"El Cairo es la madre del mundo". La importancia en el mundo árabe de la capital de Egipto, una metrópolis de 16 millones de habitantes, se resume en esta frase que vuela de boca en boca de Marruecos a Irak. De la ciudad egipcia partió el impulso para grandes movimientos que influyeron en casi todos los países árabes, desde el panarabismo del egipcio Nasser hasta el islamismo de los Hermanos Musulmanes, y la primavera árabe no se consideró global hasta que no prendió su mecha en la plaza de Tahrir. Una exposición que acaba de inaugurarse en Madrid intenta trasladar todo este material intangible, el que convierte a la ciudad en única, en 80 fotografías. Su título no podía ser otro que "El alma del mundo".
"El alma del mundo es el murmullo entre lo físico y lo no físico. El Cairo es una ciudad muy física, muy dura, pero también tiene muchas almas, las que hay en cada uno de sus personajes, que a la vez son el fiel retrato de la ciudad. Es un gran retrato formado por muchos retratos", explica el fotógrafo Miguel Ángel Sánchez, autor de las imágenes que componen la muestra que puede verse hasta el próximo 1 de septiembre en el madrileño Centro Cultural Conde Duque.
La exposición consta de 80 imágenes de otros tantos personajes cairotas acompañadas de un relato literario con su historia. "Egipto es un país lleno de poesía y secretos, y nosotros tratamos de desentrañalos a través de sus habitantes", señala la periodista Nuria Tesón, autora de los textos. Su proyecto busca encontrar "qué es lo que les hace resistir" a quienes viven en esta metrópolis, gente que ha sufrido mucho históricamente y no se enfrenta a una existencia sencilla.
Son historias como la de Musa, un recogedor de basuras de los suburbios cairotas cuya hermana falleció por las duras condiciones de vida y que luego vio morir a su hermano durante los enfrentamientos en la plaza de Tahrir. O la de La madre del mundo, una metáfora que representa "el grito de rabia en los momentos previos a la revolución", en palabras de Tesón.
El fotógrafo y la periodista iniciaron su proyecto en la ciudad que describiera Naguib Mahfud en 2009, por lo que han sido testigos de excepción del cambio vivido por la capital egipcia -es decir, por sus habitantes- en estos cuatro años en los que una revuelta ha derrocado al exdictador Hosni Mubarak. "Todos los egipcios acaban pensando que El Cairo es su vida, así que su historia es también la de la ciudad", resume Nuria Tesón.
Hay 2 Comentarios
Los "recogedores de basura" probablemente tienen poco que ver con el término "árabe" y tengo mis dudas de si la población (Cairo o Egipto) se identifica con el término "árabe" más allá de la lengua, por cierto, un lenguaje bastante dispar de Marruecos a Egipto excepto en el Corán.
Publicado por: cfb14 | 05/11/2013 1:46:42
Tengo la sensación que "árabe" generaliza la definición de una cultura(s) o civilización(es) a través del tiempo y distancia. Un efecto quizás inherente al reduccionismo periodístico, pero lejos de la realidad. Los "recogedores de basura" probablemente tienen poco que ver con el término "árabe" y tengo mis dudas de si la población (Cairo o Egipto) se identifica con el término "árabe" más allá de la lengua, por cierto, un lenguaje bastante dispar de Marruecos a Egipto excepto en el Corán.
Evidentemente hay un legado "árabe" en ciertos lugares de la Península Ibérica pero no alcanzo a ver su relación con las revueltas árabes y el sonado cuasi ideoléxico "madre del mundo".
Sin lugar a dudas, es loable como la población sin medios resiste la dureza del día a día. Por eso, cuando me timan un poco, me digo, que lo aproveches, pero dejarme cruzar la calle sin llevarme por delante.
Publicado por: Xeralf | 08/05/2013 12:14:57