Y Rajoy aceleró

Por: Antoni Gutiérrez-Rubí | 06 sep 2013

Bárcenas es el pasado. Las reformas son el presente. Y la recuperación económica (y política) es el futuro. Esta parece que es ya, definitivamente, la vía Rajoy para salir adelante y retomar la iniciativa. El curso acabó con una comparecencia forzada que mostró las fuerzas de cada cual. Y a Mariano Rajoy le han sentado bien las vacaciones. Ha vuelto más ágil (física y políticamente), más decidido (sin dudas) y más rápido (¿han visto cómo se mueve últimamente, con el paso más acelerado?) Es su versión política del lema olímpico citius, altius, fortius. Quizá una analogía que coincida con el posible éxito de la candidatura de Madrid 2020, que −a partir de hoy− contará con la presencia del Presidente del Gobierno en el tramo final y decisivo de las votaciones del COI.

Rajoy ha puesto la directa. Su agenda desde que se ha reincorporado al despacho es endiablada. Hiperactivismo con una sonrisa permanente en la comisura de los labios. Ha decidido contarnos una historia (pasado, presente y futuro…) y, para ello, magnifica o presume de cualquier indicador: sean los datos referentes a que el desempleo apenas baja en 31 parados en el mejor agosto desde 2000, o los dos minutos de encuentro con Barack Obama en el que, según fuentes de La Moncloa, el presidente norteamericano elogió y animó la vía Rajoy y sus resultados cada vez más evidentes y esperanzadores. Toda esta ofensiva ha ido acompañada de una descarada operación adulatoria y de culto a la a la infalibilidad personalista del Presidente por parte de la prensa más dócil, servil y claudicante, que presenta a Rajoy como un gigante hercúleo (con fotos, como pósters electorales, a toda página). 

El pasado. Lo ha reflejado muy bien Kepa Aulestia en su reciente artículo Cinismómetro: (…)«El cinismo del poder no solo se basa en la aceptación de las cosas como son, sino que desafía al mundo a que demuestre que podrían ser de otra forma. En los casos de corrupción ese desafío transfiere a los jueces la responsabilidad de demostrar que se haya hecho algo irregular. En otras palabras, «a ver si los jueces son capaces de hallar pruebas de algún ilícito frente a mis esfuerzos por ocultarlas» y «a ver si son tan tenaces como para obligarme a confesar todo lo que sé». Esta va a ser la estrategia de Rajoy: relativismo moral y resistencia política. Y el silencio orgánico y organizado, como el que mandó implantar en la primera reunión de la Ejecutiva de su partido al inicio de curso. 

Alfredo Pérez Rubalcaba, en su versión más ingeniosa (¿recuperará el líder socialista la sorna mordaz y la ironía inteligente que le han caracterizado desde siempre?), hizo su particular reentré con un cuento, en su personal versión del microrrelato eterno del escritor guatemalteco, nacido en Honduras, Augusto Monterroso: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí» (en alusión a Bárcenas). Pero a Rajoy los cuentos breves le hacen cosquillas y más si son de Rubalcaba que, entonces, hasta incluso se ríe. Fin de la cita. Rajoy está por la novela épica. Le han escrito un guión y lo va a representar con la pretensión y ambición de imponerlo.

El presente. Al Gobierno le han entrado las prisas. Quiere imponer su versión de manera arrolladora. Ganar por desbordamiento. Ganar por energía y determinación antes que por razón y argumentación. En su agenda está aprobar la Ley de Transparencia la semana próxima (y para ello se ha lanzado a una presión contundente sobre el PSOE para que vuelva la negociación y la acepte finalmente).

El Gobierno quiere ir rápido en todo, consciente que llega al ecuador de la legislatura y es el momento de apretar y teniendo mayoría parlamentaria para imponer su ritmo y su agenda legislativa. Y acaba de acelerar esta misma semana, de la mano de Soraya Sáenz de Santamaría, con el balance de las 129 medidas aplicadas ya (o inminentes) de la reforma de las administraciones y reactivar la comisión interministerial (durmiente desde marzo) sobre regeneración democrática. Mientras, el PSOE ha ofrecido un Foro político contra la corrupción en el marco de una subcomisión en la Comisión Constitucional del Congreso.  A los partidos les han entrado las urgencias. Todos rivalizan (y es bueno) –incluso desde los medios y la sociedad civil– en propuestas para hacer frente a esta lacra, llegando incluso a plantear una tábula rasa con forma de Comisión para la Verdad y la Regeneración que, a cambio de la verdad –y su rectificación en forma de compromisos y leyes–, permita el perdón y la amnistía política (¿y penal?).  

El futuro. La aceleración es total. Todos quieren recuperar el tiempo perdido. El desgaste y el deterioro de la credibilidad política son abrumadores. «Hay que hacer algo», se escucha y se proclama en los pasillos del Congreso y en los bares. La calle y los escaños se han contagiado de las urgencias. Y el Gobierno tiene la capacidad ejecutiva para demostrar con hechos que manda y que actúa frente a los desafíos. Esta es su apuesta: hacer y muy rápido. Poner tierra de por medio con la oposición y situarla en el terreno de las palabras (críticas, denuncias, alternativas) que contrasten –fuertemente– con los hechos (y resultados) del Gobierno. Unos hablan y otros trabajan, será el martillo pilón de Rajoy.

Cuando al final del verano Rajoy convocó a la prensa, (para verle caminar junto a sus más fieles correligionarios) no fue solo un gesto de poder excesivo. Fue una decisión estratégica de construcción de imagen: estamos en marcha, a paso ligero y firme. Juntos y decididos. Con Rajoy a la cabeza y marcando el paso.

En esta ofensiva, la energía jugará un papel clave. El hiperactivismo gubernamental acompañará esta ofensiva. La comunicación no será lo que se dice, sino lo que se hace (y cómo se ve o percibe). Una comunicación casi sin palabras, factual, gestual y ritual. Esta es la ofensiva. Y no es pequeña ni débil. Todo lo contrario. La exhibición de energía y la determinación serán las claves.

En los próximos meses veremos si los ciudadanos aplican un sedante voluntario a su memoria y a su irritación a cambio de estímulos económicos y sociales, o si −por el contrario− persisten en su opinión y valoración respecto al liderazgo de Rajoy. Quedan más de dos años para las elecciones generales. Rajoy le va a echar un pulso de resistencia a la oposición, a los medios, a los retos (como el de Artur Mas), a los activistas y a los electores. Su desafío es total y global, si es que antes la justicia no altera los planes. A ver quién aguanta más. De resistencias y energías va el juego. Quien tenga más, podrá imponer su relato, aunque sea un microrrelato.

Rajoy impone su tempo porque tiene tiempo. Le ha dicho a Mas, por ejemplo, que si el plazo de la consulta es en 2014 que se olvide de todo, como acabamos de conocer al revelarse su cita secreta de agosto. Pero que, si se dan dos años más de conversaciones (ambos los tienen), las cosas pueden evolucionar para todos. Curiosamente, las urgencias y aceleraciones van a resolverse con carreras de fondo y de resistencia.

Hay 13 Comentarios

Qué pesar de España!!! No puede encontrar un gobernante que diga la verdad? O uno que sepa que callar no es es inexistencia? O uno que sepa por lo menos hablar y hacerlo con coherencia? Definitivamente, si los pueblos tienen el gobernante que se merecen, me niego a aceptar que el pueblo Español se merezca a Rajoy y, pensando con el deseo, pienso y espero que los españoles cometieron un error y de alguna manera lo van a corregir en menos tiempo que el que falta para unas elecciones generales.

El caso Bárcenas, como ya sabemos, se ha convertido en el caso PP. Para Rajoy este asunto es como una mierda de perro que se le ha pegado a la suela del zapato, no se ve pero huele fatal. Si Rajoy cree que con decir que no hablando de Bárcenas el caso se cierra solo, está muy equivocado. Ya no solo es el asunto en sí, que es gravísimo, sino que ha demostrado, además, que Rajoy no es persona de fiar. Es mentiroso y falso, engaña a sus ciudadanos sin ningún pudor. Rajoy no entiende de esas cosas, la ética política y todo eso.
Ahora estamos con la mentira sistemática de la recuperación económica. Nada más lejos de la realidad. Y no es porque no queramos, todo lo contrario, es porque no se ha producido y no se va a producir hasta que se cree empleo. ¿Cuándo será eso? Pues cuando se agilice el crédito a las empresas y a las familias. No vamos a repetir, si no ganamos no gastamos y si no gastamos no etc....Si no se crea riqueza y aumentamos el PIB un 2%, no se creará empleo. Se estima que eso ocurriría allá para cuando los Juegos Olímpicos de 2020, que si se celebran en Madrid sería un éxito. Sin embargo, el pasado, presente y futuro de Rajoy está en la economía del país, ya que sus mentiras, en sede parlamentaria, no le obligan a dimitir. Y el pasado, el presente y futuro de Rajoy estará ligado a lo que se decida en los juzgados sobre el asunto de Bárcenas. No se nos va a olvidar y sino ahí estará Cospedal para recordarle a Rajoy que fue él y Arenas los que estuvieron en el tinglado.

Hola, amigos. No es mala leche, es puro cabreo, es ira reprimida, es rabia, es cólera, es furia controlada. Veo por ahí escrito que Rajoy ha asumido su error. Falso. Si lo hubiera asumido, habría ya renunciado a la presidencia del gobierno. Pero no lo hará por su propia voluntad. Solo forzado por la inconformidad nacional. Solo la fuerte presión de la opinión pública y de una oposición que no tenga trapos sucios que lavar, ni rabos de paja que ocultar para que el fuego no se los queme. La señora Rosa Díaz se contentó con una intervención brillante el día de la comparecencia de Rajoy y nada más. De los otros no se oye nada o muy poco. Mientras tanto, crece la arrogancia del poder y la pirotecnia cotidiana de las mentiras.

A veces el lenguaje corporal puede significar justo lo contrario de lo que se trata de mostrar. Arrogancia o seguridad en Rajoy significan cobardía o miedo.
Yo observo sus facciones, sus arrugas marcadas, las canas de la barba y me dicen que está cada vez más "muerto".
Saludos

Yo creo que el libro de cabecera de Rajoy es el del arte de la guerra. Solo librar las batallas que se está seguro de ganar y procurar vencer sin luchar. Y hasta cierto punto henos de agradecer a Rajoy que para enfrentarse al desafío de Mas y a su propio desprestigio no haya hecho como el catalán: envolverse en la Bandera e inflamar a la nación. Y le hubiera sido fácil señalar un enemigo de la nación española: la traición separatista cuando no son capaces de pagar sus propias deudas. ¿Se imaginan lo que hubiera podido pasar y dónde estaríamos ahora si Rajoy hubiera caído en ese populismo? Desde luego no hablando de Bárcenas.

Querido Sr. Gutierrez-Rubí. He leído con detalle -como siempre- su articulo y aunque -como en ocasiones suelo discrepar- esta vez sólo quiero señalarle la errata de señalar a Augusto Monterroso como escritor hondureño cuando era guatemalteco. Error comprensible ya que el escritor de los relatos hiperbreves nació en la capital de Honduras de padre guatemalteco y madre hondureña. Pero siempre guatemalteco incluso en el exilio en Mexico D.F. donde murió y como tal fue considerado al otorgarle el Principe de Asturias..

Perdona Antoni y el resto de los participantes del blog, pero es que me estoy cogiendo un cabreo del quince leyendo las últimas informaciones, la visceralidad es lo que tiene .....

Lo del gallego este es demasiado, lo mismo digo la "o" que digo la "co", acabo de leer su " actitud" en el G20 o lo que sea y es impresionanatemente gallego, no se moja el culo ni pa lavarselo.

Por cierto: Don Miguel se está convirtiendo en un referente de la mala leche de este blog tan inteligente.......

Muchisimas gracias mi querido Tostón de la Calle por recordarnos a Unamuno y la Justicia.

La táctica de " la mejor defensa es un buen ataque", que es la que ha iniciado Rajoy, es un arma de doble filo, primero porque hay que tener mucha retaguardia y Rajoy no la tiene, segundo porque hay que tener muchos huevos y Rajoy es cobarde, tercero por que hay que improvisar incluso el cabezazo en la nariz del contrario y Rajoy si algo no sabe es improvisar, todo lo calcula mucho. Lo que está haciendo es "marcarse un farol" con una K y tres J o envidar un órdago a la grande con dos reyes y un as. En mi opinión han asumido su fracaso y solo les queda garantizarse una permanencia salarial para algunos de ellos después de las próximas elecciones, permaneciendo en la oposición a la espera de mejores circunstancias para ser opción de gobierno en futuras convocatorias, tratando de conservar ese puñado de votos de personas de bajo perfil político e ideológico (ancianos, exfranquistas, temerosos de Dios, adoradores del poder en funciones, marujas con el marido a punto de jubilarse etc....) que con todos mis respetos tienen derecho a su voto, pero que les aseguran su supervivencia como partido político (incluso en la clandestinidad moral). Pero esta estrategia tiene el segundo filo: al más mínimo imprevisto todo se va a tomar por donde cargan los camiones.... y a la velocidad que lleva la historia los dos años que faltan para las próximas elecciones son como una glaciación de larga. El gran batacazo es inevitable. A nivel internacional ha adoptado la táctica aznariana de "arrimaté al americano", cuando el americano lo tiene más complicado que en Las Azores ( y eso que es premio Nobel de La Paz), y a nivel nacional ya no engaña a nadie y con La Botella vendiendo la marca España menos. En mi opinión tarde o temprano en España nos viene encima una catarsis política de imprevisibles resultados, pero catarsis al fin y al cabo.

Hola, amigos. Como de costumbre, estupendo el análisis de la situación política que hace Antoni. Es un buen aviso para caminantes. Pero como se trata de la única vía, toca seguir estudiando estrategias para no caer en el abismo. No hay sino túneles oscuros, no hay luz al otro lado. Toca no salirse de la vía para no darse con las paredes del túnel o con el abismo a lado y lado de la carretera. Seguir caminando y resistir también nosotros. Voluntad y buen paso. Decir, como quería Unamuno, al que miente, "¡mentiroso!", y seguir adelante. Vendrán tiempos mejores. No es posible engañar a todo un pueblo eternamente. El único oxígeno que entra por algún conducto es el que nos llega del poder judicial. Es poco, es lento, es reducido. Pero por ahora, vale.

Goebbels no tenía toda la razón. No siempre una mentira repetida 1000 veces con cara de convencido se transforma en una verdad. El PP está intentando distintas formas de contarla, a ver si alguna es el truco mágico que hace que cuele. Porque, por supuesto, el PP solo busca trucos para poder hacer lo que le da la gana a él y a la plutocracia más ruín. El bien común le importa un pito.

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Sobre el autor

es asesor de
comunicación y consultor político.
Profesor en los másters de comunicación
política de distintas universidades.
Autor, entre otros, de los libros: Políticas.
Mujeres protagonistas de un poder
diferenciado’ (2008), Filopolítica:
filosofía para la política (2011)
o La política vigilada (2011).
www.gutierrez-rubi.es

Sobre el blog

Hago mía esta cita: “Escribimos para cambiar el mundo (…). El mundo cambia en función de cómo lo ven las personas y si logramos alterar, aunque sólo sea un milímetro, la manera como miran la realidad, entonces podemos cambiarlo.” James Baldwin

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