determinar.
El despunte en el 5 ideológico que al PP le costó varias legislaturas, Ciudadanos lo ha conseguido parcialmente en apenas unas semanas. El dominio con intermitencias del PSOE a lo largo de treinta años parece haberse desvanecido con el surgimiento de Podemos, partido que le disputa no solo el voto de centro sino también el de centro-izquierda. Por lo tanto, no debería descartarse que sigan produciéndose cambios relevantes a lo largo de los próximos meses, a expensas además de lo que ocurra en las elecciones autonómicas y municipales y sus posibles efectos. Eso sí, la situación actual invita a pensar que el centro ya no es y, probablemente, no seguirá siendo lo que era.
*Francisco Camas García es analista de Metroscopia. @pcamasgarcia
GRÁFICO. Evolución de los votantes a partidos políticos que se sitúan en el centro ideológico en el caso de Elecciones Generales (1986-2015). Se expresan en porcentajes el peso de cada partido en el punto 5 de la escala de autoubicación ideológica.
NOTA DEL GRÁFICO: Los datos correspondientes al intervalo de años 1986-2011 proceden del Centro de Investigaciones Sociológicas. La estimación de voto para las elecciones de 2015 es elaborada por Metroscopia. Debe tenerse en cuenta que la escala de autoubicación del CIS abarca del 1 —extrema izquierda— hasta el 10 —extrema derecha—, mientras que la de Metroscopia es de 0 a 10. El porcentaje restante corresponde a otros partidos y a los que no saben o no contestan.
Hay 1 Comentarios
La búsqueda desesperada de la ciudadanía por encontrar el santo grial en política, que nos saque de este pozo de atraso e ignominia consentida que padecemos.
Con palos en las ruedas que nos perjudican siempre a los mismos y benefician únicamente a los chalaneos de quienes ven en la sociedad actual el campo sin guarda y expuesto a cualquier mano desaprensiva.
Impunes y protegidos por la obsolescencia.
Regidos por una legislación hecha para la sociedad de hace un siglo o más, que vivían sujetos y sumidos en otras necesidades distintas a las actuales.
Sin que veamos en las élites políticas de todos los partidos, ninguna intención de ponerse manos a la obra de mantener al día nuestras normas, para gobernarnos en presente y no en pasado.
Nos deja una sensación de frustración inoperante.
De: ¿Para que ir a ningún sitio si va a dar lo mismo?. Porque a nadie le interesa actualizar las reglas que rigen las vidas y las administraciones de la gente.
Como un consenso mutuo de que todo siga igual para beneficio de gestores y pillos, sean buenos o malos.
Navegando en paralelo.
Se ha visto en la TV el caso de los prevaricadores, malversadores, y desahuciados irrefutables por impago de un recibo sin miramiento alguno.
Ante la inacción de una administración anquilosada.
O el caso de la ocupación de la vivienda propiedad de una persona, que con la autoridad presente y al lado, no podía sacar fuera de su casa a quienes se la habían usurpado, apalancando la puerta.
Pagados todos los recibos con la administración.
Y con una normativa obsoleta que consiente que quienes van de listos por la vida se llevan lo que quieran, pues si se ha de reclamar la infamia, los damnificados que se pongan a la cola y rellenen los papeles para que dentro de un año alguien dictamine, mientras corren los gastos.
A cuenta de la ciudadanía decente, algo que suena como a timo de la estampita.
O sea, expuestos desde la decencia a que nos esquilmen por arriba o por abajo, e indefensos ante tanta burocracia pagada a precio de oro, con todos los papeles en regla y pagadas las pólizas.
La conclusión visto lo visto, es que la mejor opción es la de ir a salto de mata.
Por lo menos nos ahorramos el gasto que conlleva el ser gente cabal y cumplidora, si siempre hemos de ponernos a la cola hasta para reclamar lo que es nuestro.
Al lado de los quinquis.
Que nos miran y se ríen de nosotros compadecidos de nuestra ignorancia, que de todo ha de haber en el mundo democrático en el que decimos vivir.
Publicado por: Peñafiel | 15/03/2015 10:43:29