Albert Rivera afirmaba, en relación con la última comparecencia ante los medios de Mariano Rajoy, que el Presidente era ya un líder «agotado» y sin proyecto de futuro. El líder de Ciudadanos mide ―y estudia bien― casi todas sus palabras. Evitó decir «amortizado», aunque centrar la crítica en el eje pasado-futuro, agotamiento-energía le conviene, por su brío, por su innovación, por su dinamismo. Pero, para desesperación de muchos (y en diversos procesos electorales en todo el mundo), los líderes aparentemente agotados tienen más de una vida. ¿Es suficiente el supuesto agotamiento ―o envejecimiento mental, actitudinal o político― para amortizar (y cambiar) a un líder? No, no lo es. Y Rajoy es un resiliente total. No lo olviden. Nadie está ahí tanto tiempo sin los méritos y virtudes que casi todo el mundo le niega o no le reconoce.
El periodista John Carlin, autor de El factor humano, que ha podido analizar algunos de los liderazgos más ejemplares de nuestra historia reciente, escribía un brillante artículo hace unos meses en estas páginas, La rabiosa modernidad de la vieja política, en relación al desenlace inesperado de las elecciones británicas, y afirmaba: «La ciencia ha avanzado desde los tiempos romanos y han surgido nuevas ideologías y nuevos mecanismos para gobernar pero ni Twitter, ni la televisión han modificado en lo esencial el comportamiento del ser humano, ni tampoco los métodos para conseguir su apoyo electoral. Somos igual de susceptibles a los halagos y a las promesas vacías, igual de susceptibles a líderes astutos que entienden, como también señaló Quinto Tulio, que ‘la gente se deja llevar más por la apariencia que por la realidad’. El mensaje que nos llega de la antigüedad no es gratificante pero sigue siendo tan verdad hoy como hace 2.000 años. Como acaba de demostrar el idealista, intelectual y fracasado Ed Miliband, los políticos que prosperan son los que se relacionan con el mundo como es, no como ellos quisieran que sea.»
Rajoy va a pelear duro hasta el final. Su cita es consigo mismo. Con su trayectoria, con su pasado. Él es el último representante de una casta (en la aceptación de antes de Podemos) que ya está jubilada o en retirada. Él es el último mohicano. Y está convencido de que se le valora poco, se le agradece menos y se le considera escasamente meritorio. Pocos políticos han sufrido tanto escarnio y desprecio público y privado, realidad que le obligaría a más de una reflexión. Pero Rajoy es de otra pasta y esconde sus emociones, aunque ―de vez en cuando― aflore entre sus muecas faciales un rictus de dolor íntimo, por la falta de aprecio personal a las virtudes y talentos que cree poseer. Rajoy va a las elecciones con ganas de venganza. Quiere ganar políticamente para reivindicarse él mismo. «Trabajo para tener más futuro que pasado», dijo hace unos días.
Este componente personal y psicológico no es tema menor en un proceso electoral tan agónico y decisivo. Puede ser su tumba… o su trampolín. Sus rivales harían bien en no despreciar esta clave, tan química y tan movilizadora. ¿Por qué sigue Rajoy? Porque lo necesita. Porque necesita que los electores le den las gracias con votos y le muestren algo de aprecio y respeto en las urnas. Y que los creadores de opinión de todo tipo acepten su derrota ante el resultado electoral.
Pero, ¿son los electores agradecidos? No, no lo son. Son interesados, al menos el segmento decisivo, el ambivalente, el que puede votar más de una opción y que, cuando cambia de voto (entre los más directos rivales), provoca una brecha importante: el que quita y el que da. Esos votos valen doble. El voto ideológico sigue siendo irreductible… pero cada vez más se mueve en diámetros electorales reverberantes (aunque cambien los protagonistas, las marcas o los estilos) y sólo puede crecer cuando hay cambios demográficos muy significativos y concentrados territorialmente.
Los resultados del último CIS que hemos conocido hoy refuerzan la idea que la percepción sobre el futuro va a ser determinante. ¿Quién lo va a representar mejor? En palabras del filósofo Daniel Innerarity: «La tarea principal de la política democrática es la de establecer la mediación entre la herencia del pasado, las prioridades del presente y los desafíos de futuro». Quien acierte el porcentaje de cada realidad en la oferta electoral, en el momento preciso de la cita con las urnas, tendrá una posición competitiva y ganadora.
Hay 11 Comentarios
Yo creo que tú sabes que yo jamás he confiado en él. Y mira que he analizado sus políticas desde muchos puntos de vista, e incluso sé que hay gente de izquierdas, derechas, y centro, que ha ganado dinero con las Reformas que ha hecho y al propiciar las inversiones especulativas a tuttiplen...
Pero es que aún siendo de derechas se puede hacer bien y este gobierno, bueno no el gobierno exactamente, sino este partido nos ha enfrentado a todos. Quiere volver a la España de la Patria, la bandera, la Iglesia y la corrupción. Y ese es el modelo para el que trabajan...
Sé que soy simple al exponerlo de esa forma, porque también es cierto que no somos un país aislado en Europa que puede tomar sus propias decisiones en según que materias, pero de eso a querer arrinconar, y negar la dignidad a la ciudadanía a base de leyes, al mismo tiempo que se hacen reformas de Ley con, trampa incluída, por donde los corruptos y listillos pueden escapar y medrar sin demasiado impedimento, me parece del todo inaceptable.
Publicado por: Alba | 12/08/2015 18:02:12
Desde mi punto de vista, sería un desastre para el país que Rajoy ganase las elecciones
Publicado por: juliana Luisa | 08/08/2015 20:07:30
Las personas equilibradas, cabales e inteligentes siempre pensamos que los zombis no existían, que eran entes de ficción, evidentemente nos equivocamos, ahí está el Rajoy, un autentico muerto viviente, con su ojillo podrio, sus babas, sus andares a trompicones, los dientes corruptos y sobre todo metiendo miedo y dando mordiscos que es lo que mejor sabe hacer un zombi que se precie.
A partir de este momento solo nos puede salvar de él que analistas, economistas, periodistas y el resto de políticos se dediquen de aquí a las elecciones a desmontar su infumable, manipulado y descaradamente mentiroso discurso económico. Por lo que estoy leyendo estos días, sobre todo respecto a los Presupuestos Generales del Estado no empezamos mal, pero hay que perseverar y mucho para desenmascarar el macrocuentochino que nos quiere colar el zombi.
Publicado por: Rogelio | 06/08/2015 20:46:50
Hermosas palabras, elegante discurso y repugnante mensaje el de este lúgbre personaje autodenominado "Un economista". Anhela que España pierda soberanía y le sean impuestas con malas artes reformas que no desea y que solamente una inteligencia superior, supongo que la del poder económico, puede entender. La alienación descrita por Marx funciona perfectamente, como ese cainita Abel expresa: saber "ver" la realidad es plegarse a la injusticia y permitir los abusos de la minoría poderosa sobre el resto de la población. Quienes están arriba, con el riñón cubierto y el estómago inflado, no entienden que la inmensa mayoría proteste al ver unas vidas cada día más insoportables. Quienes permitan una victoria de esta fuerza política y de este sujeto se reparten entre la iniquidad cínica de los neoliberales y la cobardía y estupidez de esa masa políticamente inmadura y maleable que ha permitido que este país se instale en la más absoluta mediocridad. Si todo el pensamiento político se reduce al casino de la economía neoliberal, poca profundidad de pensamiento puede presuponerse de sus defensores, tan apegados a "esa realidad" que les impide ver que la mayor parte de la materia es vacío.
Publicado por: Ciudadano | 06/08/2015 13:29:12
Rajoy es un político de raza, con una buena comprensión de los atavismos que subyacen en la psiquis de los españoles, siempre prestos a buscar culpables cuando no reciben retornos superiores a su productividad. Ha toreado el rescate, ha sostenido el gasto social a costa de sus votantes, pese al riesgo moral preferible al extremismo que provocaría su reducción, ha dejado pasar el tiempo sin caer en las provocaciones nacionalistas de Mas acercándose a Merkel, ni ha caído en las que pedían mano dura, y ha sacrificado alcaldes y poder autonómico (poder de escaso peso) para dejar que la bisoñez y el baratillo ideológico mostrasen su cara a todos aquellos que, enfadados como niños, se quedaron en casa. Ha utilizado la tragedia griega con perfección. Ahora, con buenos datos económicos aireados con inteligencia, con el más que previsible fracaso nacionalista, con el rescoldo de la quiebra y capitulación griega, la indefinición ideológica de sus adversarios y el previsible apoyo internacional, ganará de calle, aunque quizá no con mayoría, que completará entre Cs y PNV. Todo lo anterior no quita lo más importante: el saber dirigir el tiro no es válido. Hace falta, además de ello, saber dirigirlo para situar a España en un nuevo entorno competitivo a nivel global, cediendo soberanía y realizando las reformas que la sociedad no quiere hacer, de manera silente, inteligente y eficaz. FG lo hizo muy bien, de hecho.
Publicado por: Un economista | 05/08/2015 19:59:27
Rajoy va a obtener, en las próximas elecciones generales, una victoria pírrica. Nadie querrá pactar con el PP, excepto la dudosa opción de Ciudadanos, que sabe que si lo hace estará hundido para siempre, ya que la sociedad y sus votantes no se lo perdonarán. Son tiempos nuevos y los vientos ábregos traen nuevas coaliciones. El que no lo quiera ver está perdido. La macroeconomía no es la economía del ciudadano de a pie.
Publicado por: Javier | 05/08/2015 19:01:13
Rajoy, no está agotado, está iniciando el proceso de recuperación. Si sale reelegido, seguiremos mejorando. Si gobiernan otros volveremos hacia atrás y acabaremos como Grecia. La mejor opción para España es el PP, mal que les pesé a muchos que no saben ver la realidad.
Publicado por: Abel | 05/08/2015 18:13:10
Bravo Antoni ! narrativa extremedamente lúcida...
¿ Rajoy ? tiene 'aquello' que tenian los revolucionarios de los viejos tiempos de 'maricastañas'...incluso personaje de Stevenson...más bien doctor Jakyll que mister Hyde...
...aunque ambos serán reelegidos...gobierno del PP minoritario en la próxima legislatura...
Publicado por: doña Alma Errante | 05/08/2015 16:36:14
Bravo Antoni ! narrativa extremedamente lúcida...
¿ Rajoy ? tiene 'aquello' que tenian los revolucionarios de los viejos tiempos de 'maricastañas'...incluso personaje de Stevenson...más bien doctor Jakyll que mister Hyde...
...aunque ambos serán reelegidos...gobierno del PP minoritario en la próxima legislatura...
Publicado por: doña Alma Errante | 05/08/2015 16:36:14
Quizás más que votar a Rajoy, con un índice de rechazo del 80%, quienes lo hacen votan al partido y les da igual quien esté al frente, los recortes, la corrupción ... También ayuda que el PSOE continúa sin levantar cabeza.
Si Rajoy/PP son el futuro, qué panorama tan desolador.
Un saludo Antoni.
Publicado por: LBarcelona | 05/08/2015 15:44:33
No es que Rajoy esté agotado, es que no da para más. Ni nunca lo ha dado. Menuda mano la de Aznar al designarlo sucesor. ¿Lo haría para tener más fácil seguir operando en la sombra?
Publicado por: Ángel Villegas Bravo | 05/08/2015 14:43:10