Un cálculo teórico basado en la estimación de la masa de dinosaurios que habitaba el planeta permite proponer que fuesen artífices de un cambio en la composición de la atmósfera similar al que ha podido ocurrir en la época industrial. En la raíz de ello se encuentra la producción de metano por la compleja población de microbios que habita el aparato digestivo de los animales hervíboros y que les permite digerir y asimilar la celulosa de una dieta vegetal.
Si bien las películas de dinosaurios llegan a su punto más espectacular cuando intervienen los individuos de especies depredadoras, como el Tyranosaurus rex, la mayoría de los dinosaurios, como no podía ser de otra forma, comían hierba y follaje. Para asimilarlos habrían de recurrir, lo mismo que hacen las vacas, a microbios que ayudan a digerir la celulosa. Muchos son arqueas que pueden realizar una buena parte de la digestión en ausencia de oxígeno, en sus últimas etapas algunas acaban por convertir el ácido acético en metano.
La cadena alimentaria de los dinosaurios. La flecha color malva la alimentación de los insectos; verde, la comida del lagarto; amarilla, la de los omnívoros; naranja la de los ornithomimidos; azul los dromaeosaurios; y rosa, la del Tyranosaurio. Los tres últimos eran dinosaurios carnívoros. Fuente: Dorling Kindersley reproducido en Fact Monster.