Leonardo da Vinci creó a La Mona Lisa en el siglo XVI como
quien engendra a un crío con empeño. Mucho se ha escrito sobre los misterios
que rodean su sana belleza. Pero su sonrisa siempre será un enigma. La “alegre”,
significa Gioconda. Nos sonríe y no sonríe. La miramos fijamente y parece
envolvernos en su halo de seriedad serena. En cambio, si nos fijamos en el arte
de sus trazos parece reírse de nosotros o con nosotros… Y eso es justamente lo
que le ocurre también a nuestras políticas.
La comunicación puede ser con palabras o sin palabras. Nuestros gestos comunican. Es un afán de supervivencia. Pero, ojo, nuestros gestos son una ventaja competitiva que hay que saber aprovechar. ¿Lo han hecho nuestras políticas ultimamente? La audiencia es la que percibe, la que recibe, la que analiza, la que saca conclusiones y también la que se emociona o no.
La secretaria general del PP y presidenta de Castilla–La Mancha, María Dolores de Cospedal, sonríe, pero se pone nerviosa. Gesticula con las manos, pero elabora frases sin sentido. No ha emocionado: ha sembrado más dudas de las que ha ocasionado en varios siglos el cuadro de la Gioconda. En su explicación sobre la tipología del finiquito de Bárcenas, hemos sido testigos de una juerga autónoma, de una vaga explicación con una sonrisa que no acompaña porque… la controversia que asegura que tienen los periodistas es la que ella comunica en sí misma.