“Después de diez años de compartir conversaciones y establecer conexiones, hemos decidido que es hora de que empecemos a decir adiós a Orkut”, avisan desde Google. Todos los que, allá por el 2004, se dieron de alta en esta red social habrán recibido un correo con el siguiente aviso: “Vamos a apagar Orkut el 30 de septiembre de 2014. Hasta entonces, no habrá ningún impacto en tu perfil, así dispondrás de tiempo para gestionar la transición. Puedes exportar los datos del perfil, los mensajes de la comunidad y las fotos usando Google Takeout (disponibles hasta septiembre de 2016)”.
En el mismo mensaje explican que la razón de este cierre se debe al despegue de las comunidades en el resto de las plataformas desarrolladas por la compañía. En concreto Youtube, Blogger y Google. Respecto a esta última, hemos de suponer que no se refieren al buscador sino a la red social Google + donde poseen 300 millones de perfiles. Una cifra muy alejada de los más de 1.200 millones de Facebook. Esta diferencia no solo es numérica. Supone todo un desafío de liderazgo competitivo para Google. De hecho, en el mismo correo se reconoce la situación de desventaja en la que se encuentran al afirmar que el objetivo de este cierre es: “centrar nuestra energía y recursos en el desarrollo de estas otras plataformas sociales para mejorar la experiencia de formar parte de ellas”.
Este aviso de cierre ha pasado prácticamente inadvertido. Algo que no es del todo extraño ya que, a fecha de hoy, Orkut tan solo tiene una presencia relevante en Brasil, India y Paraguay. Pero, esta no es la única peculiaridad de esta plataforma. Orkut no solo fue la primera red social de Google sino que se lanzó en fase beta (en pruebas) y tan solo se obtenía acceso a la misma a través de invitación. A esto hemos de sumarle otra singularidad: el nombre de esta plataforma se debe a que la desarrolló Orkut Büyürkkökten, un empleado turco de Google que decidió invertir el 20% del tiempo que esta compañía dejaba a la libre disposición de su plantilla para que invirtieran en proyectos propios. Büyürkkökten no tuvo que darle muchas vueltas sobre a que iba a dedicar este tiempo ya que, pese a que disfruta de aficiones tan variopintas como dar masajes, bailar y cocinar fondues de chocolate, en su anterior empresa (Affinity Engines) ya había programado una plataforma similar. Se trataba de “InCircle”, una red de comunidades para estudiantes universitarios. Las semejanzas entre ambas generó incluso una demanda por parte de Affinity Engines. Para demostrar el plagio, en Affinity apelaban en que InCircle y Orkut compartían los mismos errores de desarrollo.
Errores y plagios al margen, lo interesante de Orkut es que la conexión entre los perfiles se realizaba a través de comunidades. Estas se constituían a través de agrupar a personas que compartían intereses comunes. Una estrategia que Google refinaría en Google+ a través de la creación de vínculos con el uso de los círculos de interés. Como despedida del mensaje de cierre de Orkut, desde Google piden disculpas a todas las personas que estaban utilizando esta red social y les invitan a “encontrar otras comunidades donde compartir e intercambiar contenidos y experiencias para la próxima década y más allá”.
Por esas casualidades de la vida, algo parecido le sucederá a este blog. Debido al cambio en la estrategia de desarrollo digital de El País, “Mil millones de vecinos” también cuelga el cartel de “cerrado por reformas”. El contenido publicado hasta la fecha estará disponible para todos aquellos que quieran consultarlo. Pasará a estar archivado en la hemeroteca del periódico. Y, de la misma manera que Google aprovecha su disculpa por cerrar su plataforma para invitar a descubrir otras nuevas, desde aquí pido disculpas a todos aquellos lectores que siguieran este blog y les invito a que mantengan viva su curiosidad por el mundo de las redes sociales.