Algo está pasando. Manuela Carmena está liberando mucha energía ciudadana. Con su estilo libre (independiente), personal (autónomo y auténtico) y liberado (de argumentarios y consignas) está enamorando ―y domando― el fraccionamiento cainita, tan característico de algunos sectores progresistas de la ciudad de Madrid. Y, a la vez, está generando una coalición transversal, intergeneracional y plural de ciudadanos y grupos que ven en su campaña la oportunidad de recobrar el protagonismo político de las personas en el devenir de lo político. Las multitudes han desbordado a los aparatos, que tantas veces en Madrid, y en otros muchos lugares, han decepcionado y frustrado las esperanzas de cambio.
La creatividad social contagia, anima y moviliza. Carmena ya no es de nadie, ni de sus promotores, valedores o facilitadores. Por eso puede ser la alcaldesa de todos. Porque los electores no quieren esperarse al 24M para ser decisivos mientras esperan el recuento. Quieren, con su activismo y artivismo, ser protagonistas de lo excepcional. La campaña es una muestra de un refrescante y lúdico grassroots que puede derrotar a maquinarias muy eficientes, a estructuras muy poderosas y a candidatos muy experimentados. Una vez más, las multitudes inteligentes pueden ser más efectivas que los organigramas silentes.
Lo que está sucediendo quizá demostrará que el futuro de las campañas ya no dependerá exclusivamente de las candidaturas con los mejores y más temidos spin doctors, de los más férreos secretarios de organización, con su implacable programación de autocares y aforos, de los más reputados asesores de comunicación o de las más premiadas agencias publicitarias. Sí, todos estos profesionales jugarán, todavía, un papel relevante como expertos. Pero lo decisivo, para competir y ganar, será generar una dinámica de campaña que no dependa sólo del candidato, de su equipo, de su partido, o de sus recursos. La frase The Truth Is Out There (La verdad está ahí fuera) era la frase final de una serie de culto televisiva. Pues eso, el éxito está ahí fuera. Ganarán los que conviertan las campañas no en un choque de aparatos o líderes exclusivamente, sino en un choque de redes y multitudes. Estas son algunas claves:
1. Crowdfunding. La financiación colectiva política y electoral ya es una realidad. Pero, seguramente, no para todos igual. La capacidad recaudatoria de las aportaciones voluntarias, pequeñas y humildes, contrastan con la obscena financiación excesiva o irregular de algunas fuerzas políticas. Dime cómo te financias… y te diré quién y cómo eres. Las causas políticas, desde la vigilancia democrática a la acción popular judicial, se están nutriendo del poderoso atractivo cultural ―y de experiencia enriquecedora― que significa la economía colaborativa. Manuela ha conseguido una financiación que estimula la resistencia, el reto y la ambición del sí se puede. No habríamos llegado hasta aquí sin la educación cívica de las primeras y pioneras plataformas de crowdfunding en España. Hemos pasado de financiar libros sin editorial, a candidatos sin partidos.
2. ARTivismo. La campaña Madrid con Manuela está demostrando el enorme talento anónimo, la extraordinaria potencia de la creatividad colectiva y el carácter movilizador del arte político y la influencia del streetart. La calidad, variedad y plasticidad de las aportaciones está generando un efecto estimulante y optimista alrededor de la campaña. Es el combate de la belleza contra las fealdades de la política. La democratización del talento ha hecho que consagrados y amateurs compartan redes, time line y tumblr. Del tradicional manifiesto y la lista de los abajo firmantes, singulares, públicos y notorios... a los miles de anónimos que, sin estratificaciones protocolarias, sin aristocracias creativas, comparten una ilusión política con el arte como cohesionador. La autonomía desborda y libera. El desorden ordena y moviliza. No se trata de encuadrar, sino de que fluya.
3. Redes. La campaña está demostrando, también, el enorme potencial de la tecnopolítica. Y que el grado de madurez y profesionalidad eficiente, que se nutre de la acumulación de conocimientos compartidos, es competitivo y sólido. La ciencia de redes existe. Y la política digital, también. Los necios desprecian lo que ignoran. Los inteligentes son prudentes y aprenden. Hay capacidad real de articular mayorías desde las multipantallas. La retroalimentación plazas-redes, que nació en el #15M se pone a prueba con su desafío definitivo: las urnas.
«Las voces serán más importantes que los votos», decía en el 2011 Joichi Ito, Director del Media Lab del Instituto tecnológico de Massachusetts. Pero en 2015 sólo las papeletas decidirán si Manuela gana o no. Aunque Carmena, y su ecosistema social y político, ha ganado ya en la manera de entender las campañas del futuro. El choque ético y estético es brutal. Mientras su coche oficial es el metro de Madrid, su principal y favorita oponente se dio a la fuga con el suyo. Ilustradores anónimos frente a photoshop profesional. Vaya duelo de formas y de fondo. Manuela puede quitarle hasta el nombre a Aguirre. Y convertirse en la esperanza real de muchos electores.
Hay 6 Comentarios
Un detalle secundario pero que tendrá cola. Villacís se resiste hasta el último momento a afirmar que no contribuirá ni con voto afirmativo ni con abstención a que Aguirre sea alcaldesa. Lo pagará. Y lo pagara C's, a pesar de las profesiones de socialdemocracia de los últimos días. En un rato me voy al acto de la plaza Martin Luther King, A los hiperjóvenes de C's, ese nombre les debe parecer como del tiempo de la guerra de Cuba...
Publicado por: Frydman | 22/05/2015 19:27:51
Sucede que Manuela Carmena es una mujer excepcional. Integra y fiel a sus ideales y eso se percibe, por eso la gente acude a su convocatoria. Muy merecido este post , porque es de las poquísimas personas que nos rescatan de tanta negatividad fluctuante en las filas de la política.Cordiales saludos para todos.
Publicado por: bergante | 22/05/2015 15:58:31
De acuerdo con todo. Una campaña que ha fluido por las redes y que ha generado la sensación de que se pueden remontar unas encuestas que parecían perdidas.
La democracia no se limita al voto... aunque votar siga siendo lo más importante.
http://planetamancha.blogspot.com.es/2015/05/madridconmanuela.html
Publicado por: Nomeko7 | 22/05/2015 15:39:06
Un análisis muy riguroso, una delicia leerte!!!
Gracias
Publicado por: Enrique | 22/05/2015 14:35:56
Me ha gustado tu análisis Antoni, comparto tus opiniones sobre Manuela Carmena aunque no la vote.
Sin embargo,hecho a faltar un "pequeño detalle" que tal vez, por no ser "técnicamente correcto", no lo has incluído en el análisis, me estoy refiriendo a la esencia misma de la corrupción,conocida como Esperanza Aguirre (la extraordinaria caza talentos) verbigracia, Correa, el Bigote, Sepúlveda, López Viejo, Granados entre otros.....
La excelente campaña de Carmena, está dirigida contra la gran corrupción del PP y la siniestra Esperanza Aguirre, no tiene grandes dificultades para encontrar válidos argumentos. Esperemos pues, al día 24 para que podamos desde distintas opciones políticas, festejar que ha comenzado a entrar aire limpio en las instituciones en España.
Cordial saludo
Ismael
Publicado por: Ismael | 22/05/2015 10:51:26
Para empezar, mis respetos y simpatía hacia Doña Manuela Carmena, para seguir, mi total aquiescencia con el artículo y los planteamientos de Antoni, y para terminar, añadir, que en mi opinión hay un motivo más que explica el fenómeno Manuela, y lo digo en serio no de cachondeo. Se trata del “efecto emético” que produce Esperanza Aguirre en un amplio sector de la ciudadanía, que la aglutina en torno a Doña Manuela independientemente de su filiación política. Si en vez de existir Doña Manuela se hubiese organizado una manifestación “antiaguierre” ( indudablemente a través de las redes y no por iniciativa de un partido político), la asistencia hubiese sido grandiosa.
Publicado por: Rogelio | 22/05/2015 10:05:27