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Mujeres

Mujeres que cambian el mundo: Agnes Peregio, Kenia

Por: | 22 de mayo de 2011

El periodista Hernán Zin ha recogido a lo largo del planeta y durante los últimos dos años el testimonio de mujeres que, con su labor, su trabajo y su esfuerzo, intentan hacer frente a desigualdades y cambiar el mundo en el que viven. Cada capítulo de esta serie se centra en la labor realizada por una mujer, en países como el Congo, Afganistán, India o Kenia.

Este cuarto capítulo de la serie está dedicado a la labor realizada por Agnes Peregio en su lucha contra la ablación genital en su país, Kenia.

AGNES PAREGIO - KENIA (MUJERES QUE CAMBIAN EL MUNDO) from CONTRAMEDIA FILMS on Vimeo.

 

La ablación del clítoris es una de las mayores agresiones contra la mujer. No hay ninguna duda de lo que busca: eliminar cualquier atisbo de placer sexual, amputarle su identidad sexual y estar a merced del hombre.

La mutilación está extendida sobre todo en el continente africano: se libran los países del Magreb, y los países del sur; el África subsahariana, junto a Egipto, constituye el mapa donde predomina esta brutal violencia contra las mujeres. Países con distintas tradiciones y creencias religiosas.

Según datos de la ONU, unas 130 millones de mujeres han sufrido algún tipo de mutilación genital. Existen tres tipos de ablación: la amputación parcial o total del clítoris; la eliminación de los labios menores y la amputación del clítoris; y la infibulación, la forma más bestial que supone la extirpación del clítoris, supresión de los labios menores y mayores y el cosido de ambos lados de la vulva dejando solo un pequeño orificio para la regla y la orina.

Si ya la mutilación es un acto salvaje, la ausencia de la mínima higiene en la operación hace que la vida de la mujer corra peligro, debido a las infecciones. Pero sobre todo la mutilación no deja de ser un trauma que acompaña y lapida a la mujer durante todo su vida.

En muchos de estos países la ablación ha pasado a ser directamente un delito. La muerte en 2007 de Bodur Ahmed Shaker, una niña de 12 años, tras serle practicada una la mutilación genital en Egipto, obligó al gobierno a prohibir esta práctica. Se calcula que en el país del Nilo un 90% de las mujeres ha sufrido algún tipo de mutilación genital, una costumbre que procede desde los tiempos faraónicos.

La llegada a Europa de emigrantes procedentes de Europa ha ido obligado a los distintos estados a adecuar sus leyes. España modificó su legislación en 2005 para perseguir este delito fuera de España . Pero las leyes no son suficientes. La educación y sobre todo la prevención son las principales herramientas contra este terrífico ritual.

Girona fue la primera provincia española donde se estableció un protocolo para la prevención de la mutilación genital, debido a la importante presencia de inmigrantes procedentes de Gana, donde es casi generalizada. La escuela, los centros sanitarios y los Mossos de Esquadra están implicados en el seguimiento de las niñas que la pueden sufrir. Mediante la actuación judicial se puede llegar a prohibir el viaje de una menor al país de origen de sus padre, donde se suele ejecutar la cruel tradición. En 2010 los Mossos actuaron en 15 casos donde existía un peligro claro de ablación.

 

Capítulos anteriores de la serie Mujeres que cambian el mundo :

- Primer capítulo: Gloria Company, Afganistán.

- Segundo capítulo: Alison Saracena, India.  

- Tercer capítulo: Alison Saracena, India.  

La serie 'Mujeres que cambian el mundo' es un proyecto apoyado por Mundo Cooperante.

El doble castigo de ser presa en Irán

Por: | 21 de mayo de 2011

Por Ángeles Espinosa

Shabnam Madadzadeh. El traslado a principios de mayo de ocho presas políticas iraníes de la cárcel de Rajaee Shahr en Karaj a la de Gharchak ha sacado a la luz "las condiciones inhumanas"  de ese presidio situado al sureste de Teherán. Nada más llegar allí, las políticas denunciaron la situación en una carta abierta “a la nación iraní, los grandes ayatolás, las autoridades de la República Islámica y las organizaciones de derechos humanos del mundo”. La presión mediática y de sus familias ha conseguido que fue ran re ubicadas, pero no así centenares de presas comunes.   

"Preferiría que me hubieran ejecutado antes que pasar por esto", llegó a decir a su familia Shabnam Madadzadeh cuando pudo comunicarles que la habían cambiado de cárcel. El padre de esta activista estudiantil, detenida en febrero de 2009 y condenada a cinco años de prisión, fue uno de los primeros en dar la voz de alarma.

"La situación en Gharchak es muy mala e incluso estamos recibiendo información aún sin confirmar de que se habrían producido algunas muertes", comenta Sussan Tahmasebi, una de las activistas de la Campaña por la Igualdad,  cuya web enseguida se hizo eco de la denuncia de las presas políticas. Tahmasebi, que el año pasado se fue de Irán para evitar terminar en la cárcel como otras de sus compañeras, atribuye a "la presión mediática que las hayan sacado de la prisión", pero subraya que gracias a ellas se han conocido las horribles condiciones del lugar.

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Dos jefas de Estado y una reconciliación

Por: | 20 de mayo de 2011

La presidenta de Irlanda y la reina de Inglaterra. / Enda Doran (EFE)
 
Conciliación y reconciliación son palabras de género femenino. Ejercicio y poder, masculinas. Por eso el protagonismo absoluto que estos días tienen dos mujeres, jefas de Estado ambas, reviste un carácter más que simbólico. La reina Isabel II de Inglaterra y la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, ambas jefas de sus respectivos Estados -por muy ceremoniales que sean sus respectivas funciones, a decir de sus críticos-, restañan heridas seculares y restablecen lazos de sangre, la que ambos países comparten y la que han vertido, durante la visita de la soberana a la República independiente. La última vez que un monarca británico viajó a Irlanda fue en 1911, cuando el Estado miembro de la Unión Europea era territorio británico. Fue Jorge V, el abuelo de Isabel II, y aparte de la comitiva de damas de compañía de la reina, no hubo más mujeres en los actos públicos.

Cien años y unos cuantos conflictos después, anfitriona y huésped son mujeres, y a ellas corresponde la simbólica tarea de sellar la reconciliación: durante su visita oficial, Isabel II ha honrado la contribución de los 49.000 soldados irlandeses del Ejército británico que murieron en la I Guerra Mundial y visitado el escenario de la matanza del llamado Domingo Sangriento de 1920, en plena guerra de la Independencia. Ni pidió perdón ni se disculpó por los excesos cometidos por los británicos durante su presencia en Irlanda, pero las reglas tácitas del juego siempre colocan a los reyes au-dessus de la mêlée, en un territorio que no conoce ni el bien ni el mal.

Mandatarias la una por herencia, por sufragio universal la otra, ambas ostentan sendos récords: Isabel II es la reina más veterana del mundo, con 59 años largos de reinado; Mary McAleese, la primera mujer que releva a otra mujer (Mary Robinson) al frente de la jefatura de un Estado y que además está a punto de concluir su segundo mandato consecutivo. Sus detractores arguyen que el papel de la presidenta irlandesa es meramente simbólico, y lo es, en efecto, pero no por el hecho de que esa función la desempeñe una mujer, sino por las escasas atribuciones del puesto. Un hombre habría resultado tan decorativo como McAleese. Y un rey, tan protocolario -es decir, solemne y neutro- como Isabel II.

Lagarde no necesita cuotas

Por: | 19 de mayo de 2011

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No es bueno ni malo que una mujer asuma las riendas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Es positivo que lo haga una persona válida, lo más válida posible, con la capacidad técnica y política necesaria para la labor: el fondo es un grupo de países que busca la estabilidad y el desarrollo económico global y que tiene capacidad para financiar rescates de países y pedirles duras medidas económicas a cambio.

 El relevo de Dominique Strauss-Kahn, recién dimitido como director gerente del FMI por motivos archiconocidos, se ha precipitado y, entre las varias posibilidades, la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, se perfila como principal candidata. Lagarde, de 55 años, ha gestionado en Francia con diligencia la crisis económica más grave desde la Gran Depresión. Su papel durante la presidencia francesa del G-20 (el grupo que una a las potencias económicas del mundo y los grandes emergentes) recibe palabras de admiración. Europea pero muy bien relacionada y respetada en Estados Unidos, donde ha vivido más de 20 años, su inglés es brillante. Fue directora del bufete Baker & McKenzie en Chicago y responsable del área internacional del despacho. Quienes la han tratado, destacan su empatía, su cintura política, que jamás se queda sin respuesta ni pierde la compostura.

 “Ella es impresionante, políticamente astuta, con una gran personalidad. En todas las reuniones de finanzas del mundo es tratada prácticamente como una estrella del rock”, dice hoy en el New York Times, Kenneth Rogoff, execonomista jefe del FMI. Menos acertado está en la ocurrencia siguiente: “Lo que ha sucedido con Strauss-Kahn [está detenido en Nueva York acusado de agresión sexual] subaraya lo bueno que sería tener a una mujer en este papel”.

No es no bueno ni malo que una mujer mande en el FMI. Es bueno que lo haga la persona más adecuada y que su sexo –en este caso, el femenino- no suponga un factor de discriminación. Ese es el paso adelante. Si Lagarde sube al cargo, debe ser por su valía. Flaco favor le hace su homóloga en España, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, al defender que se nombre a una mujer, a secas, a pesar de que –es cierto- hay pocas profesionales trabajando para el FMI.

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Menudos puritanos

Por: | 18 de mayo de 2011

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En los países católicos bastaba la confesión para borrar de un plumazo, por ejemplo, la culpa de un adulterio. Durante siglos ha estado tácitamente asumido que lo confesado era un secreto absoluto para el sacerdote y un asunto privado del pecador, así que una aventura de índole sexual casi nunca manchaba la imagen pública del poderoso. En el mundo feudal reyes, nobles, burgueses, obispos y hasta papas tenían amantes (y familias paralelas) sin gran escándalo social, se abusaba del servicio, y la prostitución era tolerada mientras se contuviera en burdeles discretos.

La de los latinos del sur del Europa ha sido una historia de doble moral, de contraste entre la rigidez de la norma religiosa (tan puritana como la que más) y una laxa práctica cotidiana por el poderoso. (Por el mismo motivo aún somos tan tolerantes con la corrupción o el frade fiscal). Esto, que algunos llamarán hipocresía, explica que en nuestras sociedades de hoy haya un gran respeto a la privacidad de los mandatarios. No se exige una conducta familiar o personal intachable a los dirigentes españoles, ni a los presidentes franceses, ni (desde luego) a los primeros ministros italianos. Bien. Estamos de acuerdo en eso. No nos interesa lo que haga entre sábanas la autoridad. Mejor dicho, no nos interesa mientras sea consentido por la otra parte y esta sea persona adulta. No nos interesa mientras no se asalte a una camarera violentamente en una suite. Si de lo que hablamos es de un delito, entonces empieza a interesar a todos, en primer lugar a la policía y los jueces, y también a los medios.

La aldea global asiste boquiabierta al hundimiento de una personalidad de la talla de Dominique Strauss-Kahn, un gran intelecto arruinado porque (presuntamente) no fue capaz de contener lo que le pedía su bragueta. Y algunos salen en su defensa apuntando al puritanismo norteamericano, a los excesos represivos del país del Mayflower, de los juicios de brujas en Salem o del macarthismo. "Strauss-Kahn es un libertino y lo reivindica. En la puritana América, moldeada por un riguroso protestantismo, los escándalos de dinero son mucho más tolerados que los placeres de la carne", escribió el eurodiputado socialista francés Gilles Savary en su blog.

Asumamos el tópico: los anglosajones son puritanos, los latinos desinhibidos. En EE UU no se plantan dos besos a una desconocida cuando te la presentan, suena un pitido si alguien dice un taco en televisión, no hacen top less en la playa ni siquiera los bebés. Nuestras costumbres en este terreno son más relajadas y muchos lo celebramos. Pero ¿es puritano perseguir una (presunta) agresión sexual, actuar eficazmente tras una denuncia creíble? Peor aún: ¿tapamos aquí bajo un manto de silencio todo lo que ocurra en las alcobas aunque sea un delito?

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Salgado, en busca de discurso sobre DSK

Por: | 17 de mayo de 2011

Por Alejandro Bolaños

CJean-Claude Juncker y Elena Salgado en la reunión de Bruselas. / John Thys (AFP)omo no podía ser de otra manera, la detención del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha cogido con el pie cambiado a los ministros de Economía de la UE, que le esperaban en Bruselas para discutir los planes de rescate de Grecia y Portugal. A los dirigentes europeos, la noticia de que Strauss-Kahn había ingresado en prisión en Nueva York acusado de supuestos abusos sexuales e intento de violación, les coloca en una encrucijada. A un lado, se les pedía opinión en un caso apenas abierto en el que se acusa a una persona con la que han pasado centenares de horas en el último año, alguien que ha sido determinante para alcanzar acuerdos cuando la crisis desvelaba las enormes dificultades de la UE para pactar soluciones. En el otro, el peso ineludible de los indicios que han hecho a la juez y la policía estadounidenses actuar con contundencia, sin atisbo de duda. Ante los micrófonos y las cámaras, la mayoría de los dirigentes optó por hacer como si la encrucijada no estuviera ahí, por pasar de largo con un par de frases hechas. Elena Salgado, no. La ministra de Economía española ha estado entre los muy pocos que se ha posicionado. Aunque haya necesitado dos días para aclarar su posición.

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Depredadores sexuales en el poder

Por: | 17 de mayo de 2011

BERNA GONZÁLEZ HARBOUR

 Peter Ustinov en el papel de Nerón en la película '¿Quo Vadis?'.
Hay una escena en Inside Job que no se pasa por alto fácilmente. En medio del relato de las bajas pasiones y la podredumbre del poder que refleja esta película -un hito del género del terror, créanme- hay un momento único. Situénse: a través de testimonios, datos y entrevistas, el hilo conductor nos está hablando de tiburones hambrientos de más y más dinero, de gestores y banqueros que han logrado infiltrarse en las voluntades políticas hasta el punto de doblegar a todos los presidentes, incluido Clinton, para desregularizar los asuntos del dinero y multiplicar beneficios sin que nadie contabilice los riesgos que están provocando en el sistema. El sexo también tiene su lugar, pues toda esa gente suele recalar en un prostíbulo de lujo de Wall Street cuya madame aporta detalles descarnados. Y es en medio de esa narrativa cuando uno de los economistas entrevistados asegura: "Por cierto, no había ni una mujer entre todos esos artífices de la crisis".

Sería fácil centrarse ahora en el lado masculino de los males, pero será más acertado hacerlo en el lado depredador de los que están en el poder, por más que suelan ser masculinos.

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La camarera, la 'suite' y DSK

Por: | 16 de mayo de 2011

Dominique Strauss-Khan, conducido por la policía. Jewel Samad / AFP
 
Por Charo Nogueira

Un terremoto para la política gala, una humillación para Francia, un contratiempo para la gestión de la crisis griega, un arañazo al euro en la apertura de los mercados asiáticos, un Fondo Monetario Internacional descabezado… ¿Y las consecuencias para ella? Para la camarera que supuestamente sufrió un  intento de violación, un acto sexual delictivo y una retención ilegal a manos del director gerente del FMI. Una mujer de origen africano, según The New York Times, de 32 años y  madre de una hija que se gana la vida aseando habitaciones de un hotel de lujo. Entra en una esplendorosa suite (ahora sabemos que a razón de 2.126 euros por noche, por cierto) para hacer la limpieza. El cliente, un poderoso llamado Dominique Strauss-Khan y apodado por sus iniciales DSK, sale desnudo del baño y la asalta, según la versión que dio la víctima a la policía neoyorkina.

Habitación 2806, suite de lujo (dormitorio, baño y tres salones, aquí pueden ver el hotel) que DSK ocupa en viaje privado en el Sofitel de Manhattan. Sábado por la tarde. La camarera cree que está desocupada y comienza a asearla cuando el cliente en cueros se abalanza sobre ella. La mujer logra huir finalmente e informa de lo ocurrido. Es atendida por los servicios médicos. El número uno del FMI sale rumbo al aeropuerto, probablemente de forma precipidada: olvida el móvil. Y la llamada que hace desde el aeródromo al hotel Sofitel de Manhattan para pedir que le envíen el aparato será crucial: permite a la policía localizarlo y, poco después, deternerlo. Los agentes le levantarán del asiento que ya ocupaba en primera clase. Viajaba a Europa, donde tenía cita con Angela Merkel. La canciller alemana no le recibirá para abordar la crisis en algunos países de Europa. La camarera señalará poco después a DSK en una rueda de reconocimiento.

Las reacciones a la detención son de asombro, de estupefacción, de incredulidad. Se reclama, obviamente, la presunción de inocencia para DSK. Se analizan las repercusiones políticas y económicas de la detención. Algunas voces hablan también de los antecedentes de Strauss-Khan: su affaire con una empleada del FMI, la denuncia de una periodista que dice ahora que fue él el político que la agredió sexualmente años atrás. Los medios recuerdan que siempre tuvo cierta fama de obseso sexual. Pero esa vitola no le ha impedido hacer carrera, convertirse en uno de los hombres más poderosos del mundo y aparecer como el mirlo blanco de los socialistas para las próximas presidenciales francesas.

¿Y la camarera? Llevaba tres años empleada en el hotel. Sus jefes han dicho que  estaban satisfechos con ella. Su vida también ha dado un vuelco. Las pruebas de ADN que realizan las autoridades estadounidenses (la policía ha obtenido una segunda orden para analizar la ropa de DSK en busca de restos de cabellos y de esperma) arrojarán más luz.

Las mujeres son el 51,5% de los electores

Por: | 16 de mayo de 2011

Dos jóvenes consultan las listas en un colegio valenciano en las elecciones europeas de 2009. © Mónica torres Por Charo Nogueira

Se estrenan y son más de un millón y medio. Presumiblemente, la misma proporción de mujeres que de hombres, aunque el Instituto Nacional de Estadística no da en su web este dato desagregado por sexo (pese a lo que manda la Ley de Igualdad). Son los jóvenes que pueden votar por primera vez para elegir alcalde. Han cumplido 18 años desde las anteriores municipales, el 27 de mayo de 2007. En ese tramo de edad la población masculina y femenina alcanzan una cifra similar. Luego se desequilibran, sobre todo por la mayor longevidad de las mujeres. En el censo electoral total, ellas son aproximadamente el 51,5% de los 35,8 millones de electores, según la oficina estadística. Los partidos las cortejan. ¿ Y los jóvenes? ¿Qué van a votar novatos?

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"Happy end" para la película de la plaza Tahrir

Por: | 13 de mayo de 2011

Amal Ramsis, directora de cine documental fotografiada en la plaza de Tahri de El Cairo. Foto: Claudio Alvarez

A Amal Ramsis es imposible pillarla sentada. Salvo si estalla una revolución. Algo no muy común hasta hace unos meses. La suya, la que los egipcios protagonizaron durante 18 días en la plaza de Tahrir, le pilló en su estudio de El Cairo terminando  de montar su último documental, Mamnuo, Prohibido. Aunque no por mucho tiempo, como verán. En cualquier otro momento habría sido imposible encontrarla sin su cámara en la mano o preparando el proyecto de cine documental Entre Cineastas, que el próximo lunes inaugura en la capital egipcia. Pero había mucho que hacer.  

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Sobre los autores

Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Isabel Valdés.

Libros

EL POSMACHO DESCONCERTADO

EL POSMACHO DESCONCERTADO

Ricardo de Querol

“Como quien dice, acabamos de salir de la cueva. No se borran de un plumazo milenios de reparto rígido de papeles, de trogloditas que salían de caza mientras ellas recolectaban y cuidaban de niños y ancianos, de bravos guerreros y abnegadas esposas, de amas de casa confinadas al hogar y hombres que acaparan toda la vida pública, de burkas de todo tipo, de dotes, de pruebas del pañuelo”. Las reflexiones del autor sobre la relación entre los sexos en el siglo XXI publicadas en el blog Mujeres, recopiladas en un libro electrónico. Puedes comprarlo en Amazon y en Google

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