Cartel de la feria del libro africano. Autor: Jean-Arsène Yao
Convertirse en el espacio por antonomasia de las literaturas africanas y afrodescendientes. Este es el objetivo del Centro Panafricano de Madrid, organizador de la primera Feria del libro Africano celebrada en la capital española, cuya inauguración contó con la presencia del embajador de Sudáfrica, Lulama Smuts Ngonyama. Bajo el lema Saber es Poder, esta entidad autogestionada y sin ánimo de lucro dio la oportunidad al público de descubrir lo último y no tan nuevo de las producciones literarias de varios autores de origen africano que escriben en español.
En este evento, que tuvo lugar los días 30 de septiembre y 1 de octubre en el número 8 de la madrileña calle Bernardino Obregón, se habló también de medios de comunicación y cultura africana en España. En este sentido, hubo debates sobre la prensa afro en España, la presencia africana en el mundo académico, el poder de la imagen frente a los estereotipos, música, exposición de fotos y desfile de moda africana. Sin embargo, el plato fuerte fue la literatura, mucha literatura.
Fue, pues, la ocasión de descubrir y escuchar a aquellos que escriben e inventan la memoria africana en España. Desde veteranos escritores como Justo Bolekia Boleká, Remei Sipi Mayo, Bahia Mahmud Awah, Laura Victoria Valencia y Barón Ya Búk-Lu, hasta jóvenes promesas de la talla de Victoria Evita, Bakala Kimani, Edjanga Divendu o Yeison García. Pero, como bien dice el refrán español, "ni son todos los que están, ni están todos los que son". De hecho, la Biblioteca Africana del Instituto Cervantes tiene registradas 176 obras de casi 70 autores africanos que se expresan en español.
"Está claro que hay mucho más autores y supongo que en las siguientes ediciones se podrán ir incorporando", aclaró Antumi Toasijé, coordinador de este Salón que ha tenido el mérito de servir como acicate para personas que hasta entonces no habían publicado. Pues el hecho de que la muestra se haya centrado en la producción africana en castellano ha permitido que algunas personas se planteen publicar sus manuscritos. Es el caso del joven Yeison García, cuyo poemario "Voces del impulso" ha sido editado por el Centro Panafricano.
Muestra de libros de los autores africanos. Autor: Jean-Arsène Yao
En esta obra que califica de "existencialista", Yeison se hace eco del "extrañamiento constante de no ser considerado español, a pesar de sus raíces indígena, afrocolombiana y española". Profunda y rica en experiencia, sus escritos son una prueba más de que la comunidad africana y afrodescendiente tiene en su seno talentosos autores que solo buscan quien publique sus trabajos. Porque a día de hoy, muchas editoriales —excepto casos como Casa África y Sial Pigmalión— siguen cerrando puertas a este colectivo porque "su temas no interesan" o "son un poco raros", lamenta Toasijé.
Este último, reveló que una escritora de mucho renombre, a la cual agradece la sinceridad, le había dicho que como novelista afroespañol él nunca sería nada si no hay un conjunto de novelistas afroespañoles. Según ella, porque el mundo de la literatura se mueve por ámbitos culturales. De este modo, hay especialistas en literatura china o afroamericana, que fomentan el consumo de este tipo de obras entre un público ya conquistado. Por desgracia, esta situación no se da entre los afroespañoles. "En España, si los autores negros quieren más visibilidad, deben crear un movimiento de literatura para generar este interés", le dijo.
Participantes en una de las mesas redondas. Autor: Jean-Arsène Yao
Quién sabe, tal vez con esta primera edición de esta feria se cree una especia de magma cultural, un disparador para que la gente se anime. Por un lado los editores reticentes y, por el otro, los autores para los que la Feria del libro de Madrid les resulta inaccesible. Esto podría ser un primer escalón para llegar hasta El Retiro. Lo cierto es que los organizadores consideran que este evento debe tener continuidad, porque, además, encaja perfectamente con su filosofía de empoderar a la comunidad negra a través del conocimiento.
Y para alcanzar esta meta, cuentan con la nueva generación de afroespañoles que leen mucho y a los que confían interesan las temáticas más cercanas a ellos que otras lejanas. "Por supuesto que el hecho de que sean negros no significa que no les interese otras literaturas, pero hemos detectado su interés por la literatura africana", concluyó Toasijé. Les deseamos toda la suerte con la esperanza de que la palabra escrita siga desvelando la formidable riqueza de África y su diáspora.
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