Otra de las graves consecuencias de esta devastadora crisis sistémica es la crisis anémica de ideas alternativas a las fórmulas y recetas ya exploradas. La política formal, atrapada por la contabilidad, ha perdido creatividad. La parálisis se acentúa al ver cómo la prolongada medicina de recortes y austeridad no controla adecuadamente el déficit ni estimula la economía. Desconcertados, todos se interrogan: ¿Qué más podemos hacer? Los gobiernos se han quedado sin ideas y, sin ellas, se aferran al BOE. O piden ayuda.
Mario Monti, presidente del Gobierno de Italia, ha recurrido a la responsabilidad cívica colectiva para encontrar nuevas recetas. Sin complejos, y a medio camino entre la necesidad y una estudiada estrategia de comunicación para crear un compromiso social, ha presentado una iniciativa sugerente: Spending review. Una invitación a "todos los ciudadanos, para que, a través de un formulario por Internet, puedan sugerir, señalar un despilfarro, ayudando así a los técnicos a completar el trabajo de análisis de búsqueda de los gastos inútiles".
Esta iniciativa ayudará al recién nombrado comisario extraordinario para la reducción del gasto de la administración pública, Enrico Bondi (conocido en Italia por ser el salvador de causas perdidas como las quiebras del gigante petroquímico Montedison o del grupo alimentario Parmalat) a realizar el informe que se le ha encargado para ahorrar este año 4.200 millones de euros y evitar así la subida del IVA, del 21% al 23%, prevista para octubre.
Todavía es pronto para valorar estas iniciativas y sacar conclusiones, aunque la polémica formal y de fondo está servida. Y las reacciones no se han hecho esperar. El cómico Beppe Grillo, fundador del movimiento ciudadano Cinco Estrellas, y que este domingo en las elecciones administrativas ha cosechado otro éxito de la política bufa, escribió en su blog: "Tienen que recortar y no saben ni por donde empezar. Por eso se lo piden a las amas de casa". Los sindicatos han sido igual de duros, pero sin bromas: "un gobierno de técnicos que nombra a técnicos, después le pide a la población hacer el trabajo que deberían hacer ellos".
No es la primera vez que los gobiernos piden ayuda a la sociedad. Hacerlo no es debilidad, es síntoma de inteligencia y de una manera nueva de entender la responsabilidad pública. También puede ser, simplemente, un ejercicio instrumental de apariencia formal sin voluntad estratégica. En 2009, el gobernador Arnold Schwarzenegger lanzó un sitio web para usuarios de Twitter, My Idea for California, con el objetivo de compartir y hablar de sus ideas para hacer avanzar California. Arnold combinaba la excentricidad en la comunicación política con la inteligencia colectiva.