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Mujeres

Lisístrata y el Nobel de la paz

Por: | 13 de octubre de 2011

Por Miguel Ángel Villena

Paco León (en primer término), en el papel de Lisístrata en el Festival de Mérida. © Ceferino LópezComo definición de clásico, suele decirse que es algo que mantiene validez y sentido en todo tiempo y lugar. Hay gente, cada vez más numerosa, que confunde lo antiguo con lo clásico. Nada tienen que ver y podemos apreciar músicas, libros, costumbres, edificios, personajes o actitudes que atraviesan los siglos, los mares y las tierras y adquieren la categoría de universales. A propósito de clásicos, el teatro griego sería uno de los mejores ejemplos de argumentos que perviven en todo su esplendor y que más de 2.000 años después siguen emocionando, haciendo llorar, pensar o reír. Entre las enseñanzas de los clásicos griegos también sobresalen, por supuesto, métodos de lucha que no han perdido un ápice de su vigor. 

Viene todo esto a cuento de la concesión del Premio Nobel de la Paz a la activista liberiana Leymah Gbowee, que lanzó una iniciativa para frenar la guerra en su desdichado país de África que ya había ideado el comediógrafo Aristófanes nada menos que en el año 411 antes de Cristo, a orillas del Mediterráneo. Así las cosas, la consigna de que las mujeres griegas no mantuvieran relaciones sexuales con sus maridos, hasta que ellos no abandonasen la violencia, figuró como el tema central de Lisístrata, una de las piezas teatrales más representativas y representadas de la Grecia clásica. Aquel alegato pacifista y divertido de un Aristófanes conservador en lo político, pero liberal en usos y costumbres, debió servir de inspiración, sin duda, a Leymah Gbowee que, a sus 39 años, se ha convertido en un símbolo para todas las mujeres del mundo. El Comité del Nobel noruego destacó, la semana pasada, en la trayectoria de la trabajadora social Gbowee que “movilizó y organizó a las mujeres más allá de las divisiones étnicas y religiosas para ponerle fin a una larga guerra en Liberia y asegurar la participación de las mujeres en las elecciones”. En esencia, la táctica de la feminista liberiana fue idéntica a la de las protagonistas de Lisístrata, o sea, una huelga sexual para forzar al entonces presidente de Liberia, el déspota y sanguinario Charles Taylor, a incluir a las mujeres en las negociaciones de paz.

Leymah Gbowee, premio Nobel de la Paz, en la Universidad de Columbia (Nueva York). TIMOTHY A.CLARY / AFP

Madre de seis hijos, Leymah Gobwee debía saber que, antes o después, las mujeres son las principales víctimas de un conflicto. Sometidas a todo tipo de humillaciones y vejaciones en la retaguardia, obligadas a entregar a sus hijos en el altar de la codicia y el fanatismo que siempre alientan las guerras, muchas liberianas se sumaron en el año 2002 a una táctica de lucha que parecía original, pero que hundía sus raíces y había probado su eficacia en la Grecia clásica. No cabe duda de que Taylor y sus esbirros debieron mostrar el mismo asombro, idéntica incredulidad, que los personajes masculinos de Lisístrata. Pero la firmeza de las mujeres en su huelga sexual, que daña a los hombres en lo que muchos consideran la fuente de su poder y de su arrogancia, convirtió las risas despectivas o los comentarios machistas de los señores de la guerra liberianos en un motivo de preocupación. Tan es así que la actitud de la apodada “guerrera de la paz” contribuyó en 2003 a poner fin al segundo conflicto armado en Liberia en poco tiempo y precipitó la caída de Taylor, más tarde juzgado por crímenes de guerra en el Tribunal de La Haya. “Jamás la violencia ha arreglado nada”, manifestó Gobwee a los periodistas tras la concesión del Nobel de la Paz. Esta sentencia ya la suscribió y la puso en escena un tal Aristófanes hace casi 2.500 años. Esperemos, pues, que las generaciones futuras aprendan de los clásicos.

 

 

Hay 10 Comentarios

http://nelygarcia.wordpress.com. Para JFK. En primer lugar le diré que no soy feminista, simplemente defiendo la igualdad de oportunidades, respetando las diferencias que puedan existir. También reconozco que no es general y hay excepciones pero, ¿Cómo, si no es un valor importante, se pueden conseguir resultados por ese método?

Creo recordar que los belgas, que estaban hasta las narices de sus políticos, hicieron algo parecido. Eso es la imaginación al poder. Se puede llamar la atención de muchas maneras. Los tontos lo entienden al pie de la letra.
No sé qué director italiano de cine (no lo recuerdo) hizo una película de un pueblo en el que los hombres del pueblo -que tenían cargos, pero no mucho cerebro- no llegaban a ponerse de acuerdo haciendo la vida imposible a todos (un ni roen ni dejam roer) y al final las mujeres se pudieron de acuerdo para ponerles de acuerdo.
La película es de hace bastantes décadas. Es posible que las mujeres no votaran siquiera (aunque es italiana) y que sólo lo hicieran sus maridos.
Comentarios tan deplorables como el de las 18:22 son una muestra una muestra de machismo y de pocas luces. No he visto a ninguna mujer ni en este Blog ni en otro decir lo mismo aplicado a los hombres.

Si una mujer comercia con su cuerpo libremente ,,, es una prostituta. Si una mujer niega el acceso carnal por variopintas razones a su pareja ... es candidata al Nobel ... de la Paz.!!! Éste tipo de conclusiones aireadas desde un blog de conciencia de gender en un intoxicado medio de comunicación afin a la causa de lo politicamente correcto -aunque no lo sea moral y éticamnete- es lo que lleva a descerebrados como el tal Paul a decantarse por la radicalidad ... como las feministas lisistratas. Como dice una amiga ... por incomodar a mi pareja no me voy a privar de algo que a mi también me satisface.!!! Ésto es pensar con la cabeza, lo demás ... cavilar con la entrepierna.

Lo que nos recuerda tu repugnante post es que hay un infrahumano que se alegra de la muerte de tres personas. Debes ser un desgraciado. ¿Te parió madre o saliste de algún laboratorio con el cruce de algún mal bicho ?

Ale venga, gasolina al fuego...

Vengo para recordaros que han muerto tres zorras en tres dias .... TOMA YAAA ... CERVECITAS ESTE FINDE PARA CELEBRARLO
P.D.: Ante el femismo radical... MACHISMO RADICAL!

Si fuera cierto que los hombres son inevitablemente "sobornables" a cambio del sexo, y si fuera cierto que las mujeres se desviven por el bien de la humanidad y de las sociedades en las que viven, hace siglos que hubiera dejado de haber guerras. Y sin embargo.... algo falla. Es lo que tiene simplificar siendo simple.

¿Era necesario poner a un grupo de tíos con barba, para representar a Lisístrata en la foto? Al menos cinco lo son, a primera vista, y sin mucho esfuerzo. Si se habla de mujeres, que aparezcan mujeres, de las de verdad.

Y seguramente, si alguien se atreve a hablar del punto débil de las mujeres (la envidia, el dinero y ciertos objetos inútiles, por poner un ejemplo), tú serás de las primeras en saltar acusando de sexistas este tipo de valoraciones.

Si piensas que el sexo es el principal valor y punto débil de "los hombres", es que tienes una concepción de ellos muy estrecha y por supuesto, sexista.

De todos modos, tampoco se puede esperar mucho de una feminista. De dónde no hay, no se puede sacar.

http://nelygarcia.wordpress.con. Ignoraba el método que empleó Leyman Gbowee. Aunque hay muchos caminos validos para llegar al fin, este me confirma a donde se encuentra, el principal valor de los hombres, y por lo tanto, su punto debil.

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“Como quien dice, acabamos de salir de la cueva. No se borran de un plumazo milenios de reparto rígido de papeles, de trogloditas que salían de caza mientras ellas recolectaban y cuidaban de niños y ancianos, de bravos guerreros y abnegadas esposas, de amas de casa confinadas al hogar y hombres que acaparan toda la vida pública, de burkas de todo tipo, de dotes, de pruebas del pañuelo”. Las reflexiones del autor sobre la relación entre los sexos en el siglo XXI publicadas en el blog Mujeres, recopiladas en un libro electrónico. Puedes comprarlo en Amazon y en Google

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