¿Está el mundo preparado para sostener tanta pasión viajera. La pregunta la planteaba @missylolahuetem y la acompañaba con el siguiente dato: en el 2012, hubo mil millones de viajeros en todo el mundo. De ellos, 300 millones fueron jóvenes. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francia con 74 millones de turistas es el destino imbatible. En teoría, este dato debería bastar para convertir a París en la ciudad más fotografiada y comentada en las redes. Una afirmación que no es del todo correcta ya que no todos los viajes se comparten de la misma manera. Un ejemplo de esta paradoja sería el de la cantidad de contenidos que los turistas que viajaron a Londres con motivo de los Juegos Olímpicos publicaron en las redes. Tan solo en Twitter, durante los días que duraron estos juegos, los turistas que estaban en Londres, publicaron más de 150 millones de tuits.
Publiquen o no fotografías y comentarios sobre su viaje, lo que todos los viajeros comparten es la experiencia de dormir fuera de sus casas. Ya sea en un hotel, un apartamento, un camping, una casa rural, un B&B. O, en las nuevas modalidades impulsadas por las redes sociales como el alquiler de casas entre particulares o el intercambio de casas entre particulares Los hay incluso que van más lejos y hacen "turismo de sofá".
Hoy nos toca hablar de los viajeros que optan por quedarse a dormir en un hotel. Unos viajeros que podríamos clasificar en dos categorías. Los que van acompañados y piden una habitación doble (o triple) y los que viajan solos. Estos últimos se han de conformar con las tarifas que aplican para las habitaciones "de uso individual". Unas habitaciones que, en muchos casos, son de peor calidad (dimensiones reducidas, ubicación no preferente...) y que, en todos los casos, salen más caras que las habitaciones para uso doble.
Como no podía ser de otra manera, las redes sociales, ya han visto una oportunidad en el caso de los viajeros solitarios. De eso va Eaynest.com una red que pone en contacto a dos personas desconocidas que vayan a viajar solas a un mismo destino y estén interesadas en compartir la habitación de hotel. Una opción que les dará acceso a disponer de una habitación doble y repartir el importe de la factura del hotel.
Darse de alta en esta plataforma es gratuito. Por ahora, 400 viajeros se han apuntado a la experiencia de compartir su habitación de hotel. Si se animan a participar en "el invento", lo único que han de hacer es crear un perfil indicando el lugar o los lugares a los que tiene pensado viajar y especificar las fechas. A partir de ahí, tan solo le queda esperar a que le contacte un "anfitrión" que es como denominan a la otra persona interesada en compartir habitación de hotel. El resto de los detalles como el pago y otras preferencias lo acuerdan directamente entre los dos viajeros. El acceso a esta red se puede hacer a través de los perfiles de Facebook o de Twitter. Los creadores de la plataforma indican que, para tener éxito y conseguir respuesta de anfitriones, se ha de hacer una descripción lo más completa posible en el perfil. También recomiendan incluir enlace directo a la web del hotel/es en el que quiera hospedarse y responder con rapidez a los mensajes y solicitudes. Esto último es lo que garantiza lo que ellos denominan "colocación de la búsqueda". Un detalle que, como explican desde esta red, no sólo te permitirá ahorrar el 50% de la factura de la habitación de hotel sino que también te dará la oportunidad de conocer nuevos amigos.
Este tema de contratar a buen precio la habitación de un hotel es aún más fácil para los dueños de los hoteles. Ellos no necesitan compartir habitación con un desconocido para ahorrar en la factura. Pueden conseguir la habitación gratis. Lo hacen a través de un intercambio. Es lo que les ofrece la red social Roomize una plataforma creada por el dueño de un hotel que se preguntó: ¿por qué pagar por la estancia en el hotel cuando puede alojarse de forma gratuita?. En este caso, la mecánica también es sencilla. El dueño del hotel ha de registrar el mismo a través de una ficha. A partir de ahí tan solo ha de buscar otros hoteles que estén registrados en esta red. Si alguno le resulta interesante, se puede poner en contacto con el dueño para confirmar detalles del intercambio. Si en el caso de Easynest, la ventaja añadida es la de conocer nuevos amigos, en el de Roomize, la ventaja añadida es la de intercambiar conocimientos con profesionales que comparten las mismas inquietudes. Roomize cuenta, en la actualidad, con 1.000 propietarios y directores de hoteles de todo el mundo.
En ambos casos, el principio que mueve estas iniciativas es el mismo: el consumo social. Plataformas sencillas que ofrecen servicios gratuitos para las personas que se registran y que están dispuestas a vivir una nueva filosofía del consumo. Hay otro detalle que comparten ambos proyectos. No garantizan que la experiencia de compartir o intercambiar habitación sea un una experiencia gratificante. El éxito (o no) del viaje, lo dejan en las manos de los viajeros.