"Esto de jovencitos al poder y las mujeres primero no es una buena técnica". Son palabras del socialista Alfonso Guerra sobre el eventual cambio en la dirección del PSOE tras la debacle electoral del 20-N. Le preguntaba Montserrat Dominguez este domingo en la SER si la mudanza que se avecina debe descansar en los jóvenes o en los viejos rockeros del partido y el veterano político se despachó: "Que haya cambio no quiere decir que se dé un plus al cambio por el cambio. Es decir, esto de jovencitos al poder y las mujeres primero no es una buena técnica".
¿La buena entonces es recurrir a los que, por tener más años, o haber disfrutado de más facilidades, acumulan más experiencia? ¿Debe volver la vieja guardia, aunque también acabó por perder unas elecciones? Otra duda: ¿Alguna vez las mujeres fueron primero en las filas socialistas? Es más, si no llega a ser por su revuelta interna habrían encabezado menos listas de las que finalmente consiguieron presidir en los pasados comicios. Y eso, después de haber aprobado la paridad electoral para todos en la Ley de Igualdad. Y eso, en el partido que a finales de los años ochenta del pasado siglo inventó la reserva de una cuota del 25% para las mujeres.
El que fue vicepresidente del Gobierno con Felipe González redondeó la crítica. A su juicio, los equipos se han hecho en los últimos años con poco criterio en el partido socialista: "equilibrio territorial, equilibrio de edad y equilibrio de sexo". "Con esos tres mimbres no se hace un buen cesto", añadió el diputado por Sevilla. Y a esas tres patas opuso: "hay que pensar en la competencia de las personas".Como si el mérito fuera incompatible con la juventud o la eventual primacía del sexo femenino. Pinchen y escuchen. Y si no quieren oírla entera, vayan a los últimos minutos: ahí están las citas.
Por cierto, receta de cestos aparte, lo de "las mujeres primero" recuerda al Titanic. Pero claro, la cosa va de hundimientos.