En Nueva York se aprende, se pasea y se gasta. El responsable de una parte importantisima de ese gasto es el estomago. El aparato digestivo de Mikel Urmeneta recomienda:
Sayori
Un adicto al "Sushi", siempre que descubre una nueva presentacion o un nuevo manjar, se corre; y es lo que sucedio en el Bond Street (6 Bond St, entre Lafayette y Broadway) al ver y comer el sashimi de aguja "Sayori". Las huevas de erizo "Uni" hicieron el resto. No solo me corri yo.
Qué le excita a cualquier ser humano en la Gran Manzana?
Las bellezas con curvas?... No
Las chicas de los Sex-Shops?... No
Las mozas ardientes?... No
Las nuevas variedades de Sushi?...Sí
Es tan alto el grado de satisfacción que no se puede resistir a una buena corrida.
Publicado por: alberto | 14/05/07 en 19:20
Comparto con Vd. y su(s) incógnito(s) acompañante(s) esa adicción por el “Sushi”. Existen [por fortuna aún] seres comestibles en que se redescubre la Belleza – esa única, tan olvidada en los pulpitos, las camas y los espejos... Y en alabanza a la religión manifestada en tan pequeños cuerpos– qué mejor que una buena corrida.
Publicado por: Nunca Lo Creí de Ti | 14/05/07 en 17:29