“Hablo en español cuando le pido algo a Dios, en italiano cuando hablo con las mujeres y en alemán cuando hablo con mi caballo”. Esta rendida declaración de amor al poder de los idiomas, al poder de las palabras, la realizó el que, en su momento, fuera el hombre más poderoso de la tierra. Nos referimos al hijo de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, Carlos I rey de España y V emperador de Alemania, (Gante, 24 de febrero de 1500 – Monasterio de Yuste, 21 de septiembre de1558). Intrigada le pregunto a Google por esta cuestión del poder de las palabras en diferentes idiomas pero, no obtengo una respuesta que me aclare mucho el tema. A cambio, el buscador me devuelve un dato que me llama la atención. Peter Norvig, Director de investigación de Google, explica que, en su empresa, gestionan alrededor de 100 billones de letras. Si juntamos todas estas letras, estamos hablando de 95 mil millones de palabras. Un volumen que, pese a que el vídeo y las imágenes van ganando relevancia en la red, aumenta cada mes entre un 10% y un 20%. Realizar un inventario exhaustivo y preciso de las palabras que componen los idiomas, es una tarea prácticamente imposible. Aún así, por la red circula alguna que otra cifra. Por ejemplo, en inglés habría 3.000 palabras para describir emociones. De ellas, 2.000 son negativas y las 1.000 restantes positivas. También sabemos que el Diccionario de la Real Academia Española muestra 100.000 registros. A tener en cuenta que esta cifra no representa el total de las palabras disponibles. Sean 100.000 ó 300.000 palabras, lo relevante del caso es el número de palabras que usamos y que se resume en un universo medio de no más de 10.000 vocablos. Podría parecer una cifra gestionable si no fuera por las múltiples equivocaciones que cometemos al formularlas. En especial cuando utilizamos la palabra escrita en las redes sociales.
Algunos famosos lo saben de primera mano. Que se lo pregunten si no a Alejandro Sanz que ha sido trending topic con #AlejandroSanzFacts. El cantante, un twittero empedernido, escribió “buestra” en lugar de “vuestra”. En un primer momento, ante el aluvión de críticas que le llegaron decidió abandonar Twitter. Luego cambió de opinión y dio su versión de lo sucedido: “Acabo de verlo. Es cierto que escribí “buestra” pero lo que quería escribir era “Nuestra”, aun así estoy harto de tanto juicio y de estos dedos estupidos que se equivocan de tecla y de los que se aprovechan de ello para hacer daño”. “Seguro que no me van a echar de Twitter cuatro envidiosos pero me lo voy a tomar con más calma. Tengo otras cosas que hacer. Os quiero. Hasta pronto”. O el caso de Paulina Rubio que ha publicado tweets como “Jonh lenon ¡Lo más grande de la música del siglo 20 nunca morirá!”.(sic) ¡¿Jonh lenon?! Quería decir John Lennon”. “Voy hacer madre“, refiriéndose a “voy a ser madre“. Por no hablar de la reciente polémica con tintes racistas desatada por Gwyneth Paltrow al publicar en un tuit “the N-word” (Ni**asen) apelativo de “negrata”. Twitter no es la única red social donde los errores ya sean ortográficos, gramaticales o de puro “sentido común” son habituales. En Facebook hay una página denominada “FaceBookFails” que está dedicada a recopilar las meteduras de pata publicadas en esta red social. Como no podía ser de otra manera, en esta página triunfan las cuestiones relacionadas con el amor y el trabajo.
A los errores que cometemos utilizando nuestras lenguas nativas le hemos de añadir los originados por el uso de los traductores automáticos. FaceBook (basado en Bing Translator) ofrece la posibilidad de traducir los comentarios a través del enlace “Traducir” que se encuentra entre “Comentar” y “Compartir”. Basta con hacer clic en el enlace “Mensaje Original” para mostrar el texto previo. Esta herramienta está planteada como un instrumento de colaboración social. Existe la posibilidad de añadir sugerencias o propuestas de mejora. Aquellas aportaciones con más éxito serán las que se muestren. Twitter también dispone de la posibilidad de publicar en otros idiomas. Basta con insertar el
contenido original en el translate seguido del botón # y del idioma al que se quiere traducir. Lo interesante en este caso es que, siempre que respetes la limitación de los 140 caracteres, el mismo mensaje lo puedes traducir a varios idiomas. Google ha ido un paso más allá con su Google Translate, una de las herramientas más populares del buscador- Disponible en 60 idiomas y para documentos en diferentes formatos (Word, RTF, HTML…). Esta herramienta permite a los usuarios traducir páginas web completas. Incluso cuenta con un plug-in para navegadores que permite traducir de forma automática las páginas que lo hayan activado. A tener en cuenta que no es un servicio infalible por lo que el lector ha de aceptar el desafío que supone descifrar el verdadero sentido del texto traducido. Para mejorar este desarrollo, Google permite que, al pasar el cursor sobre el texto, aparezca una ventana con el original. La idea (al igual que sucede con el traductor de FaceBook) es que el lector pueda proponer una traducción mejorada. En todos estos casos, estas soluciones no se ofrecen como un desarrollo de gestión de procesos de traducción sino como una herramienta para facilitar la experiencia de navegación.
Porque, ya sea resultado de un proceso manual o automatizado, las erratas no son algo inventado por las redes sociales. Los periódicos lo saben de primera mano. En las escuelas de periodismo es todo un clásico el titular publicado por un diario de Madrid, en plena transición política, referido a la
participación en las urnas. El titular explicaba que se habían llevado a cabo “las primeras erecciones generales en la que los ciudadanos habían participado con gran entusiasmo”. Según la RAE, una errata (Del pl. lat. errāta, cosas erradas) no es más que una “Equivocación material cometida en lo impreso o manuscrito”. La Wikipedia le da la razón y añade: “Un caso muy común de errata se produce cuando al introducir las palabras en un texto informático algunas letras no se escriben o se escriben desordenadas (Ej.: problema>prblema, paciencia>paicencia)”.
Erecciones al margen, es sorprendente ver la cantidad de erratas que circulan en los textos publicados en internet. Más aún si tenemos en cuenta las herramientas disponibles para realizar un control previo de calidad de los textos escritos. Toda vez que errar es humano, estas letras son un homenaje a los profesionales que se dedican a cuidar y tutelar del buen el uso de la palabra, ya sea escrita u oral, en un idioma o en otro. Porque, ya sabes: si no quieres tener prblemas (perdón, problemas) revisa tus textos con paicencia (perdón, paciencia). O mejor aún, actúa con inteligencia y plantéate que para escribir con correción se #necesitauncorrector y para publicar en otros idiomas se #necesitauntraductor. En este mundo de las redes sociales donde navegamos por las palabras, si no queremos naufragar hemos de ponernos en forma y practicar ejercicios de #traduczoyaprendo.
Hay 7 Comentarios
Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!
Publicado por: Sex Shop | 25/09/2012 5:06:19
Con la de cosas importantes de las que hay que preocuparse, vamos a perder el tiempo a mantener la pureza de la lengua, que al fin y al cabo pura o impura hace su funcion que es la de comunicarnos.
Por que no pensamos mas en los miles de millones de animales que son masacrados cada año innecesariamente, y que todos podemos evitar cambiando nuestros hábitos! Aqui mas info: www.equanimal.org
Publicado por: Sensocentrismo | 17/06/2012 14:00:12
Y el traductor de Google está muy lejos de ser infalible. Si se pide que traduzca «manuel fraga» (sí, en minúsculas) del gallego al inglés, lo hace como... «Abraham Lincoln»
Publicado por: Manuel Rivas | 12/06/2012 18:04:15
¿"(en base a Bing Translator)"? ¿Pero no estábamos hablando del uso incorrecto de la lengua? Querida amiga, ese absurdo anglicismo, una mala traducción de “In base to”, verdadero vicio periodístico, puede ser sustituido en castellano por, al menos, tres formas distintas: básicamente; basado en; sobre la base de... Como castigo, deberías escribir 100.000 veces "Nunca más incurriré en barbarismos inútiles"
Publicado por: Sherca | 11/06/2012 7:36:01
Somos poco pacientes, es cierto. Pero también hay quien abandonó la escuela demasiado pronto, o no la aprovechó estúpidamente. Y hay quien es tan soberbio que piensa que las buenas letras no cuentan. Yo creo que sí. Y mi blog, lo intenta.
Publicado por: Uol Free | 10/06/2012 16:11:28
Poz zi....
Publicado por: Peter | 10/06/2012 9:42:18
Muy ejemplificador el artículo y demostrativo de la época que estamos viviendo.
Publicado por: Daniel | 09/06/2012 21:25:37