Confrontarse y competir es el modo natural de actuar en la política partidaria. Pero, de la misma manera que ya hablamos de economía colaborativa o de inteligencia colectiva… ¿podemos hablar de política colaborativa? Parece difícil en un país de trincheras y alamedas ideológicas, pero cada vez hay más una demanda creciente de cooperación y colaboración entre las fuerzas políticas. No hablo solo del tradicional mantra de “los grandes temas de Estado”, no. Me refiero, en este caso, a la cooperación entre espacios políticos limítrofes y contiguos, hibridados con movimientos sociales y tecnopolíticos; con amplias zonas de intersección, pero que, electoralmente, compiten entre sí con una rivalidad exacerbada, de ribetes cainitas.
Esta política colaborativa debe empezar compartiendo conocimientos en un clima de prácticas y prototipos de intervención política y social. Innovando juntos, aprendiendo y compartiendo. No hay otro camino. El respeto -imprescindible- nace cuando compartes. ¿Se puede colaborar con quien desprecias? No, seguro que no. Las ciudades y los gobiernos locales (del cambio, por ejemplo) son espacios naturales para avanzar en un reencuentro de reconocimiento y respeto mutuo, que favorezca el aprecio y la colaboración sincera y abierta.
MediaLab Prado, por ejemplo, abre una convocatoria de proyectos "Inteligencia Colectiva para la Democracia" que se compartirán en un evento internacional que se celebrará en Madrid. Durante quince días, equipos multidisciplinares realizarán proyectos relacionados con la democracia, la participación ciudadana y las herramientas y metodologías que facilitan estos procesos. “Convocamos a hackers, activistas, políticos, programadores, diseñadores, técnicos de participación y cualquier otra persona interesada en la democracia directa y la participación ciudadana con herramientas digitales”, afirman en su convocatoria.
¿Se puede competir colaborando y compartiendo conocimientos? ¡Sí, claro que sí! Lo saben los emprendedores sociales o tecnológicos que han hecho de la cooperación horizontal un ecosistema fértil para ideas, proyectos y liderazgos. Este cambio cultural es un desafío para la política. Pero es imprescindible si se quiere gobernar en proyectos que van más allá de los gobiernos de coalición. Se trata de gobiernos de cooperación, que es más profundo que el acuerdo táctico, con fecha de caducidad, en un clima de recelo, vigilancia y desconfianza mutuos. Una coalición que se sabe amortizada antes de empezar, o una cooperación que busca, amplía y fortalece mayorías sociales. Esa es la cuestión.
Hace unos meses, Pedro Sánchez, en plena negociación de su investidura frustrada, hablaba de “mimbres”, tejiendo una idea política sobre el substrato del rico refranero popular. El devenir político convirtió los mimbres en astillas y en espinas. Pero hay que volver a ellos. Es una expresión que se aproxima bien a este concepto de construir algo nuevo con una materia prima compartida capaz de trascender. Hay un poema bellísimo (El mimbre y la poesía) del chileno Efraín Barquero que se acerca con precisión certera, la que solo los poetas alcanzan, a esta idea de colaboración:
“Mimbrero, sentémonos aquí en la calle,
y armemos con tus hilos blancos y con mis hilos azules
los esenciales artefactos de uso diario:
La paz, la mesa, la poesía, la cuna,
el canasto para el pan, la voz para el amor.
Armemos juntos las cosas más esenciales y más simples,
más hermosas y útiles, más verdaderas y económicas,
para cualquiera que pase nos comprenda y nos lleve.
Nos ame, y se pueda servir de nosotros. Nos necesite,
y podamos alegrarlo sin ninguna condición”.
Hay 7 Comentarios
Estupendo, Totalmente de acuerdo. Sería el cosmopolitismo. Ciudsadanos del mundo trabajando juntos por un mundo mejor. El fin de los nacionalismos, Según -creo- Einstein, el sarampión de los pueblos (una enfermedad infantil)
Un saludo
Publicado por: Juliana Luisa | 15/08/2016 21:01:26
Aquí tenéis mi visión, breve y clara:
https://dametresminutos.wordpress.com/2015/02/02/calzoncillos-de-seda/
Publicado por: José | 15/08/2016 12:30:10
A día de hoy no lo veo. No, entre rivales políticos. No, mientras la gente que hace política tenga otros intereses ocultos, distintos que velar por los de los ciudadanos, el país, etc.. Escribirlo ya me parece hasta ridículo, imagina. Tengo tan claro que no.
He visto alguna colaboración, o intento de hacerlo, entre iguales. Carmena/Colao, por ejemplo. En Valencia también han acercado posiciones distintas formaciones por imperiosa necesidad. O ellos, o el PP...
Ojalá algún día se hiciera realidad ese entente. Sin lugar a dudas sería muy deseable.
Publicado por: Alba | 13/08/2016 21:02:42
Es indudable que la “Política colaborativa” es el único camino aceptable hacia el futuro si se tiene un mínimo de sentido común. Creo que el camino va a ser lento y difícil, hay una tendencia natural muy extendida en política a adoptar actitudes de hincha futbolero con sus gorros, sus banderas y cantando alirones que va a ser complicado de superar, hay quienes incluso incluyen en sus lápidas epitafios con su filiación política: ¡ Aquí yace un comunista de toda la vida ! o ¡ Agustín Martinez 1945-2008 Republicano!, o abuelos que hacen socio del Atlheti a su primer nieto nada más nacer o incluyen en sus últimas voluntades que sus cenizas reposen en el columbario del Real Madrid. Aquí en España hay cosas que se llevan muy dentro y ya se sabe: ¡Al enemigo ni agua!. La única excepción se da con los Bancos, capaces de fusionarse tras años de beligerancia y obtener pingües beneficios en un par de días. Hoy nos parece normal un viejo chiste de Forges en que dos operarios portan un cartel que dice: “ Banco Hispano Central de Santander Exterior Atlántico Zaragozano de Crédito Rural Guipuzcoano Herrero de Bilbao y Pastor de Vizcaya”, no se si llegaremos a ver el “Partido de los Ciudadanos Populares Trabajadores Unidos en el Socialismo Verde” pero igual funcionaba cojonudamente.
Lo que en mi opinión si está claro es que el camino hacia la “Política colaborativa” solo puede comenzar su andadura desde los gobiernos locales y los ayuntamientos en donde ya se ven los primeros avances y logros y siempre y cuando desde las más altas y ortodoxas instancias de los partidos no los descabecen por herejes o traidores a la causa.
Publicado por: rogelio | 11/08/2016 12:27:28
Una vez más Antoni innova en el vocabulario y las ideas.: Política colaborativa.¡Me encanta! Aprovechemos ahora que tantos ciudadanos han recuperado el interés por la politica para exigir a los partidos que colaboren porque es necesario y urgente
Publicado por: Mara | 09/08/2016 11:20:37
Antoni, tiraste una bomba de tiempo... creo que aquí hay un espacio de trabajo tan difuso como indispensable.... pareciera que todo lo que incluye lo político es competencia, sobre todo entre los cercanos... la democracia está desafiada a salir de este paradigma de la competencia y entrar a la colaboración... estoy iniciando un trabajo que espero de frutos, para colaborar en campañas electorales... veamos como me va
Publicado por: andres palacios | 09/08/2016 1:46:03
Has dado en el clavo, precisamente de lo que se trata es de olvidar rivalidades para crear un proyecto común de cooperación para todos, para el bien común. Que gusto tienes con las poesia, el ejemplo es exacto. Te felicito.
Publicado por: Susi | 08/08/2016 23:46:52