Microbichitos

Microbichitos

Los microbios no los vemos, pero sus efectos, para bien o para mal nos afectan a diario. Más numerosos que todos los demás seres vivos, algunos más antiguos que todos ellos, probablemente seguirán dominando la Tierra mucho después de que los humanos desaparezcan.

Sobre el autor

>Miguel Vicente

Miguel Vicente, Profesor de Investigación del CSIC publicó su primera colaboración en EL PAÍS en 1983. Dirige un laboratorio en el Centro Nacional de Biotecnología, y cree que relatar al público con sencillez los resultados de la investigación es su deber. Puede que algún día se jubile, pero científico lo será hasta que se muera, mientras tanto sigue trabajando y en algunos ratos libres divulgando la Microbiología.

MICROBICHITOS NO ES un consultorio de salud. No podemos responder a consultas de carácter médico-sanitario que expongan casos personales. MICROBICHITOS desaconseja la automedicación, los comentarios que animen a ella serán eliminados. Para buscar alivio a las dolencias debe acudirse al médico.

Último libro

Ni contigo ni sin tí, guía para entender los microbio

Ni contigo ni sin tí, guía para entender los microbios

Los microbios no son tan llamativos como los tigres, las ballenas o los árboles de la selva, y no suelen aparecer casi nunca como héroes de películas, cuentos o cómics. Y, sin embargo, son los seres vivos más abundantes de nuestro planeta. Este libro ofrece una guía para entender cómo viven y cómo nos afectan los microbios, desde lo que comemos hasta las enfermedades que sufrimos. Una visión asequible, pero también rigurosa, amena y actualizada.

Las pandemias viajaban en galeón

Por: | 28 de noviembre de 2011

Pese a su juventud, la vida para Ylva* no debía resultar fácil, además de padecer una deformidad bucal que le dificultaba la masticación y afeaba la apariencia de su rostro, estaba desnutrida y afectada por colitis crónica. No parece probable que embarcar en Estocolmo el 10 de agosto de 1628 en el primer viaje del galeón Vasa, el recién construido navío de guerra sueco, fuese lo más recomendable que podía hacer en su estado, y quizás fuese una de las pasajeras que esperase desembarcar en la primera parada del barco, la fortaleza de Vaxholm, antes de llegar a Älvsnabben su puerto final de destino y base de verano de la armada sueca en el archipiélago de Estocolmo. Pero lo que Ylva no podía esperar es que esa misma tarde el Vasa naufragase en Strömmen cerca ya del mar Báltico al poco de iniciar su primera travesía.

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Peinetas para despiojar y frasco de medicamentos. Encontrados en una de las cubiertas del Vasa. Foto MV.

 

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