Un adolescente palestino es condenado a 15 años de cárcel en una prisión de máxima seguridad de Israel. En lugar de derrumbarse, aprende a dibujar como forma de sentirse vivo, de soñar con la libertad. Los lápices de colores que le facilitan sus familiares de forma clandestina se convierten en un grito desde la celda. Los dibujos, sacados a escondidas, salen al exterior y se convierten en un símbolo. Esta es la historia que cuenta Crayons of Askalan (Lápices de Askalan), una película de la directora Laila Hotait que puede verse este viernes en la Casa Árabe de Madrid.
"Un coleccionista de arte árabe al que conocí en San Francisco me contó la historia de Zuhdi Al-Adawi y me pareció increíble. Cuando entró a prisión tenía solo 15 años, y sigue su lucha a través de la pintura", explica por teléfono desde México Laila Hotait, directora del film. "El coleccionista me puso en contacto con el dibujante y estuvimos hablando durante meses, de ahí surgió la película", añade.
La cinta está rodada años después de que Al-Adawi saliera de prisión, por lo que se trata de una recreación de sus años encerrado. "Para mí es también un documental, porque todos los chicos que aparecen en la película son refugiados palestinos del Líbano y todos han pasado por las prisiones israelíes", señala la directora.
La cineasta explica que el casting se realizó en los campamentos palestinos cercanos a Beirut, y la idea era buscar gente interesada en el proyecto porque hubiera vivido una experiencia similar. "Todos los actores han estado encenrrados, así que está entre medio camino entre documental y ficción. Además, sirve para documentar la realidad de los palestinos en este país, que también viven en otra cárcel", añade. La experiencia de los jóvenes enriqueció el rodaje. "Como todos habían pasado por la cárcel, aportaron sus ideas y sus puntos de vista". El único que aparece en el film y es actor profesional es quien hace de policía israelí.
El rodaje se realizó durante dos semanas "muy intensas" con un equipo de tan solo cinco personas. "La mitad de la película está grabada en un colegio abandonado por unas monjas españolas al sur de Beirut, que convertimos en cárcel. Y luego grabamos en el campamentos de refugiados como el de Rachidiyeh y Chatila", apunta.
El protagonista real, Zuhdi Al-Adawi, aparece al final de la película. En la vida real hizo 100 dibujos y pudo sacarlos de prisión, algo que estaba prohibido, gracias a la ayuda de sus familiares y compañeros. "Los diseños que salen en la película los tenía guardados debajo de su cama", revela Hotait. El artista realizó algunas exposiciones y llevó sus dibujos a varios países.
La directora conoció al dibujante en su casa, situada en el campo de refugiados de Yarmouk, en Siria."Estuve en contacto con él hasta que empezaron los bombardeos más fuertes en la guerra de Siria. Desde entonces, no he conseguido hablar con él. Espero que haya sobrevivido a la castástrofe de Yarmouk. Quiero pensar que ha salido de allí y está en Jordania o algún otro país, y que en algún momento podré hablar con él de nuevo", dice, esperanzada.
Hay 1 Comentarios
Para esos dibujos adolescentes, esta voz http://www.youtube.com/watch?v=G-JZJvcT2Q0
Publicado por: Vibrimar | 21/03/2014 8:20:59