Llegó con un niqab prestado en una bolsa para hacerse la foto sin que se le viera el rostro y aún así, se echó atrás un par de veces después de haber hecho la entrevista. Temía que alguien pudiera reconocerla. Tras largos años ejerciendo la prostitución, dos hijos fruto de violaciones y un pasado para olvidar en una sociedad compleja y rígida en lo que a moralidad se refiere, Randa, 38 años, palestina y musulmana, tuvo miedo. Terror a que sus vecinos, su jefe, su comunidad la señalen con el dedo. Su historia servía a Periodismo Humano hace unos días para ilustrar y poner rostro a los fríos (por duros, terribles, desconocidos…) datos publicados a principios de este mes por ONU Mujeres sobre el VIH y la prostitución en los Territorios Palestinos. Una encuesta en la que se recogen por primera vez los testimonios de 243 personas entre prostitutas, clientes y trabajadores de campo y que "ofrece una visión formativa de la prostitución en los Territorios Ocupados" que en opinión de la ONU servirá para "hacer frente a los retos que plantea el VIH" en la región. Una historia cuya autora, Carmen Rengel, intuía bíblica:
"Dicen los evangelios que Jesús sanó a María, la pecadora, de siete demonios que la atormentaban. Fue allá por Magdala, una villa al pie del lago Tiberíades, hace más de 2.000 años. A una hora larga del pueblo de la Magdalena (que ahora dicen los mapas que se llama Migdal y es suelo de Israel), reside hoy Randa (…). En ella aún viven sus siete demonios: pobreza, analfabetismo, violencia doméstica, abusos sexuales, trata de personas, repudio familiar, enfermedades venéreas… Por poner siete".
Podrían haber sido más, aunque estos pueden ser un buen referente, como el pico de un iceberg mucho más profundo. En el mundo, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una de cada cinco mujeres sufrirá una violación o un intento de violación en algún momento de su vida. Además, dependiendo del país en el que se encuentren, entre una y tres de cada cuatro, son maltratadas físicamente en sus hogares sistemáticamente. En 53 estados del mundo es legal la violación dentro del matrimonio. Y todos los años dos millones de niñas de entre 5 y 15 años son introducidas en la prostitución o la pornografía. Casi 130 millones han padecido ablación del clítoris.