El 20D tendremos un resultado electoral. Pero sea cual sea, lo que habrá es un cambio radical en las lógicas políticas y en las ecuaciones parlamentarias. Habrá cambios, aunque no haya cambio. Y serán históricos. La política española será diferente. Durante todas las legislaturas el cambio se reducía a la opción de la alternancia. Se gana cuando el ciclo de tu rival se agota (PP en 1996), o cuando comete errores muy graves (11M de 2004). El valor de la opción de la alternancia era la paciencia, la resistencia y la disponibilidad. Es decir, con estar ahí, era suficiente. No voy a contribuir al discurso nihilista al parecer que sugiero que los partidos mayoritarios ―hasta ahora― son lo mismo. En absoluto, no lo son. Aunque en nuestras elecciones recientes han sido percibidos ―demasiadas veces― como el relevo, el recambio, el sustituto… del partido desgastado en el poder. El bipartidismo era estabilidad porque, de alguna manera, era continuidad para una parte significativa de la ciudadanía.
El 20D daremos paso a algo más profundo que un nuevo ciclo. El 20D parece que se abrirá, definitivamente, nuestro mapa político de manera irreversible. Nuevos retos. La gobernabilidad necesitará grandes acuerdos de más de dos fuerzas, en muchos casos. Y, a pesar del ventajista sistema electoral que prima a algunos partidos, se abrirán nuevas percepciones de la realidad. Nuevas cartografías electorales. Por ejemplo, la relación entre el número de votos y el de escaños; las proporciones electorales entre las grandes capitales y el resto de provincias; las generaciones de votantes para cada partido (el 50% de los electores del PP son mayores de 60 años); el color del mapa electoral entre el norte y el sur; el corredor mediterráneo y la cornisa cantábrica; o entre la periferia y el centro. Es decir, pasaremos de la mayoría absoluta actual a un resultado en el que la previsible primera fuerza no llega al 30% de los votos con una muy desigual implantación territorial, generacional, social y económica. Inédito. Extraordinario.
¿Puede ser presidente de España el líder de un partido que, por ejemplo, pierda en las capitales de Madrid, Barcelona, Sevilla, A Coruña, Valencia, Bilbao o Zaragoza, entre otras? Sí, puede, claro, aunque nadie sensato podrá ignorar este tipo de resultados. La política necesitará de renovados vínculos y reforzadas legitimidades que sólo emergerán del acuerdo, del pacto: de las alternativas. El poder político institucional necesitará sumar muchos nuevos poderes para gobernar. España será más plural, más compleja, más diversa, más matizada y más sorprendente. De España en singular, a Españas en plural. Del bipartidismo, al multipartidismo. Malos tiempos para los pensamientos únicos y cerrados. Mejor para el resto. Viva la pluralidad.
El nuevo ecosistema político que emergerá del 20D no puede traicionar a los electores. Hay un clima de renovación que no puede ser obviado, ignorado o mutilado. Los partidos emergentes, las nuevas expresiones de lo político (confluencias), así como la resistente solidez electoral de las opciones soberanistas llaman a la puerta. Nuestro sistema no puede cerrar esa puerta de renovada vitalidad: la ciudadanía pide cambios, nuestra democracia no puede ignorarlos o despreciarlos. El partido ganador perderá. Y los que pierdan ganarán. Hace cuatro años ni estaban, ni se les esperaba. Estos hitos, por paradójicos que parezcan, serán el inicio de un nuevo modo político; de otra manera de hacer campañas electorales y de una nueva comunicación política.
La política del piloto automático (mayorías absolutas), del copiloto (bipartidismo), dará paso a una conducción más coral, más dialogante, más constructiva y más comprometida. Nadie podrá lavarse las manos. Ni por cálculo electoral. Esto no es la primera vuelta. Es la primera vez, que no es lo mismo. Los que especulen pueden llegar muy trasquilados a la siguiente cita electoral. Los ciudadanos votan para que se gobierne.
Adiós alternancias, hola alternativas. Es tiempo de compromisos.
Hay 4 Comentarios
El electorado español que tradicionalmente ha votado al centro izquierda (PSOE), esta sufriendo una manipulación mediática sin precedentes por parte de los medios de comunicación vinculados a la derecha (hablamos de grupos mediáticos como el grupo planeta,....). Hablamos de un electorado socialdemócrata que esta sufriendo la crisis en toda su crudeza, castigado ademas por las políticas de recortes de la derecha para solucionar la crisis. Hablamos de un electorado que no ve un futuro ni para ellos, ni para sus descendientes. Y que esta manipulación mediática esta ofreciendo como única solución a todos los males de la crisis dos proyectos políticos artificiales PODEMOS Y CIUDADANOS (volviendo al viejo modelo de cuatro partidos del principio de la democracia 1978-PSOE-AP-UCD-PCE esta si de forma natural).
-Estas dos soluciones que ofrecen no dejan de ser simplemente dos montajes- en el caso de PODEMOS un lavado de cara del PCE que le gusta cambiar de nombre, es decir los comunistas de siempre que se presentan con una nueva versión sin aceptar que el comunismo ha fracasado, (PCE=PTE=IU=15-M=GANEMOS=PODEMOS= UNIDAD POPULAR=.....).Observamos como novedad que PODEMOS trata de ocupar el espacio de la socialdemocracia sin renunciar a su espacio natural radical. No es novedad que el comunismo trate de arrinconar a la socialdemocracia como ya ha ocurrido en el pasado, en múltiples casos aliándose con la derecha tradicional si es necesario para hundir al PSOE allí donde esta. En cuanto a CIUDADANOS es una vieja aspiración la de montar un partido potente de centro derecha (la operación roca fue una intentona fallida).
La pregunta que nos hacemos es que oculta estos montajes, que ocultan esta manipulación del electorado socialdemocracia: La respuesta esta en que estos medios de comunicación tratan de manipular la realidad, la realidad de que la crisis se produjo por las políticas de la derecha (de más mercado y menos estado), la realidad es que las políticas de la derecha en Europa de recortes de derechos, y de austeridad han fracasado. Y sobre todo tratan de ocultar la realidad de que los ciudadanos europeos están de nuevo apoyando/confiando en las políticas socialdemócratas y desechando las políticas conservadoras. Francia, Italia, Portugal, Alemania (gobierno compartido),..... confían de nuevo en políticas socialdemócratas para superar la crisis.
Este retorno de las políticas socialdemócratas propiciado por la ciudadanía europea es nefasto para la derecha española. El nuevo viento de cambio y esperanza para vencer a la crisis que propicia la socialdemocracia; tratan de ocultarlo con una manipulación mediática y con el artificio de formaciones artificiales, dispuestas a hundir el proyecto socialdemócrata.
Por tanto es vital para el PSOE hacer que el viento de cambio y esperanza europeo llegue a España y no sea vencido por la manipulación de la derecha, de sus medios de comunicación y de sus aliados.
Los ciudadanos españoles deben de saber, deben de entender que la única ideología que nos puede hacer avanzar en derechos, libertad, prosperidad y progreso es la ideología socialdemócrata y que este camino tiene múltiples enemigos como son el egoísmo, los intereses de minorías privilegiadas en detrimento del interés general, y que promoverán todo tipo de obstáculos para continuar disfrutando de sus intereses particulares.
Publicado por: sebcar1950 | 14/12/2015 17:37:59
¿Que envidia La France, que impide gobernar a los fachas! Aquí, sin ningún partido relevante a la derecha del PP no ocurre lo mismo. Y que no me digan que en España no hay fachas porque no me lo puedo creer.
Publicado por: JOSE LUIS SANCHEZ | 14/12/2015 12:37:48
Me gusta tu planteamiento, Antoni, pero lo veo demasiado optimista y no sé si estamos seguros de que las alternativas funcionen. Lo que si tenemos claro es que somos los ciudadanos los que podemos ganar mucho con los cambios.
Salud
Publicado por: inma | 14/12/2015 12:13:38
¡¡¡ Ya era hora. !!!
Publicado por: rogelio reza | 14/12/2015 8:29:21