31 marzo, 2008 - 18:30 - EL PAÍS
¿O era “aún hay más”? Bueno, sea como fuere me pueden llamar
depravado pero esto es un no parar. Por eso, dado que la primavera ha llegado y
se prevé una avalancha de objetos “violeados” (que diría un Peito, Q.E.P.D),
prometo sólo fijarme en aquellos cuya premeditación y alevosía les hagan ser,
digamos, canela en barra. Como esta mesa de picnic, a la que Arthur Price daba barniz
sin brocha al lado de un colegio y, encima, grababa sus aventuras en DVD.
Superen eso.
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