Salvo cuando se enrolla con alguien, pocas cosas nuevas ve un pito en su vida. El de Mikel Urmeneta describe lo que percibe y lo poco nuevo que ve cada dia: vateres de NY.
Pocha 32
En Pocha, restoran coreano de la calle 32, percibo que todos se lo pasan de puta madre, pero cuando me toca salir a mi, paso un miedo de la oxtia porque siempre me doy de glande con algun careto de miedo que luego resulta ser un poster; pero de primeras, y aunque conozco la gracia, el susto me lo llevo y me meto hacia adentro como la cabeza de una tortuga. Pocha, yo.
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