Tan solo Groenlandia, la práctica totalidad de África y el Medio Oriente se quedan fuera. El resto de los rincones del globo terráqueo está materialmente invadido por empresas que desarrollan aplicaciones para Facebook. Tampoco es algo que nos deba extrañar. Cada mes, más de 250 millones de personas utilizan aplicaciones específicamente desarrolladas para esta red social. La que mayores beneficios generan son los juegos. Traducido a cifras de negocio supone unos ingresos para los desarrolladores que superan los 2.000 millones de dólares americanos.
Las ciudades de Estados Unidos son las que tienen una mayor presencia de desarrolladores para esta plataforma. Tan solo en este país hay 20 ciudades que tienen, en activo, más de mil empresas que desarrollan para Facebook. De entre todas ellas destacan San Francisco, Nueva York y Los Ángeles. La razón por la que unas ciudades tienen o no mayor densidad de empresas de desarrollo es bien sencilla. Depende de su cercanía a una universidad dedicada a la tecnología o a empresas de innovación, así como aquellas donde circula el capital riesgo.
A estas empresas, gracias al valor añadido que aportan sus desarrollos y los conocimientos de su personal, les puede suceder lo que a Parse. A golpe de talonario y de un día para otro pueden pasar a integrarse dentro de la misma Facebook. En el caso de Parse esto ha servido a la red social para dar apoyo (en concreto servicios de back-end) a más de 100.000 aplicaciones. Números y operaciones de compra ventas al margen, los desarrolladores comparten una misma obsesión: las aplicaciones para dispositivos móviles y las de validación de acceso a un entorno con la cuenta del perfil de Facebook.
Desde Facebook son los primeros interesados en dar apoyo a esta “invasión” global de desarrolladores. Como explicaba a Mashable Mike Vernal, director de ingeniería de Facebook, lo que se plantean desde la red social de manera prioritaria es como “hacer que la vida de los desarrolladores sea una vida mejor”. La respuesta a estas cuestiones no deja lugar a dudas sobre la importancia y la estrategia que en Facebook aplican a su comunidad de desarrolladores: "estamos enfocados en hacer que construir grandes aplicaciones móviles sea lo más fácil posible, en obtener esas aplicaciones de las personas adecuadas y que se conviertan en grandes aplicaciones en grandes empresas".
Otro ejemplo del negocio que puede suponer este nicho de mercado, caso que no funcione la opción de ser adquirido a golpe de talonario, es el de contar con el apoyo directo de Facebook. Un ejemplo de este otro modelo sería el de la red social de recomendación de lectura de libros Goodreads. Allá por el mes de enero de 2012 y gracias a las interacciones que conseguían a través de esta red social (incluida la posibilidad de acceder al perfil a través de la cuenta de Facebook), tenían disponible información sobre las preferencias de lectura de 6,5 millones de personas. El lanzamiento del “Timeline” de Facebook les permitió saltar a los 18 millones de registros. Esto no habría sido posible sin el apoyo de la propia Facebook que fue quien actuó como factor acelerador de este crecimiento. Si bien es cierto que, para que esto suceda, se ha de tener un mínimo de masa crítica (como era el caso) y los desarrollos disponibles para los dispositivos móviles. A partir de ahí, lo que realmente funcionó es la recomendación de las personas que se iban registrando en las aplicaciones. Volvemos a lo de siempre. Cuando hablamos de los nuevos modelos de negocio, no podemos obviar que los mercados se han convertido (también) en conversaciones. Es el boca – oreja de toda la vida pero, elevado a audiencias millonarias y, sobre todo a la desaparición de las fronteras geográficas.
El mapamundi global que muestra donde se encuentran las empresas que desarrollan para Facebook viene a mostrar este nuevo mercado sin fronteras territoriales. De la misma manera que las personas que utilizan Facebook se encuentran repartidas por todo el mundo, las empresas que desarrollan para esta plataforma también están diseminadas por la práctica totalidad del mundo. Lo que nos muestra este mapa donde las zonas calientes (con mayor presencia de desarrolladores) se muestran en tonos anaranjados es una invasión en toda regla. El susodicho mapa de la invasión lo presentaba la misma Facebook en la pasada edición de LeWeb. En este se observa que, los países con mayor número de desarrolladores (por orden alfabético) son: Brasil, Canadá, Francia, Alemania, India, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos. Todos ellos superan los 10.000 desarrolladores. En España habría más de 5.000 empresas dedicadas a desarrollar aplicaciones para esta red social.
Facebook considera que un desarrollador es todo aquel que programe productos para su plataforma. En concreto, todos los que ofrecen soluciones que han de arrancar con el inicio de sesión en esta red social. Para facilitar esta tarea, ofrecen los kits de desarrollo (SDK) disponibles para iOS y Android. Visto lo visto, casi podríamos hacer una nueva clasificación de ciudadanos del mundo. Por un lado estarían los empleados de Facebook. Por otro, las personas registradas en esta red social. Si usted no se encuentra en ninguna de estas dos categorías, lo más seguro es que sea uno de los miles de desarrolladores que andan ocupados en la invasión del planeta tierra.