El 6 de febrero murieron 15 personas en aguas de Ceuta cuando intentaban alcanzar la costa española. Sobre esta tragedia han opinado desde todos los colectivos sociales: políticos españoles, representantes de la Unión Europea, periodistas, fuerzas de seguridad del Estado, organizaciones sin ánimo de lucro, celebridades, ciudadanos anónimos... La última ha sido la Defensora del Pueblo, que ha indicado que el uso de pelotas de goma contra los inmigrantes que estaban en el agua no fue prudente. ¿Pero qué dice África? Se ha mantenido en silencio hasta este jueves, día en que Senegal, Gambia, Camerún, Mali o Guinea Conakri entre otros países han alzado la voz a través de la Red de Asociaciones de Africanos.
Para los representantes de las principales asociaciones de africanos en Madrid, hay otros responsables más allá del Ministerio de Interior o de la Guardia Civil: la Unión Europea, culpable de las verdaderas causas que llevan a que tantos jóvenes africanos se encaramen sobre una valla metálica o crucen el mar en patera o a nado: la falta de oportunidades y la pobreza a la que la desertificación y las políticas comerciales de la UE abocan a estos países. "La misma Europa que nos niega la entrada, expolia nuestros recursos y explota nuestras tierras".
"Europa no acaba de asumir sus responsabilidades. Están expoliando África. Y si nos echan de África, ¿a dónde quieren que vayamos, a Marte?", se ha preguntado Marcos Suka, representante de la Asociación de inmigrantes senegaleses en España. "La UE es una unión de mercaderes, donde importa el dinero y no las personas", ha añadido.
Las llegadas de inmigrantes, según el colectivo, se repetirán mientras no cesen las condiciones que les expulsan de sus lugares de origen. "En esta política sistemática de blindar las fronteras, Europa las abre cuando necesita mano de obra barata. Pero además hay otra política de llevar a los profesionales más cualificados de África a Europa, dejando África en una situación grave porque se llevan todo su personal capacitado", ha asegurado Mamadou Agne, de la misma asociación.
La alarma social creada por quienes difunden que hay "avalanchas" de inmigrantes que preparan un salto hacia España es injustificada, en base a los datos ofrecidos por la Liga Panafricana. Su portavoz, Antumí Toasiije, ha asegurado que España concedió en 2012 56.000 visados a ciudadanos de países del África subsahariana y 1.800.000 a ciudadanos de otros países. "¿Por qué hay esa injusticia con el África negra? Porque se han diseñado políticas migratorias basadas en el racismo", ha criticado. "Si se miran los porcentajes de cuántos africanos negros hay en España, se ve que les clasifican solo como subsaharianos en vez de por países, porque son pocos", ha insistido Suka.
El colectivo de asociaciones no ha decidido de momento si va a llevar a cabo alguna acción a nivel judicial, tal y como sí han hecho las asociaciones de Migreurop, que esta semana se han personado como acusación popular en las diligencias abiertas por los sucesos de Ceuta.
pero sí han insistido de forma unánime en que no solo vale pedir responsabilidades políticas. "No pararemos hasta que el culpable de estas muertes vaya a la cárcel", ha asegurado Toasije.
Más allá de buscar culpables, los portavoces de estas asociaciones han pedido que se lleve a cabo una investigación que esclarezca los hechos ocurridos en Ceuta, que se revisen los protocolos de actuación de la Guardia Civil y el ejército marroquí en la gestión de los flujos migratorios en la frontera, que los gobiernos africanos soliciten explicaciones al Ejecutivo español en vez de ser cómplices con su silencio y que se celebre un encuentro internacional entre la Unión Africana y la Unión Europea para trabajar en una estrategia común para abordar los fenómenos migratorios.
La solución, en cualquier caso, pasa por normalizar las fronteras para que la gente pueda entrar y salir porque, aseguran, todo el que viene a España o a la Unión Europea quiere volver a su país antes o después. "Y si no vuelven es porque el sistema actual les ha dejado en la peor de las situaciones", ha aseverado Suka.
Quan Zhou Wu. China de cara, pero andaluza de corazón. Quan es diseñadora gráfica y dibujante del cómic 
Abdelouahed Belattar, Abdel. Es educador social y especialista en migraciones. Español de origen marroquí, él se ve de aquí de allá, o de los dos sitios a la vez. Su pasado le ha hecho tener una perspectiva diferente de las migraciones hasta el punto de estar decidido a investigar y demostrar que quienes emigran aportan mucho a la economía, a la política, a la cultura y a la sociedad, y que por ello tienen la llave para lograr un cambio social real.
Jean-Arsène Yao. Originario de Costa de Marfil, es Doctor en Historia de América por la Universidad de Alcalá (España), y titular de un Master en periodismo de agencia por la Universidad Rey Juan Carlos (España). En la actualidad combina su labor docente con actividades periodísticas.
Ernesto G. Machín. Cubano de corazón y con raíces españolas, profesor, periodista y escritor. Proviene de una familia trabajadora, vivió la época dorada de la revolución cubana y un día se convirtió en aprendiz de viajero. Un día decidió contar su largo viaje por el mundo convencido de que sus crónicas ilustraran el dulce amargo de la emigración.
Julissa Jáuregui. Madrileña de origen peruano, ha vivido más años en esta ciudad que en su natal Lima. Politóloga cuyo activismo le llevó a especializarse en cooperación internacional y migraciones. Escribir reportajes y crónicas narrando las historias de vida de los migrantes se ha convertido en una herramienta más de su reivindicación.
Sagar Prakash Khatnani. Escritor español de origen indio, y autor del bestseller internacional
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