Según lo que muestra en su perfil, @GraceBellavue ha publicado casi 50.000 tuits, sigue a 2.946 personas y tiene 9.386 seguidores. Unos datos que, en realidad, son del todo inútiles para entender de qué va esta historia. Todo lo contrario de lo que podemos deducir del color rosa degradado que muestra el fondo de su perfil y las dos fotos que tiene como elementos destacados. El uso del rosa degradado no es casual. Grace lo utiliza para resaltar la foto principal: una imagen que muestra a Grace de espaldas, en una postura provocativa y en ropa interior. A la altura de la zona donde está el cierre del sujetador vemos la otra foto. En este caso es de un plano medio. Grace también se muestra a la cámara en una postura sugerente y ¡cómo no! en ropa interior. Tanta pose insinuante tiene una explicación. @GraceBellavue es una profesional del sexo y su cuenta de Twitter es el lugar que le sirve como punto de encuentro y captación de clientes. Ella explica que utiliza este canal porque le ofrece una gran ventaja: “al mostrarme tal y como soy, mis clientes tienden a verme como una persona más real y no solo como unas tetas y un culo”.
Grace Bellavue, nacida en Adelaide (Australia) hace de 24 años, utiliza las redes sociales de la misma manera que lo hacen las marcas. Lo hace para establecer conversaciones y promover la interacción con sus clientes. Al haberse creado "su marca", Grace obtiene una ventaja en un mercado donde hay una gran competencia. Ella misma explica que, el uso de las redes sociales, ha modificado la manera en la que se comunica con sus clientes. En la actualidad, el 70% de las reservas de sus servicios le llegan a través de Twitter. A esto hay que añadirle que el proceso de seducción lo comienza en la red. No de una manera “sucia o grotesca” sino compartiendo lo que le sucede en su día a día. Son las ventajas de mostrarse activa durante 24 horas, los 7 días de la semana. Los contenidos que publica en su perfil son similares a los que publica cualquier otra persona. Desde historias cotidianas como lo que va a pedir de comida en un restaurante o la ropa que se va a poner según el tiempo que haga. Por lo general, Grace no se autocensura por lo que, entre comentarios del menú del día, el tiempo y la ropa, también incluye descripciones de sus servicios. Como por ejemplo: “salgo hacia una suite de hotel para un anal, sexo oral, vino, bañera de hidromasaje y sexo caliente. Es hora de ir a trabajar”. (“Off to a hotel suite for some anal, blow jobs, wine, spa baths and hot sex. Time to go to work.”).
Otra curiosidad del perfil de Grace es que, gran parte de sus seguidores, son también sus clientes. Según Grace, “mostrar tu cara real garantiza un incremento en el negocio”. Sin duda, sabe de lo que habla y conoce bien su mercado porque añade: “esta industria ha estado muy enfocada a los servicios de agencia y, por lo general, a las personas no les gusta hacer un pedido de una rubia de 20 años o una morena de 32 años de ahí que cada vez haya más operadores privados”. Grace publica en su cuenta de Twitter todos los días pero, durante la semana, hay dos días que tiene un mayor número de clientes. Son los lunes y los martes que es cuando hay un mayor número de viajes de negocios. En función de lo que el cliente pida, los servicios de Grace pueden llegar a costar 1.000 dólares la hora.
Además de utilizar su cuenta para relacionarse con sus clientes, Grace también la usa para trabajar de manera más segura. El mes pasado publicó en su perfil la foto de un cliente que le había agredido. Esto le sirvió para denunciar lo sucedido y alertar a sus compañeras de trabajo. Otra de las ventajas de utilizar las redes sociales es que sus clientes conocen sus gustos y preferencias. De ahí que muchos de ellos se presenten en las citas con una botella de whisky. Como dice Grace: “saben que me gusta el whisky porque lo comento en Twitter. Cuando me vienen a ver me traen una botella. Nos sentamos a hablar y comentamos que tal nos ha ido el día”. Un comentario que confirmaría que Grace ha conseguido hacer en las redes sociales algo con lo que sueñan todas las marcas: convertir la relación con sus clientes en una relación de amigos.