La segunda ocasión en que estrechamos su mano ocurrió en un oscuro garito de Toronto, el Sneaky Dee's, justo antes de otro concierto de su grupo, y el cantante llevaba en brazos a un bebé de pocos meses -con unos enormes cascos para amortiguar el intenso sonido-, a quien sujetaba con la ternura de un anuncio de Prenatal. "Es mi hijo y es la cuarta vez que acude a un concierto de Fucked Up", decía orgulloso el padre. De repente, mostraba un recato como el que le ha llevado a figurar en un modesto segundo plano en la portada de la colección de singles que ha publicado este mismo año bajo el título 'Couple tracks: singles 2002-2009'. Minutos después, Abraham se subió a las tablas y revolucionó a la clientela con uno más de sus espectáculos salvajes.