El candidato está acrobático. Defiende la herencia recibida (30 años de gobiernos socialistas), al tiempo que se desmarca de sus albaceas históricos. Quiere y padece, a la vez. La herencia se ha convertido en el eje de la campaña. Griñán busca el voto indeciso del PSOE sin, precisamente, sus líderes históricos. Sin los Beatles, como diría Rubalcaba, en referencia a González y Guerra. Tampoco está prevista una foto -o un encuentro- con Escudero, Rodríguez de la Borbolla, Chaves, sus antecesores en la presidencia. Reivindica el pasado, sin fotografiarse con él. ¿Ardua tarea? ¿Quimérica? ¿Estrategia agónica? Lo sabremos el 25, aunque las encuestas vaticinan un desastre.
Esta soledad querida, resignada o indeseada es –paradójicamente- su última baza. La soledad como autonomía, como sinónimo de coraje y determinación, como rasgo de liderazgo, frente al PSOE (histórico) y frente al PP (actual). Una soledad presidencial. Esta soledad estratégica, reclama escenarios pequeños, íntimos, de bolsillo, a gusto del candidato y que ilustran muy bien la idea de fondo. Solo un gran mitin, el de final de campaña, en el que sí estarán los clásicos. Y con Rubalcaba, por primera y única vez.
Arenas aprovecha la herencia, justo al contrario, como la visualización de un régimen hereditario. Como argumento definitivo, tautológico: “30 años de los mismos”, afirman constantemente los populares, como si recordar lo obvio fuera el dato revelado y novedoso. El legado es presentado como un legajo de desastres, atados por la cuerda (más bien una soga) del paro y la corrupción. Así están las cosas. Y aunque el futuro es incierto para Andalucía, España y Europa, ambas fuerzas se debaten sobre el pasado, sobre su importancia, para perpetuarlo o para cortar con él.
La herencia en política tiene predicamento. La utiliza Rajoy, punzante y persistente, como arma arrojadiza contra los socialistas. Pero él, y el PP, también tienen un pasado del que se olvidan con la frivolidad de quien piensa que no queda rastro de la mano que tiró la piedra. Pero las hemerotecas y Google no olvidan fácilmente, aunque no siempre se encuentre todo, a la primera. A veces lo más relevante no es el dato, tag o link para los buscadores…pero todo acabará saliendo.
Lo recibido como excusa y coartada. El legado como argumento o reivindicación. La herencia acreditada o la oculta. Todo vale. Toda vale, como munición y gasolina. La comunicación política transita por la gestión retórica del tiempo, en ausencia de propuestas y proyectos. El tiempo como argumento político, o distracción, no como dato histórico.
Rajoy, por ejemplo, debería optar por la precaución, aunque la tentación es grande. El rastro de proclamas y posicionamientos claros del PP en la oposición, puede ser desmentido por los propios hechos del PP en el Gobierno. Rectificar es de sabios. Engañar es de necios. La estrategia de culpar al pasado, o utilizarlo como palanca, tiene sus límites: el de la memoria, el de la coherencia y el de la verdad. No se podrán sobrepasar los tres sin costes en términos de imagen y credibilidad.
Mientras llega la Semana Santa, y con ella la próxima vuelta de tuerca económica con la presentación de los presupuestos aplazados calculadamente por Rajoy, en Andalucía y Asturias decidirán sobre su futuro con el retrovisor. Nunca antes el pasado tuvo tanto futuro.
Hay 6 Comentarios
Si no hay cambio en Andalucía es que les va la marcha.
Los electores tendrán que confiar para votar.
El PP está limpiando los armarios a toda prisa, lo cual es de agradecer ya que los tenía llenos de momias. Si Rajoy nos pide a los ciudadanos que soportemos todo cuanto recorte se les ocurre, tendrán que empezar a llenar las cárceles de ladrones de guante blanco.
Y en Asturias el Sr. Cascos está en su feudo, como no contaron con él sus antiguos amigos del PP, les ha costado caro.
Publicado por: Felizísima Fortuna | 21/03/2012 2:02:40
PSOE y PP se debaten por huir o condenar el pasado... Pero el futuro no se vislumbra en sus opciones y para el presente no tienen respuestas.
Acaso sea el momento de que IU despegue de una vez como opción de gobierno para todo el territorio, como lo fuera en su día para Córdoba.
Otros lenguajes se necesitan frente a tanta palabrería hueca.
Publicado por: Andrés Holgado Maestre | 20/03/2012 16:25:33
Exacto! La memoria, la coherencia y la verdad desmienten la coartada o la excusa del pasado.
Publicado por: Imma Aguilar Nàcher | 20/03/2012 14:40:37
Este artículo es el "ABC" de la Comunicación Política. Pero no sólo no es coherente el mensaje de la Campaña en este sentido, sino que tampoco existe (bajo mi punto de vista) ningún nexo entre la estrategia de Campaña (muy vaga) y el slogan "por el camino seguro"...
Publicado por: Luis Rodríguez Vives (@elchiconaranja) | 20/03/2012 13:32:34
Enrique, tu comentario me a animado a recuperar este poema de Sófocles:
"Cuando las horas decisivas han
Pasado
Es inútil correr para
Alcanzarlas"
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Gracias por tus palabras. Espero que el texto se mueva bien y que aporte nuevas perspectivas a los lectores.
Publicado por: Antoni Gutiérrez-Rubí | 20/03/2012 12:40:26
Brillante Antoni, como siempre. También podríamos decir que el tiempo es de alguna manera el campo de batalla, el ámbito del combate electoral, pero apenas nos explica por qué la lucha se decanta de un lado u otro. Hace cuatro años, Chaves llevaba 18 años gobernando (y el PSOE 26) y ganó por mayoría absoluta (a Arenas de nuevo). Y en Madrid y Valencia el PP ha ganado para llegar a 20 gobernando: también mucho tiempo. Decididamente, las balas son importantes en una lucha, pero aún más la velocidad y el destino que llevan. Encantado de leerte.
Publicado por: Enrique Cervera | 20/03/2012 10:29:00