Imagínate que eres una mujer —o mejor, una escritora. Y que como escritora eres invitada a una mesa de escritoras para hablar del proceso creativo. Y que como mujer eres invitada a una mesa de mujeres. Para hablar de literatura, imagínate. Imagínate que eres literatura, y que como literatura estás en boca de los hombres, en las manos de las mujeres, entre los libros, entre los dientes. Imagínate que eres la sociedad y que necesitas justificar una mesa de literatura y que la literatura no basta pero tampoco la mujer, la escritora, basta.
Ahora imagínate que Cristina Morales (Granada, 1985) es escritora y está hablando en una mesa redonda, una Mesa de autoras, con un subtítulo y que ese subtítulo es 'Ellas también cuentan'. ¿Qué quiere decir también? Quiere decir que además de los hombres, las mujeres también escriben —son capaces. Cristina Morales es, imagínate, un personaje de ficción de la novela Los combatientes (Caballo de Troya, 2013), y como personaje, pero también como mujer y sobre todo como escritora, está intentando que en una mesa de literatura con un nombre poco literario no se hable ni de cuentos ni de libros ni de escritoras —se hable de mujeres, se hable de ese «también» tan molesto. Porque aunque es un también a priori inclusivo, a priori positivo, Cristina Morales va más allá.