Enero está siendo un mes “un poco ajetreado” según Sandra Hassan. Su país natal, Líbano, ha sido escenario de múltiples atentados en apenas treinta días. El último, el pasado martes, se cobró la vida de cuatro personas en un bastión chíi de Beirut y también acabó con la paciencia de esta estudiante de 26 años. Hassan dejó su tierra por París en 2012 para cursar un máster en salud pública, pero incluso desde la lejanía, cada vez que se produce un atentado, su reacción es igual a la de todos los libaneses.