La activista tunecina Amina Tyler. (Foto: MAYTE CARRASCO)
Érase una vez Amina Tyler, la joven tunecina que desafió la moral islámica al colgar sus fotos en Facebook con el pecho desnudo Érase una vez Mariem y también la cantante Emel Mathlouthi. Y la abogada Basma Khalfaoui, viuda del opositor Chokri Belaid, asesinado el pasado febrero. Y etcétera y etcétera. Aunque no todas han logrado la misma atención mediática, las mujeres tunecinas constituyen un pilar fundamental en las protestas que están sacudiendo el mundo árabe desde 2011. Más allá del dato numérico sobre su creciente participación en las reivindicaciones, algo más ha cambiado. No se conforman con pedir igualdad entre los sexos. Luchan también por el respeto de los derechos civiles, reclaman más visibilidad en el ámbito político, en la economía, en la escuela.
Las mujeres tunecinas son cada vez más conscientes de que pueden jugar un papel determinante para el destino del país. Su tenaz oposición el año pasado permitió que se retirara la propuesta para el artículo 28 de la nueva Constitución, que las relegaba “bajo el principio de complementariedad de funciones con el hombre en la familia”. Los datos de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas, sin embargo, demuestran que los hombres aún monopolizan el ámbito político, económico y social. Pese a la introducción de listas cremalleras y una extenuante campaña para alcanzar el máximo histórico de 3.890.000 inscritos al censo para las últimas elecciones (el 45% de los cuales son mujeres), solo el 7% de los cabeza de lista fueron de sexo femenino, así como el 26% de los congresistas (en España, el 36%).
Túnez ha sido durante mucho tiempo el alumno aventajado en tema de derechos de las mujeres en el mundo árabe, pero la situación se ha deteriorado en los últimos dos años, de acuerdo con el Comité Económico y Social Europeo. La victoria del partido islamista Ennahda en las primeras elecciones tras la huída del dictador Zine Abdine Ben Alí en octubre de 2011 ha puesto en peligro muchas de las libertades que las mujeres daban por sentadas desde que el país obtuvo la independencia de Francia en 1956.
El caso de Mariem es un claro ejemplo de estos cambios de tendencia. La noche entre el 3 y el 4 de septiembre del año pasado fue violada por tres policías mientras se encontraba en el coche en compañía de su novio en el barrio de la capital Ain Zaoughan.¿El resultado? Mariem fue acusada de atentar en contra del pudor, aunque su caso fue zanjado tras levantar fuertes críticas entre los activistas de derechos humanos.
A la pregunta de si Ennahda dio falsas esperanza a las mujeres durante su campaña electoral, Sadika Keskes de la asociación Femmes Montrez Vos Muscles no vacila ni un segundo. “Es obvio”, afirma tajante, “es un movimiento fascista y las mujeres son sus primeras víctimas. Su única moral se basa en la institución de una dictadura religiosa”, insiste. A pesar de todo, Keskes cree que una “verdadera primavera de las mujeres” está a punto de llegar. “La lucha por la igualdad tiene que ser transversal para que la mentalidad de la sociedad cambie. Las mujeres tienen por delante numerosos retos en el plan social, cultural, económico y de seguridad”, destaca. “Amina es el espejo enfrente de Ennahda. Admiro su valor, su determinación, los ideales que defiende. Es uno de los símbolos de la libertad y del despertar de los jóvenes tunecinos”.
Ya Tounes ya meskina (Pobre Túnez), cantaba Emel Mathlouthi poco antes de que su país se librara de un régimen tirano de más de 20 años. Los principios de su carrera no fueron nada fáciles y sus intentos de dar voz a los sueños de libertad de sus connacionales chocaban con la falta de libertad de expresión. Por aquel entonces, nadie habría podido imaginar que sus canciones se habrían convertido en apenas unos años en la banda sonora de la revolución del jazmín.
El caso de Amina ha inspirado a millones de mujeres en el mundo árabe”, destaca una portavoz de Femen Francia. “Vemos florecer cada vez más movimientos feministas y estamos muy orgullosas. Las mujeres tunecinas están atraversando una fase crucial de su destino, pero están listas para luchar por su libertad y estamos convencidas de que la primavera está a punto de llegar, para ellas y para todas las mujeres del Magreb”.
Hay 2 Comentarios
Hace 80 años, en España vivíamos igual... hace falta una transición para los países árabes, pero sin desarrollo económico no llegará . Pasarán décadas hasta que puedan ver algo de esto... sin que sea pecado.
Publicado por: Warrants_1X2 | 25/09/2013 11:48:55
Nunca entenderé como en otras culturas se puede tratar a la mujer como si no fuera un ser humano exactamente igual que el hombre. Lamentable el ser humano y la sociedad que hemos montado. Y mientras en Occidente hacemos todo lo contrario, hemos pasado al puterío. No hay término medio. ¿Qué opinan ustedes de la promiscuidad?: http://xurl.es/9ik46
Publicado por: Madrileño | 25/09/2013 10:40:00