Los niños son de azul, las niñas de rosa

El artista coreano Jeongmee Yoon es especialista en rebuscar en los cuartos de los niños al igual que otros buscan en la basura de los famosos. Después, fotografía a los infantes con sus cosas en perfecta formación para demostrar que el concepto niño/azul-niña/rosa sigue vigente a nivel global.

Jeongmee ha bautizado su trabajo como “pink and blue project” al descubrir que se trata de una moda recurrente tanto en Corea como en el resto del mundo occidental. Lo interesante del tema es que no siempre fue así: a principios del siglo XX el rosa era el color con el que se identificaban los hombres y el azul, el favorito de las féminas, por ser el color del manto de la virgen.

El azul fue durante muchos años el color femenino por excelencia; lo llevaban la Virgen, las santas y las princesas. En cambio el rojo era el color masculino; el de los reyes, de Jesucristo y de los emperadores. Pero, a pesar de esta distinción, los niños y las niñas iban siempre vestidos de blanco en su más tierna infancia. Hasta que a principios del siglo XX, los pintores impresionistas pusieron de moda los tonos pastel, con lo que el rojo de los niños se convirtió en rojo pastel; y de rojo pastel a rosa sólo había un paso.

Más tarde vendrían las grandes guerras, con la marina y la aviación vistiendo a sus soldados de azul, lo que trasladó a ese pantone los conceptos de valentía y pundonor. Los hombres, sin preguntar a las chicas (por aquella época ellas no podían ni votar) adoptaron el azul como color varonil, dejando a las mujeres con una infancia en rosa moñoño por los siglos de los siglos.

El artista coreano Jeongmee Yoon es especialista en rebuscar en los cuartos de los niños al igual que otros buscan en la basura de los famosos. Después, fotografía a los infantes con sus cosas en perfecta formación para demostrar que el concepto niño/azul-niña/rosa sigue vigente a nivel global.

Jeongmee ha bautizado su trabajo como “pink and blue project” al descubrir que se trata de una moda recurrente tanto en Corea como en el resto del mundo occidental. Lo interesante del tema es que no siempre fue así: a principios del siglo XX el rosa era el color con el que se identificaban los hombres y el azul, el favorito de las féminas, por ser el color del manto de la virgen.

El azul fue durante muchos años el color femenino por excelencia; lo llevaban la Virgen, las santas y las princesas. En cambio el rojo era el color masculino; el de los reyes, de Jesucristo y de los emperadores. Pero, a pesar de esta distinción, los niños y las niñas iban siempre vestidos de blanco en su más tierna infancia. Hasta que a principios del siglo XX, los pintores impresionistas pusieron de moda los tonos pastel, con lo que el rojo de los niños se convirtió en rojo pastel; y de rojo pastel a rosa sólo había un paso.

Más tarde vendrían las grandes guerras, con la marina y la aviación vistiendo a sus soldados de azul, lo que trasladó a ese pantone los conceptos de valentía y pundonor. Los hombres, sin preguntar a las chicas (por aquella época ellas no podían ni votar) adoptaron el azul como color varonil, dejando a las mujeres con una infancia en rosa moñoño por los siglos de los siglos.

Comments

[Publicado por: cristina]

hola!
muchas gracias por esta información me ha servido de gran ayuda para mi proyecto de recerca que lo hago sobre este tema.