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Mujeres

El fútbol como ritual masculino

Por: | 15 de abril de 2011

Diasdefutbol

A los hombres nos gusta conversar sobre fútbol porque, ya lo sabrán, no nos agrada hablar sobre nosotros mismos. No desnudamos nuestras emociones, ni nuestras experiencias, porque compartir demasiada información nos hace sentir vulnerables. Es estupendo que ese universo paralelo de atletas que patean balones sobre el césped nos permita, sin riesgos para nuestra imagen, probar nuestra capacidad de análisis, examinar tácticas y estrategias, el liderazgo de grupos, el talento individual al servicio de lo colectivo, la valentía, la épica, la disciplina, la imaginación, la camaradería, el honor, la vileza, el carisma, la genialidad. El fútbol remite a la guerra, a la caza mayor prehistórica, a la mitología griega o al circo romano, pero convertido en espectáculo amable e incruento, que emociona y que relaja porque, en realidad, no afecta en nada a nuestras vidas.

Woody Allen dijo que el cine podía envidiar del fútbol la capacidad de dar un giro al guion en el último minuto. La conversación entre hombres abarca muchos otros temas, claro, pero ninguno es tan agradecido. Se puede hablar de política, pero provoca tensiones; de aparatos tecnológicos o de viajes, pero queda presumido; de cultura, pero se puede meter la pata. ¿De mujeres? No de las nuestras, por favor. Como ritual masculino, compartir cuatro Madrid-Barça de aquí a unos días no tiene igual. Y este duelo sin precedentes enfrenta además a dos modelos de hombre cargados de simbolismo: Mourinho y Guardiola. Dos tipos de líder, magnéticos ambos, triunfadores cada uno a su manera.

Perdonen la caricatura. Conozco a muchos varones que tendrán un plan distinto al (irresistible) de la cumbre de amigotes con pantalla gigante, cervezas y pizza de encargo; también a muchas mujeres que se apuntarán con gusto a esta ceremonia. Desde que la tragedia de Heysel (39 muertos en la final europea de 1985) transformó las gradas en patios de butacas y puso coto a los hooligans, el campo de fútbol ya no es territorio hostil para la mujer.

Ahora a los estadios van parejas, familias, turistas, peñas de forofas. El fútbol, además, forma parte del show business como el cine, la moda o la música, y sus figuras brillan tanto como las de Hollywood, con lo que han captado también el interés de quienes nunca ven un partido pero siguen sus andanzas. Y el fútbol femenino está despegando en muchos países, Estados Unidos a la cabeza, y aquí todavía no porque en la mayoría de colegios mandan a las niñas a otros deportes. Lentamente se avanza: el Real Madrid estudia crear su equipo de mujeres, para disputar un torneo que dominan el Rayo Vallecano o el Athletic de Bilbao. Pese a todo el mundo del fútbol sigue dominado por hombres, y con feos tics del pasado como los gritos racistas a jugadores negros, burlas a las pocas mujeres que participan en el equipo arbitral (lo que les costó el puesto a dos comentaristas de Sky) y la homofobia latente que impide que en la historia del fútbol salga del armario un jugador profesional en algún torneo más importante que la cuarta división sueca.

Quierosercomobeck 

El clásico simboliza muchas cosas, quizás demasiadas. Un Madrid-Barça siempre tuvo connotación geopolítica (el centro frente a la periferia, Castilla frente a Cataluña...) pero ahora además representa la más tópica de las guerra de sexos. Este Barcelona se ha definido como femenino; el fútbol del Madrid es masculino. Los de Guardiola buscan el éxito a través de la belleza, de lo cooperativo, de la paciencia; los de Mourinho confían en su pegada, su brega, su potencia. El Barça es sutil; el Madrid, directo. Sus figuras también son diferentes: Messi es un chico tímido que corretea mirando el suelo y no es el mismo alejado de su protector entorno; Cristiano Ronaldo es una estrella mediática cargada de ambición y cierto aire narcisista. Ambos, en todo caso, han perdido protagonismo en el papel cuché, que enfoca ahora a dos ídolos locales, Casillas y Piqué, y sobre todo a sus parejas, Sara Carbonero y Shakira. Crónica rosa y deportiva se solapan desde hace tiempo (y son hoy las grandes proveedoras de opio para el pueblo).

GuardiolaARC7796826 Cada equipo tiene ahora el entrenador que encaja en su perfil. El Barcelona necesitaba un director de orquesta; el Madrid, un jefe de gladiadores. Guardiola ejerce el soft power, como Obama o el primer Zapatero. Utiliza la mano izquierda y las formas suaves, pero su liderazgo es indiscutido pese a que llegó al primer equipo sin gran experiencia como entrenador. Dio confianza a un grupo ya rodado y no quiso ponerse todas las medallas, aunque su humildad pareció alguna vez calculada. Mourinho llegó con la maleta repleta de trofeos a un Real Madrid lleno de estrellas mal organizadas y hambriento de títulos. Su estilo es arrogante y ambicioso, seguro de sí mismo, a veces maleducado, pero se confía en él por una gestión inteligente del grupo, si hace falta paternalista, para sacar el máximo rendimiento. Esperanza Aguirre aplaudió al portugués públicamente ("Soy de Mourinho a muerte"), quizás porque coinciden en la incorrección política, en ese desparpajo de los "sin complejos". A Guardiola, sin embargo, se le cree cercano a la progresía y el consejero socialista Mascarell lo intentó fichar para el tripartito (lo que llevó a La Vanguardia a preguntarse: "¿Guardiola president?" y a miles de internautas a promover su candidatura).

MourinhoARC7926276 Ojo: no son tan distintos. Tanto Mourinho como Guardiola manejan los medios de comunicación con habilidad, ambos explotan su atractivo personal, ambos han chocado con sus presidentes, ambos generan dudas sobre su futuro en el club, ambos necesitan sentirse valorados. Y muchos hombres se reconocen en estos triunfadores, y en cierto modo a través de sus héroes se definen a sí mismos, o cómo sueñan con ser. ¿Mourinho o Guardiola? Responda sin que le cieguen los colores, por favor.

Los hombres, decía, hablan de fútbol porque no hablan de sí mismos. Las mujeres de hoy van al estadio, algunas juegan al fútbol o son árbitras y muchas verán los cuatro derbis entre nosotros. Lo que no harán es dedicar más tiempo al día siguiente a comentarlo. Porque este gran espectáculo es una sana terapia de masas, una vía de escape a nuestras frustraciones, siempre que no alcance una dimensión excesiva. ¿Será que algún hombre también habla demasiado de fútbol consigo mismo? Quizás algunos dedicaron a este entretenimiento demasiado espacio en su vida. Disfrutemos de la serie de cuatro partidos en la cumbre, forofos y forofas, juntos si puede ser. Celebren los éxitos sin romper nada, no se amarguen demasiado con la derrota. El único error que se comete con el fútbol es darle demasiada importancia.

 

Imágenes: escenas de las películas Días de fútbol (David Serrano de la Peña, 2003) y Quiero ser como Beckham (Gurinder Chadha, 2002); Josep Guardiola, fotografiado por Vicens Giménez; y José Mourinho, por Daniel Ochoa de Olza (AP).

Vídeo: la afición del Liverpool canta su himno You'll never walk alone en el estadio de Anfield. ¿Es o no es un ritual de masas?

Hay 52 Comentarios

Pues yo soy mujer, me gusta ver los partidos, pero me gusta todavía más comentarlos al día siguiente con gente que sepa mucho de fútbol para poder aprender un poquito más cada día. Respecto a este tema, hay una serie muy buena que se llama El fútbol nos vuelve locos y que podéis ver en www.elfutbolnosvuelvelocos.com. Trata sobre dos amigos hinchas del Atleti y de las discusiones que tienen con sus mujeres por culpa del fútbol. Por supuesto, también hay personajes femeninos que adoran este deporte. Porque cada vez somos más chicas que nos volvemos locas por el fútbol!!

Es bueno sí el análisis, aunque al principio me pareció que empezaba por hacer referencia al fútbol para volver al tema de la mujer y su vida que, aunque en la mayoría de nosotras está desinteresada al grado de indiferencia ante el fútbol se encuentra en una casi impuesta situación de soportarlo. Y si fuera solo eso. Pero cuando su pareja ya geneicamente reservado y reticente al diálogo, demás de apasionado por el cuadro de sus amores pasa a ser electo Vicepresidente del mismo, la vida de pareja, de familia pega un giro, un cambio tan grande que se torna intolerable y distorsionante ya que por lo que en nuestro caso podemos percibir es que se vuelve invasivo -llamadas por entrevistas a casa, reuniones idem, partidos en fines de semana, transmisiones luego del partidp que son vistas otra vez, programas sobre fútbol que como todos los citados se llegan a volver tan insoportables que, una comienza a sentir necesidad de salir, pereza de volver, tedio de estar en casa, por mucho que se ha perdido. No sé qué traba me impide decir que: TODO. No más salidas en fin de semana al cine, a cenar, solo quedan las de asistir a compromisos. Ni siquiera más viajes, todo, todo perdido. El humor, y la tolerancia también. La impaciencia, la incapacidad de escuchar. Toda una serie de cambios que como dije no solo a nivel de pareja, sino de su relación con hijos, familiares, se percibe y en lo que respecta a hijas realmente duele. Todo esto pudo romper, robar un cargo como dirigente en fútbol. Como para no engendrar odios rechazos. Espero haberme expliado.

Querrás decir que a los hombres españoles no "les gusta hablar de sí mismos". Los argentinos nos contamos hasta el color de los calzones como cotillas. Y porrrrr supueeeestooooo: hablamos de fútbol.

"Este espacio nace para contar los cambios que está aportando la mujer a un mundo en transformación..." vaya, vaya, vaya...

Soy hombre y no me gusta el futbol. ¿Será mi pene una ilusion óptica?

No deja de ser paradójico que un blog, que me supongo desea combatir, los en otros momentos denominados estereotipos de género, haga suya la tarea de contribuir a la difusión de los que tienen que ver con los hombres.

Los últimos post apestan a odio y a "reprimido"

Demos gracias a que todavía queda alguién capaz de sentir odio y que no ha creído los desvaríos de Freud y Wilhem Reich.

Me parece muy interesante el análisis que haces del fútbol, lo que representa ese deporte. En lo que no estoy deacuerdo es en las razones que esgrimís para justificar la razones por las que a los hombres les gusta hablar de fútbo o el fútbol en general.
Una vez dije delante de una feminista: "los hombres tienen la cabeza más preparada para la tecnología"; casi me mata "Esa es una construcción de género: si siempre es a tu padre al que viste arreglar enchufes y aparatos vas a conciderar que las mujeres no tienen aptitud para esas cosas. Esto es lo que pasa con la justificación de las diferencias"
Yo no sé si es así en el caso de la tecnología, pero seguramente lo es en el caso del futbol: una construcción de género

"El único error que se comete con el fútbol es darle demasiada importancia."

Y luego dirán que las señoras se critican entre ellas ... xD.
El que el Liverpool cante un himno titulado You'll never walk alone me parece un recambio para el patriotismo, que logra hacer creer al populacho que todos somos iguales ...

A mí que me baje de su barco el señor Querol. Yo estoy acostumbrado a ver el fútbol con mujeres. Soy heterosexual y tengo amigas que saben de futbol el doble de lo que yo quisiera saber para sentirme "masculino" a la manera del autor de esto...

yo cambiaría el título por "el fútbol como ritual de la masculinidad tradicional", pq el título actual da a entender que solo existe una única exclusiva forma de ser masculino, de ser varón, y en ella se incluye el gusto por el fútbol, lo cual implica dejar de ser masculino cuando no entras en el molde prediseñado...

De todas formas, después de leer el artículo, he quedado decepcionado... porque lo que parecía, en un principio, una adecuada deconstrucción de la masculinidad, terminó siendo una justificación de por qué los hombres "son" (no digo somos, xq no m siento incluido en la definición de hombre que se desprende del artículo, totalmente machista a mi juicio) como son, y por qué han de seguir siendo así...

Decepcionante...

La idea era buena, utilizar el fútbol para estudiar los rituales más arraigados a la masculinidad tradicional, pero la dirección tomada, a pesar de ser bastante analítica, es poco (auto)crítica.

y que hacemos con los machinazis?

una prima de 600.000 euros = un escándalo
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@ciudadano libre - Wow! eres un estudiante de ciencias sociales o psicologia y vienes a hacer un experimento tipo 'si ponemos una mujer desnuda maniatada en medio del campo cuanto tardara en ser salvada por un hombre?'

ole tus eggs moreno!

El problema de las feminazis es que hablan de un hombre que nunca ha existido. Han construído un ser ficticio y rechazable al que le arribuyen todos los defectos habidos y por haber y que nada tiene que ver con la realidad. A ese ser ficticio, que en sus perturbadas mente confunden con los hombres reales, le hacen responsable del fracaso de sus patéticas vidas. Todavía más patéticos son los lamebragas del sexo masculino que les siguen el juego a esos pobres seres para conseguir sus favores Pero los los más despreciables de todos los participantes en esta mascarada, son los/as que saben que todo es una mentira y la fomentan porque viven de la explotación de esa mentira

La verdad es que es un asco que se mezcle futbol y prensa rosa.

Original análisis.El futbol es un poco así pero cada vez menos.Jejeje.El futbol no entiende de sexo.

una prima de 600.000 euros. Para eso si que hay dinero.

El único error que se comete con el fútbol es darle demasiada importancia, dice el artículo. Estoy de acuerdo.

árbitro, tra.

(Del lat. arbĭter, -ĭtri).

1. adj. Dicho de una persona: Que puede hacer algo por sí sola sin dependencia de otro. U. t. c. s.

2. m. y f. Persona que en algunas competiciones deportivas cuida de la aplicación del reglamento.

3. m. y f. Persona que arbitra en un conflicto entre partes.

4. m. y f. Persona cuyo criterio se considera autoridad. Árbitro de la moda.

5. m. juez arbitrador.

Del diccionario de la RAE,

para ciberjusticia, antes de hablar uno se tiene que informar.

Aquella persona que diga que el fútbol es tarea de hombres porque es un deporte "rudo" y "de duros", pasa por alto que en el fútbol se permite que personas de nacionalidades latinoamericanas, con una talla baja y peso pluma, compitan contra personas del norte de Europa, donde son muy altas y con un peso considerable.

Quien diga que una mujer no puede ni debe jugar al fútbol porque no es nadie comparado con un hombre a lo que a fuerza y cuerpo físico se refiere, olvida que se permite a Leo Messi o a Fernando Torres (a sus 20 años cuando los tenía, siendo un "minguito") jugar contra Roony.
Demasiado machismo se huele por aquí...
Saludos.

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Manual de la _MENTIRA_FEMINISTA_:


http://a1.zeam.tk/


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Habrá que ir pensando en eliminar el futbol por apología del machismo

No podía ser de otra forma: si a un hombre se le permite hablar en un blog de "mujeres", tiene que ser a condición de que hable mal de los hombres.

¿Árbitra?. ¿Es broma?. Si una mujer que arbitra es àrbitra, un hombre que toca la guitarra debe ser guitarristo. Una mujer que pilota un avión, ¿es una pilota?. Me parto de risa, cómo se puede ser tan ridículo por corrección política y pelotismo. Ricardo, no representas a nadie más que a ti mismo, no te hagas ilusiones. Tantas mentes hay como personas.

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Sobre los autores

Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Isabel Valdés.

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EL POSMACHO DESCONCERTADO

EL POSMACHO DESCONCERTADO

Ricardo de Querol

“Como quien dice, acabamos de salir de la cueva. No se borran de un plumazo milenios de reparto rígido de papeles, de trogloditas que salían de caza mientras ellas recolectaban y cuidaban de niños y ancianos, de bravos guerreros y abnegadas esposas, de amas de casa confinadas al hogar y hombres que acaparan toda la vida pública, de burkas de todo tipo, de dotes, de pruebas del pañuelo”. Las reflexiones del autor sobre la relación entre los sexos en el siglo XXI publicadas en el blog Mujeres, recopiladas en un libro electrónico. Puedes comprarlo en Amazon y en Google

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