No sin mi tienda de discos

Para entender a Brendan Toller es necesario haber sentido alguna vez esa congoja que se experimenta cuando se regresa a algún escenario de la infancia y uno se encuentra con que los lugares que creíamos inalterables han desaparecido. Algo parecido le sucedió a él la última vez que se acercó Record Express, su tienda de discos de toda la vida en Middletown (Connecticut), y se chocó con una verja metálica y un cartel de 'Se traspasa'.

"Gracias a Record Express descubrí a The Damned y se me abrieron nuevos horizontes musicales cuando estaba en el instituto y solo escuchaba The Stooges y Iggy Pop", lamenta todavía hoy este pipiolo de 24 años. En aquel momento quiso comprender por qué ésa y "otras 3.000 tiendas de discos han cerrado en Estados Unidos en los últimos diez años". Se armó con una cámara y durante un año y medio se dedicó a hacer estas preguntas a personajes como Thurston Moore (Sonic Youth), Ian Mackaye (Fugazi), Glenn Branca, Patterson Hood (Drive-by truckers) o al mismísimo Noam Chomsky. También entrevistó a decenas de propietarios de establecimientos que se han visto obligados a cerrar sus agonizantes negocios en los últimos tiempos.

El resultado es el documental 'I need that record! The death (or possible survival) of the independent record store' ['¡Necesito ese disco! La muerte (o posible supervivencia) de la tienda de discos independiente'], que lleva ya un año paseándose por festivales independientes. El filme trata de analizar la vorágine de transformaciones en la que se halla atrapada la industria discográfica (descargas ilegales, iTunes, la competencia de las grandes superficies) y el horizonte de futuro incierto que tienen por delante estos comercios tradicionales.

Pero 'I need that record!' es, sobre todo, un alegato en favor de la resistencia partisana de la tienda de discos independiente y una especie de advertencia de las consecuencias que puede conllevar su desaparición. "Sirven como importantes espacios comunitarios en los que se crean nuevos escenarios y movimientos artísticos y musicales", nos explica Brendan, que asegura que, sin ellas, la diversa cultura musical americana corre el riesgo de homogeneizarse.

"Pero Brendan, con lo joven que eres, ¿no pegaría más que te pasaras el día bajándote discos de internet como un loco o enganchado a Spotify y a iTunes?", le preguntamos. "No niego las posibilidades de internet, yo mismo he conseguido contactar con los artistas de mi documental a través de Myspace, pero son necesarias personas que te guíen y te recomienden artistas y discos a los que, de otra manera, no llegarías", opina.

Suponemos que Brendan se debió sentir muy huérfano con el cierre de Record Express. Porque uno de los aspectos que más reivindica este joven cineasta es precisamente esa red de relaciones interpersonales que se va forjando a lo largo de los años empleados y compradores en torno a destartaladas estanterías de vinilos o cd's. Mientras nos lo explicaba, nos acordábamos del melómano Rob Fleming, personaje protagonista de la famosa película (y novela) Alta Fidelidad que era propietario de la tienda Championship Vinyl. Casi todos nos hemos topado alguna vez con un Rob particular que ha puesto en nuestras manos un álbum desconocido que después ha resultado ser una verdadera revelación.

Por eso comprendemos bien a Brendan Toller y su romántica rebeldía contra la implacable realidad. Nosotros mismos no sabemos cómo nos tomaríamos el cierre de algunas de nuestras tiendas de discos favoritas. Los autores de este blog, ambos residentes en Madrid, no podemos evitar sentir cierto pellizco nostálgico cada vez que pasamos por la Gran Vía y contemplamos el enorme Bershka que se alza donde antaño estaba Madrid Rock. Allí siguen plantados los famosos hermanos Alcázar, como si no terminaran de creerse que ha desaparecido. Sin embargo, enfilando la calle Tres Cruces, donde hace años se apiñaban un buen puñado pequeñas tiendas de discos, es imposible negar la evidencia: no queda ni una de ellas.

Hay un recomendable libro de fotografía de James y Karla Murray titulado 'Escaparates: la cara que desaparece de Nueva York'. Sus autores se han dedicado a retratar típicos negocios tradicionales neoyorquinos que hoy están en peligro de extinción y que, con los años, van esfumándose al ritmo que la ciudad cambia su fisonomía comercial. Una de las imágenes es, precisamente, la de una tienda de discos en Brooklyn. Hojeando este tomo nos preguntamos si llegará el día en que estos comercios que tantos buenos momentos nos han brindado pasen a formar parte del inventario de establecimientos que desaparecen de las fachadas de los edificios dejando su lugar a otros nuevos.

¿Y tú? ¿Necesitas tu tienda de discos? ¿Tienes una de cabecera? ¿Crees que están abocadas a la desaparición o que sabrán adaptarse y sobrevivir?

POSTDATA: Queremos aprovechar la ocasión para incluir en este reportaje un top 5 de las mejores tiendas de discos que descubrimos en Estados Unidos.

1) Amoeba, San Francisco y Los Ángeles (California): El paraíso. Imposible contar la cantidad de horas que empleamos en recorrer estos dos gigantescos locales (el de San Francisco tiene 2.200 metros cuadrados) encontrando una joya tras otra y haciendo echar humo a nuestras tarjetas de crédito. Como ellos mismos aseguran, incluso si eres un chalado del funk etíope aquí puedes encontrar cualquier cosa que estés buscando. Edita un interesante catálogo gratuito con una selección de discos de los empleados. Uno de sus puntos fuertes es la venta de segunda mano.

2) Soundscape, Toronto (Canadá). Un local singular y con ciertos toques de excentricidad en el Little Italy de Toronto. Nos atendió un dependiente vestido de marinero que nos puso el disco de The Hapiness Project, un proyecto en el que Charles Spearin (Do Make Say Think, Broken Social Scene, Valley of giants) ha grabado a sus vecinos hablando sobre la felicidad y ha tratado de trasladar sus discursos a música consiguiendo este extravagante resultado. El catálogo era abrumadoramente vasto y el sistema de clasificación, que incluía categorías del tipo 'Psicodelia y Afro rock nigeriano', podría haber rivalizado con el del bibliotecario más escrupuloso.

2) Ear X-tacy, Louisville (Kentucky): 46 metros cuadrados de felicidad y un sistema de clasificación que relaciona a cada grupo con artistas similares que también puedan interesar a los clientes. Incluso encontramos que el grupo madrileño Juanita y los feos, que no son precisamente los embajadores de la música española en el extranjero, tenían su propia tablilla. My Morning Jacket grabaron en el interior de este paraíso que acaba de cumplir 25 años su EP en directo, 'Celebración de la ciudad natal'.

3) Sonic Boom, Seattle (Washington). Toda una institución en la Meca del grunge. La fascinación que ejercieron sobre nosotros sus abigarradas estanterías nos costaron una multa de aparcamiento. Damien Jurado, Nada Surf, S, Vetiver, Black Lips, Vampire Weekend, The New Pornographers, MIA, TV On the radio, Devendra Banhart o el difunto Vic Chesnutt son solo algunos de los artistas que han actuado en esta tienda. Coleccionan fotos en las que asiduos posan en los rincones más recónditos del mundo con la camiseta de Sonic Boom puesta.

4) Waterloo records, Austin (Texas). Nació en 1982 y ha crecido íntimamente ligada a la explosión de la escena musical alternativa tan característica de esta ciudad. Su original política de devoluciones los hizo famosos en sus inicios: estaban tan seguros de la calidad de lo que vendían, que reembolsaban el importe íntegro de los discos a los compradores hasta diez días después de haberlos adquirido en caso de que no les gustaran. Aunque no mantienen esta posibilidad, cuentan con un sistema que permite escuchar todos los discos de la tienda y, además, los empleados seleccionan sus álbumes preferidos y elaboran listas semanales de recomendaciones que cuelgan en su web.

Comments

[Publicado por: website development]

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[Publicado por: medieval swords]

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[Publicado por: frauen]

Me gustaria leer poemas de los poetas contempràneos de España e Hispanoamerica.

[Publicado por: Angel]

Descarga ilegal = Robar

Robar = Delito

[Publicado por: Angel]

Descarga ilegal = Robar

Robar = Delito

[Publicado por: Pedro Escurra Franco]

Me gustaria leer poemas de los poetas contempràneos de España e Hispanoamerica. Los autores tienen que generar un movimiento creativo para mover la literatura en el mundo. Gracias. Pedro Ernesto Escurra Franco, Poeta bilingue, lingusita, antropòlogo y filòsofo. Asunciòn Paraguay

[Publicado por: Anónimo]

Cito: "descargas ilegales, iTunes, la competencia de las grandes superficies"

Por favor, no confundan los términos. Las descargas de música NO son ilegales. Los media nos están metiendo día tras día esa falsa asociación, descarga = ilegal, sin el más mínimo pudor.

[Publicado por: FRAN]

En Madrid han cerrado un montón de tiendas, pero en los ultimos años han abierta unas cuantas, lo que es un reflejo de la resistencia de la gente a que desaparezcan. Todavía mucha gente prefiere una tienda pequeña y especializada, donde te reconozcan al entrar y no un Fnac o similar, que es en realidad un hipermercado, frío y capitalista sin más, es decir lo contrario a lo que buscamos los aficionados.....

[Publicado por: rc]

Madrid está en España!

[Publicado por: rc]

Toronto está en Canada!

¡Las tiendas, si saben adaptarse, pueden aguantar!.
Hay varias tiendas de discos en España que me encantan. Y también en Madrid. Pero la mejor: loop bar & records en Granada

[Publicado por: Cristina]

Sólo un matiz, en San Francisco hay dos tiendas Amoeba. Una está en High Street, y la otra en Berkeley, en plena zona universitaria. La más grande ( y famosa) es la primera, pero la otra tampoco está mal.

[Publicado por: jb]

que blog mas bueno que pais mas diversa y dinamico es el USA

[Publicado por: Dari]

Un recuerdo para la tienda Discos M.F en la c/ José del Hierro en Madrid y muy especialmente para Piedad una de sus empleadas..espero que todo te vaya bien..

[Publicado por: Eklypse]

yo solo espero que en Barcelona, Revolver discos nunca desaparezca. Quien más quien menos ha ido allí a trastear. En otros tiempos había como 5 o 6 tiendas de discos en la calle Tallers, ahora solo quedan 2 supervivientes y me parece que a una de ellas le queda poco tiempo.

Áunque soy usuaria de fnac (y bastante) de vez en cuando me dejo caer por las tiendas pequeñas en busca de cosas que se seguro que en las grandes superfícies no tienen.

[Publicado por: Don Snowden]

Oye, antes de romanticizarse tanto de Amoeba, yo viví en Los Angeles por 25 años, acabando en 1997. La llegada de Amoeba fue como la sentencia de muerte final para las tiendas de discos independientes viejas y verdaderas allí, los de gente de música, como Poo-bahs en Pasadena, Rhino de Westwood, Aron's de Melrose y incluso hasta el famoso Tower del Sunset Strip. Amoeba no es nada más que el principio del hipermercado aplicado al campo de discos. Tiene su valor para la selección pero no hay que ir más allá.

[Publicado por: pablinho]

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¡EL JUEGO DEL MOMENTO!
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Un juego de rol online, en que debes defender tu pais, aparte de forjar una buena economia, y dirigirlo bien politicamente.Es importane crear un babyboom para dominar otra vez a francia, y conquistar sudamerica.
LUCHA POR TU PAIS!!

[Publicado por: P]

Toronto está en Canadá.

[Publicado por: Rosa Mayo Marcuzzi]

Aquí en Argentina hay pocas de estas tiendas de discos.Pero mucha gente tiene en sus hogares buenas colecciones, que disfrutan plenamente. Tengo un hijo Profesor Superior de Música y compositor, por eso voy aprendiendo algo del tema. Muy bueno el comentario.

[Publicado por: joaquin]

Estas tiendas con listas de los empleados y demás maravillas no son país en un país con tan escasa cultura musical como el nuestro (Todavía me acuerdo cuando en una gran superficie pregunte a una empleada por Miles Davis y me miró como si viniera de Marte)