Qué hacen los diputados

Por: Antoni Gutiérrez-Rubí | 03 dic 2012

Hemiciclo2

La fiscalización de la política, por parte de la ciudadanía activa y organizada en redes y proyectos de radicalidad democrática, es una señal de esperanza para mejorar y ampliar nuestra cultura y calidad democráticas. Activismo frente a conformismo. La “política vigilada” es -en parte- la reacción al deterioro ético y transformador de la política democrática. Frente a la falta de transparencia, vigilancia. Es un signo de nuestros tiempos. Imparable. ¿Hasta dónde?

Las instituciones políticas representativas son, seguramente, la epidermis de nuestra arquitectura institucional que más urticaria produce. Nos escuece y les escuece. Un progresivo descrédito, salpicado de lacerantes casos de corrupción, se ha instalado en la opinión pública. La insatisfacción ha dado paso a la indignación y, esta, a la irritación. Estamos en un clima altamente emocional. El cabreo se apodera del clima social. Y la devastadora crisis no alimenta –obviamente- la paciencia de los ciudadanos. La cuerda se ha tensado demasiado y se ha roto, dando un doloroso morrazo a nuestros representantes. ¿Política sin partidos?

Justo cuando más política nos hace falta, menos parece que los actores políticos convencionales sean capaces de protagonizarla y liderarla. Han perdido parte de un tiempo vital y, con su indolencia, han perdido la confianza. Evidentemente, pagan justos por pecadores y la contaminación infecciosa de demasiados casos ha evolucionado hacia una peligrosa sensación de colapso séptico. El #15M, el #15S, el #25S y el #14N son muestras de esta sintomatología social. ¿Crisis sistémica?

En este contexto, los diputados (y los senadores) están en el ojo del huracán. Y el hecho de que la limitada (y retrasada) Ley de la Transparencia excluya a las Cortes (como a la Casa Real o el Banco de España, por  ejemplo) del ámbito de su actuación alimenta la duda, que se convierte en sospecha. El clima es prejuicioso, pero se lo han ganado a pulso.

El proyecto “Qué hacen los diputados”, por ejemplo, que se presenta como un “parlamento de personas que sigue el trabajo de los diputados en el Congreso” se ha erigido en un constante martillo pilón. Su actividad incómoda -seguramente- percute, sin cesar, sobre las capas de institucionalidad que son vistas como capas de impunidad. Visión que se alimenta de apariencias, evidencias y torpes reacciones por parte de nuestros representantes. Y, también, por una incapacidad estructural para anticiparse a los desafíos y una pereza política que es vista como soberbia y distancia.

Ahora le toca, otra vez, a los sueldos que perciben nuestros diputados. Es parte de la carnaza que alimenta a la prensa espectáculo y corrosiva. Hace ya algún tiempo que el Congreso publicó todas las declaraciones de bienes de los diputados en documentos pdf. Formato con el que es imposible trabajar, ya que no es reutilizable. Hoy, este “parlamento de personas” ha convocado una quedada online “para que, entre todos y todas, podamos completar y revisar la hoja de cálculo que hemos preparado con los bienes de los diputados”. Estas iniciativas, sin pretenderlo, son utilizadas por pescadores en ríos revueltos que, cínicos o insurgentes de la apolítica o la antipolítica, las aprovechan sin rubor y alimentan el rumor (como el que en España hay 445.568 políticos).

La hostilidad ambiental es un clima, además, que favorece el linchamiento digital y mediático, aunque sea viralizando errores o manipulaciones. Linchamiento interesado que proviene, incluso, como ayer mismo sucedió, por parte del ex presidente José María Aznar quien dijo que "los políticos se han convertido en un problema grave para España". Lo dice él. Sorprendente hostigamiento. Pero estratégico e intencionado cuando, quizás, lo que se propone es menos política, que no necesariamente mejor.

Las iniciativas de control, fiscalización y vigilancia democrática son un acicate, un estímulo y un revulsivo. Bienvenidas sean. Pero los activistas críticos deben ser conscientes, también, de su fuerza, de sus repercusiones y de sus consecuencias. Estamos en un momento clave. Nuestra política está más débil que nunca. Pero si queremos que sea otra política posible, deberemos administrar –con inteligencia táctica y sin renuncias- nuestra fuerza vigilante y reconocer, también, sus limitaciones y sus indeseables manipulaciones. “La gente tiene que aprender a usar su poder” dice –lúcida y humildemente- Henry Jenkins. Esta es parte de la ecuación. Sensatez y ambición.

(Fuente de la fotografía: quehacenlosdiputados.net)

Hay 10 Comentarios

A los ciudadanos no se les puede criticar, sabiendo lo que sabemos, que nos metamos con los políticos y sus malas maneras y mucho menos en éstos momentos.
Si se tiene un mínimo de conocimiento de las leyes de algunos de los países más democráticos de Europa se sabe que si algunos de los políticos españoles hubieran tenido en éstos la actuación que han tenido aquí habrían como mínimo, dimitido, y no sería de descartar la cárcel o la expulsión de la política activa.
¿Qué hacen los diputados? Eso me gustaría saber a mi… Por lo pronto tenemos las cifras de los que tienen en otros países con muchísimos más habitantes y dan como resultado que en España hay overbooking. ¿Qué eso no es cierto? …Bien, pues que lo demuestren… ¿Por qué va a molestar mostrar a los ciudadanos LAS CUENTAS CLARAS. Es que no somos los que las pagamos?
El político no sabe crear empleo productivo, eso lo hacen los empresarios si se encuentran las debidas condiciones. Por lo tanto son un gasto constante para el Estado y si esto fuera poco, últimamente tienen la poca vergüenza de querer hacernos creer que el gasto somos los ciudadanos.
Y si, claro que se les critican los sueldos y los privilegios y sus pagas vitalicias y sus negocietes, y que no hagan su trabajo, porque han olvidado que el país no es suyo, aunque lo pretendan, y que no pueden hacer con él lo que les de la gana.
Ya se sabe que hay medios de comunicación prostituidos, y guerra sucia entre partidos ¿Y qué esperaban? Se han comprado medios de comunicación, se han dado subvenciones a los periódicos para manipular la información, se ha hecho política de espaldas a la gente, se ha fastidiado a la población y ahora quieren que sea sin coste alguno…
Qué salga toda la porquería que hay, que salga…
Está claro que en el país hay una minoría que sueña con centralizar de nuevo el Estado. Quizá algunas mentes retorcidas quieran interpretar los acontecimientos actuales a su modo para beneficio propio y estén maquinando como hacerlo. Yo diría que la tendencia en la calle no es esa sino que poco a poco se está fraguando el convencimiento de que no podemos dejar nuestro futuro en manos de gente incompetente. Tenemos que poder participar más pero sobre todo queremos más control, vigilancia, y menos impunidad.


CARTA ABIERTA AL PSOE
http://fraesma.blogspot.com

Parece ser que, en este país, sobra de todo menos políticos. Estamos sobraos de todo, tenemos siempre exceso, pero no de políticos?. Esto me hace una gracia que no veas. Hay que recortar bien y por todos lados, basta yá de excesos de sueldos, dietas, fiestas y demás...
A la cola del paro, para lo que nos están sirviendo mejor me quedo con un estado federal.

¿Qué hacen los diputados? Una pregunta que trata de desentrañar este colectivo que tú indicas, y que se llama así. Pero la pregunta se queda corta, como es natural. ¿Qué hacen los diputados y senadores? Parece que sería más completa.
Hay 350 diputados, elegidos a la fuerza por los ciudadanos. Digo a la fuerza porque mientras no se cambie la Ley Electoral y se autoricen las listas abiertas, yo cuando voy a votar no soy dueño de mi papeleta al cien por cien, ya que me proponen unos señores, en una lista, que no conozco, por un orden establecido según la apetencia del que elabora esas listas, cuando quizás yo quisiera votar al octavo de esa lista por ser más competente, me tengo que conformar con votar al segundo o tercero, cuando sé que son unos chupópteros, por ejemplo.
La plataforma "Adopta un senador", es un proyecto muy interesante. Además de vigilar las actuaciones de estos 208 personajes elegidos, se les puede reconvertir su holganza si fuera necesario. Como digo, aquí tenemos 208 senadores elegidos y en EEUU, por ejemplo, hay 52, uno por cada estado de la Unión. ¿Aquí qué pasa?¿Dónde está el error? A simple vista no se entiende.
Hay que seguir y perseguir a los diputados y senadores en su trabajo, que nosotros pagamos. A veces se ve que un diputado ha hecho 1.400 preguntas, parece que haya trabajado mucho, sin embargo, no es así, sostiene Vicky Bolaños, cofundadora de esta plataforma ¿Qué hacen los diputados? Ese diputado ha preguntado lo mismo 400 veces, sólo ha cambiado el municipio o muchas preguntas rectifican a otras.
Es decir, hay tomadura de pelo a los ciudadanos, por lo tanto debemos apoyar a estos esforzados ciudadanos a que vigilen y protejan el rebaño parlamentario para que nos den la leche necesaria, que para eso les pagamos.
Ya no digo lo de eliminar el Senado, eso ya es harina de otro costal. Habiendo los intereses creados que hay, va a resultar imposible.

¿Que hacen los diputados? Pués no hacen nada, y no hacen nada porque no pueden. Por un lado los del PP porque practican una lealtad a las directrices del partido absoluta, estén o no de acuerdo con lo que les mandan votar en el hemiciclo, van, votan, leen el papelito que les dan y cobran. Los del resto de los partidos; ante una mayoría absoluta del PP que les hace imposible cualquier iniciativa que si la tienen se la callan esperando mejores tiempos o guardandola para los congresos generales de su partido a ver si le sacan más rendimiento y si no la tienen que es lo más común, van, votan en contra del PP o se abstienen, hacen de convidados de piedra y cobran.
Efectivamente estamos en una situación de colapso total. Solo quedamos nosotros, la calle, las redes y no debemos ceder un apice en mantener la situación de descrédito que actualmente tienen, con tenacidad y con paciencia. Están avergonzados, pero se agarran a lo de "dame pan y llamamé perro" y tarde o temprano alguno de los que está en el poder cometerá una metedura de pata tan gorda como para provocar una convocatoria de elecciones o se matarán entre ellos en una brutal crisis de partido, o también puede ocurrir que entre los que no están en el poder surga alguién con el suficiente carisma para revolucionarlo todo. Pienso que alguna de las dos opciones tiene que llegar, no podemos seguir así mucho tiempo, pero mientras tanto nosotros debemos seguir mostrando nuestro desprecio más absoluto hacia su comportamiento y su efectividad y exigir que se recorte en lo más superfluo y aunque sea de forma simbólica y como acicate para buscar otra forma de organización del estado empezando por la monarquía.

Sin duda, la única posible salida a esta situación es mediante política, mediante democracia representativa y partidos incluidos. No hay alternativa, la democracia (representativa) es el peor sistema político del mundo excepto todos los demás. Establecido esto, lo que sí es necesario es que los ciudadanos nos volvamos enormemente críticos con el sistema político, exijamos transparencia y manejemos las movilizaciones y el voto, no teniendo miedo a deshacernos de los partidos mayoritarios y votando a otros. Hay mucho miedo a esto, pero si miramos las cosas de frente, realmente les sería muy difícil hacerlo peor. Y los partidos tradicionales, si persisten, se andarían con mucho cuidado en vez de esperar que se desgaste el otro para que sin más mérito les vuelva a tocar, y aprovechar ahora para hacer lo que les da la gana.

Hola, amigos. Excelente la reflexión de Antoni, por su amplitud y ponderación. El problema es que los politicos no suelen tener tantas consideraciones con los ciudadanos, ni siquiera con los que votaron con ellos y a quienes supuestamente representan. Sobran casos, ejemplos e historias. Acabo de ver en la revista colombiana ARCADIA, la "hisotorieta" del señor Cebrián y en El País de hoy la del señor ese que usaba su empresa para blanquear dinero...
¿Por qué excluir de la vigilancia ciudadana al Banco de España o a la Casa Real? Seguramente quedan ciudadanos españoles todavía, inteligentes y honrados, que puedan asumir esas funciones. Cuando un tercio de los españoles está sufriendo las consecuencias de tanto político inescrupuloso y mangante, ¿por qué no denunciar hasta completar la tarea a tanto desaprensivo y mangaanchista? ¿Ustedes no creen que si Urdangarín no hubiera visto alguna que otra historia por los lados de la Zarzuela, se hubiera atrevido a tanto?
¡Qué risa de lo de Aznar! Los políticos han sido, siguen siendo y serán siempre un grave problema, comenzando por él, que todavía da guerra, para salvar el pelín de honrilla que le queda. Pero es que los tiempos ya no están, a lo que parece, para políticos de calidad. Solo quedan Aznares y Camps de repuesto.

DI-_-_-DOS. ¿...?

Más política y menos poder.

Como en todas las actividades, lo realmente complicado es hacer entender que la denuncia no es para destruir, destituir, derrocar....Al contrario, la denuncia sirve para mejorar y para exigirnos entre todos que podemos y debemos trabajar mejor.
Somos una sociedad que protesta y no reclama, cuando se pueden hacer perfectamente las dos cosas. Pero ,claro, es muy molesto enviar las reclamaciones por un Registro oficial, con un certificado. Lo más habitual es calentar al oreja al que sabes de antemano te va a dar la razón por estar igual que tú, y que tiene tan poca capacidad com o tú para resolverte nada.
Nos hemos gastado una barbaridad de dinero en formación e implementación de sistemas de certificación y de calidad , y qué poquito nos ha servido para ejercer como ciudadanos y consumidores de bienes y servicios. La politica es un servicio, luego....! a comunicar con los diputados ¡ que para eso tienen IPad, Ipod, mega telefono, Tablet.....¿o no?

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Sobre el autor

es asesor de
comunicación y consultor político.
Profesor en los másters de comunicación
política de distintas universidades.
Autor, entre otros, de los libros: Políticas.
Mujeres protagonistas de un poder
diferenciado’ (2008), Filopolítica:
filosofía para la política (2011)
o La política vigilada (2011).
www.gutierrez-rubi.es

Sobre el blog

Hago mía esta cita: “Escribimos para cambiar el mundo (…). El mundo cambia en función de cómo lo ven las personas y si logramos alterar, aunque sólo sea un milímetro, la manera como miran la realidad, entonces podemos cambiarlo.” James Baldwin

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